DESPUES DE LA EVANGELIZACIÓN
DEL MUNDO,
YO REGRESARÉ… “JESUCRISTO”
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14 de noviembre de 2012.
JNSR:
Si
he permanecido por largo tiempo sin escuchar la Santa Palabra de Jesucristo, ha
sido para que la historia del Mundo se
reposara… Ella se encontraba ante esa encrucijada, desde donde podía ver el
camino que le restaba por recorrer…
Esta larga historia de varios
siglos puede aún durar más o menos tiempo, según la indiferencia o la atención
que pueda surgir de la “audiencia”… ¡Porque
DIOS quiere traer la sanación a todas las naciones! ¡AyudémosLe!
Hoy, muchas personas van a sentir en su
interior una revelación que concierne al “Plan de DIOS”, porque la oración de
los creyentes va a revelar la Fe y la Esperanza de todos nuestros hermanos en
DIOS.
Todos van a darse cuenta de que DIOS jamás
ha olvidado a los hijos de Abraham, en Su Pueblo de Israel tanto como en Su
Pueblo de la verdadera Iglesia de Jesucristo; porque los dos están unidos
por la Eternidad por la Santa Biblia, que es el Libro de nuestro DIOS Único y
Verdadero (El Antiguo y el Nuevo Testamento).
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Es el mismo DIOS y Señor de Todo el
Universo quien marcha a través de todos los siglos: pasados, presentes y
futuros.
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Son la misma Promesa y la misma Ley las que
reúnen entre ellos a todos los hijos de la tierra que se aman entre sí, y que
están sujetos a la misma “Esperanza”.
DIOS nos ofrece a unos y otros “un solo camino de
Paz”. Es el camino que pasa por la Sangre de la Cruz de
Jesucristo. Si no estamos reconciliados con
DIOS, estamos entonces bajo Su cólera.
Según el Apocalipsis, el
Tiempo del fin es el Tiempo cuando la cólera de DIOS viene sobre el Mundo, porque el Mundo no quiere arrepentirse… al
final, todas las Naciones se volverán hacia Jerusalén. Luego, el Señor vendrá.
Pero existe una maravillosa promesa para el tiempo que
precede a este evento… DIOS quiere regalar esta reconciliación entre Judíos y
no Judíos, entre comunidad y familias…
DIOS no se arrepiente jamás
de Sus dones ni de Su llamado.
Cuando Él hace una Promesa,
siempre la realiza.
Muchos hijos de DIOS de entre
los cristianos, olvidan muy a menudo que DIOS,
Único y Verdadero, ha elegido a Israel para hacerSe
conocer.
DIOS es el “DIOS de Israel”
Israel
es el país que Él escogió para VIVIR sobre la Tierra. Y Jesucristo es la puerta
para todos, para ir hacia nuestro DIOS. Esto
es dicho para las naciones y para Israel.
Sabemos que el pueblo de
Israel rechazó a Jesús, y que una gran parte del pueblo también rechazó el
mensaje de los Apóstoles. Es así que DIOS envió a Sus Apóstoles judíos hacia
las naciones, para que por fin, también ellos pudiesen recibir “la salvación” y reconocer quien es este
DIOS de Israel, el Padre de todos.
Al final de los Hechos de los Apóstoles, Pablo nos
entrega una última palabra, en la que dice que el Evangelio iría a ser,
en adelante, predicado a las naciones, puesto que Israel lo había rechazado.
Ellas lo escucharían y lo aceptarían.
He aquí lo que significa esta
última palabra: el Espíritu de DIOS va hacia las naciones y DIOS por un cierto
tiempo, pone a Israel de lado… Lo que los Apóstoles han comprobado desde el
principio, podemos leerlo en Romanos 11: desde el principio de
este nuevo desarrollo de las cosas, el Apóstol Pablo hace una advertencia,
porque sabe que un gran peligro amenaza: el peligro de que los paganos no
comprendan bien lo que DIOS hace por ellos.
En Romanos 11, 17-18: dice
el Apóstol ante los no judíos, hablando de la elección de DIOS y comparando a
Israel con un verdadero olivo: “Ahora bien, si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo
olivo silvestre, fuiste injertado en ellas e incorporado a la raíz y a la
pingüe savia del olivo, no te engrías
contra las ramas; y si te engríes piensa que tú no sustentas la raíz, sino la
raíz a ti”.
Y
en el versículo 20: “No tengas pensamientos de orgullo, sino
teme.”
El Apóstol ha visto, así,
como DIOS había comenzado algo completamente nuevo, en el sentido de
que “la salvación” se tornó accesible a los paganos, pero que por otra parte,
había una continuidad en los tiempos. Los paganos que creen en Jesús, es decir los no judíos, son
incorporados como ramas del olivo salvaje sobre el olivo franco que representa
al Israel fiel.
Ellos
son dependientes de la raíz, que es Cristo, pero también del tronco, y ese
tronco es el Israel de los tiempos de Abraham hasta el tiempo de Jesús y de
todos los que han creído en Jesús, judíos y paganos (no judíos). Hasta ahí Todo estaba en DIOS Único y
Verdadero.
Pero en el Concilio de Nicea (325), la
Iglesia decide separarse de todo lo que era judío… Por
ejemplo, todas las fiestas judías se hicieron “fiestas cristianas”.
Israel
fue cada vez más rechazado y los judíos se convirtieron en el chivo expiatorio
de la Iglesia y de las Naciones. El
olivo fue hendido en dos: separándose la Iglesia de Israel, en esta
historia que dura más de 2.000 años.
Esta primera separación abrió la vía a
todas las escisiones ulteriores que aparecieron en la
Iglesia, como por ejemplo, aquella que separó la Iglesia Romana de la Iglesia
Griega y más tarde, la Iglesia Católica de la Iglesia protestante. Cada una
afirmaba poseer la verdad, y decían: Nosotros somos la Iglesia verdadera…
Hubo luego un holocausto bajo Hitler,
con la aniquilación de 6 millones de judíos…
Hubo,
entonces, una rebelión en el corazón de cada hombre, mujer, niño de todos los
países, contra tal barbarie. El Anticristo, en Hitler, se había desencadenado,
dando a entender a cada uno que el enemigo de DIOS y de los hombres estaba
dispuesto a volver, en este tiempo actual que atravesamos hoy. Esta época es,
en efecto, favorable para el odio, para los crímenes, para las violencias, para
las guerras, para las leyes perversas que no reconocen a DIOS (aborto,
eutanasia, burla al sacramento del matrimonio).
DIOS no olvida jamás Sus promesas, ni Sus leyes,
ni Sus Sacramentos… Él los tiene en cuenta.
Hoy día, Israel debe reconocer a su Mesías,
y la Iglesia no debe olvidar jamás que DIOS bendecirá al Mundo a través de
Israel.
Ante todo, Israel debe reconocer a Jesús, y
DIOS ya ha comenzado esto en nuestra época. DIOS empieza siempre por algo
pequeño y lo hace crecer en la medida que,
partiendo de un pequeño resto santo, después ello prosiga…
Si miramos de cerca lo que dice la Palabra de DIOS, constataremos
que la Tierra Prometida forma parte de una alianza que permanece válida en
tanto el Mundo subsista.
En
“el misterio de Jerusalén”, salmo 102: “El Señor reconstruirá
Jerusalén y aparecerá en Su Gloria”.
DIOS obra con Israel, en
lo que concierne a la historia de la salvación, únicamente en su totalidad, es
decir, pueblo + Israel.
En medio de las Naciones, DIOS actúa
diferente: Él ha aportado el anuncio de la salvación a todas las naciones,
pero no hay más que unos individuos aislados, salidos de las naciones, que
aceptan este anuncio de salvación. De
esta manera, DIOS forma un pueblo procedente de las diferentes naciones y que
constituye “el pequeño resto”.
En lo que respecta a Israel, en Jeremías
capítulo 31, versículos 31 y 32, está bien claro que la Nueva Alianza está
establecida con Israel, en tanto que país y pueblo.
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