LA ÚLTIMA LUCHA DEL MAL

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9 de septiembre de 2012.

 

 

            Esta lucha final es la más terrible. Ella se libra entre la carne y el Espíritu.

Entre el “Mentiroso” y el “Justo”. Satisfacer al uno o al otro constituye la elección actual que debemos hacer.

            Esta elección se hace una lucha solapada, que poco a poco va a librarse a pleno día, ante la escena del Mundo, porque DIOS, que es “Luz”, va a asistir hasta el fin (sin ninguna manifestación de Su parte), pero sí de Su Espíritu Santo. Porque el Señor sabe bien cuál será el fin.

El Bien triunfa siempre sobre el mal. Entonces, Jesús continúa sufriendo, dejando a Su Verdad actuar sola. Sólo el tiempo será el juez, cuando haga aparecer Su Nuevo Rostro.

Incluso el hombre de Iglesia (y mucho más él que otros hombres) se encuentra delante de lo que se llama “el problema de esta sociedad”, que se prepara para sufrir a causa de la guerra que va a declararse entre los oponentes que mantienen su elección, tanto de un lado como del otro.

Algunos de la Iglesia actual olvidan “La Palabra” y parecen ignorar que Ella es “DIOS-VIVO”.

Y si un día bastante lejano, “para algunos que ya la olvidaron”, Ella fue crucificada, es todavía por esos mismos que la consideraron culpable, que Jesús, la Palabra Viva del Padre, todavía se ve condenada hoy, condenada por la misma Ley. Esa misma LEY que Él hizo valer sobre el Monte Horeb (Sinaí).

 “El Decálogo” que Él confía a Moisés, para todos los hombres de la Tierra, es la Palabra de DIOS y Ella es inmutable, (no se puede servir a dos Dioses a la vez).

En cuanto al jefe de Su Iglesia sobre la Tierra, Su autoridad, aquí abajo, procede de DIOS.

El Papa rinde fidelidad a la Palabra de DIOS, a todos Sus mandamientos y a Su santa LEY. Siendo el Representante de DIOS sobre la Tierra, él debe proceder hacia los fieles de la Iglesia de Jesucristo, sin cambiar una iota de la Escritura que DIOS ha dejado en herencia, “para seguir a nuestro Papa, fiel a DIOS y a Su LEY”.

Así cuando Juan Pablo II consiguió en su Pontificado devolver Sus hijos a DIOS, tal como lo habría hecho una Madre en su dulzura, todos comprendimos que DIOS había dejado actuar a Su dulce Mamá en la elección de este Papa, en ese Tiempo cuando ya se realizaba la cosecha de la Gracia.

            Fue el Papa de María, elegido en 1978. ¡Por favor, hablemos con respeto de nuestros Papas! ¡Nosotros debemos amarles y ayudarles!

En cuanto a nuestro Santo Padre Benedicto XVI, se ve en Él, en esta elección, “La Mano del Señor”.

El Señor me dijo: “¡Este Papa va a sufrir mucho! Se quiere tomar “Su espíritu como rehén”.

Comprendemos que esta no es siempre “la fuerza” que triunfa en cada oportunidad, la potencia se encuentra en otro lugar. ¡Nuestro querido Papa ya no se encuentra en el mismo decorado que aquél en que desenvolvía Su predecesor, y él lo sabe!

            Si “los caminos del Señor son impenetrables”, ellos ya no lo son para él.

            Había que enderezar la barra, que por las circunstancias debía levantarse mucho más alto… ¡Porque ahora los lobos voraces vuelven a la carga, creyendo dispersar a este hermoso rebaño, que se durmió inconsciente del peligro que acecha a todo “el aprisco”!

            Nuestro Papa sabe que en esta circunstancia haría falta tener “una mano de acero, en un guante de terciopelo”. ¡Su elección ya está hecha y no cambiará jamás! (Para Él, es la calidad la que siempre dominará sobre la cantidad). Él va a actuar SOLO o casi, como Su Modelo JESUCRISTO (con los Apóstoles puestos a prueba).

            Los lobos vendidos al Maligno tratan de dirigirlo hacia la catástrofe, haciéndole entrever cuántos creyentes más tendría en Su Aprisco, si procediese a abolir ciertas leyes por ser demasiado restrictivas… tales como las referentes al aborto, la eutanasia, el matrimonio de los homosexuales y la adopción de niños por parte de éstos… Toda cosa defendida por DIOS.

De repente, los representantes de los Apóstoles de nuestro Señor quieren ponerse al corriente… Quieren casarse para que no hayan más sacerdotes pedófilos (¡Señor! ¿Quién los llamó a ser sacerdotes?...) Este sacerdocio que merece un carácter respetable, una devoción heroica, tanto en sus deberes religiosos, como con los más débiles, los enfermos, los pobres…

Pero Jesucristo hoy emplea los remedios puestos un poco de lado, frente a la urgencia del mal vigente que se despliega por todas partes. Poco a poco se juega esta partida de ajedrez.

Los nuevos peones salidos de su familia cristiana son los jóvenes… Esta es la reserva de Jesucristo.

Se les llama “los Legionarios de Cristo”. Ellos son para DIOS y para Su Papa. Dicen como todos los verdaderos cristianos: ¡la FE, ni se compra ni se vende! Se cultiva en los hogares que guardan los mandamientos de DIOS y el amor al prójimo.
            Y el Señor añade a esto: “¡Poned mucha atención! La FE es una semilla que cae de Mi alforja sobre el trayecto de Mi camino. ¡Agachaos para recogerla! ¡Sed humildes!

JESUCRISTO