VIENE MI DÍA, EN EL QUE MI VERDAD HABLARÁ POR MI PAPA

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16 de junio de 2012.

 

 

            Desde esta fecha, 16 de junio, Dios nos ha prevenido…

 

            El tiempo se detiene un momento… dejando a DIOS hablarnos por un instante. El Soplo de DIOS viene a penetrar en cada uno, renovando así Su Llamado incesante… “¡Escuchad todos! ¡La Luz viene de la sede de San Pedro!”… Ella parpadea en estos días, como si quisiera apagarse, mas Su claridad primitiva le impide zozobrar. “¿Son tan despreciables que ponen en duda el propio valor que Yo le he dado?” exclama el Señor, a quien, de todas partes, los Ángeles llaman para que venga cerca de “este Hijo” que se apaga como una llama sin aire, a quien se le quiere retirar la “Vida de DIOS” que vive en Él…”

            Sin embargo, la lucha solapada continúa y de todas partes se le asalta y se le persigue. Es una carrera loca. Se quiere, de tal manera, que sus pies queden fuera de esos muros, le arrastran y Él no sabe adónde…

            Y nunca se ha visto una lucha así de solapada, que quiere pasar por encima de Aquél que avanza hacia DIOS para decirLe:

            “¿Qué he hecho contra Ti, Señor, con mi pobre corazón que brota en lágrimas ante Tu Misericordia? ¿Qué he hecho de mal que mi espíritu no lo sabe? ¿Te habré abandonado, en aquello que ellos sostienen para poder juzgarme?

            Ante Ti, Señor, de rodillas, yo Te imploro… Mira mi alma que no Te puede mentir… ¿Seré yo culpable?... Y sin saber de qué… ¿Se me puede juzgar? Mis manos son como mi corazón… ¿No pueden ellas más tocarte, cuando en la Santa Misa se elevan con Tu Divino Cuerpo y Tu Preciosa Sangre, hacia Tu Padre que Te bendice todavía por Tu Maravilloso Don de AMOR, hacia todos Sus hijos, Tus hermanos?

            Y Tú, Señor me dices aún:

            ¡No temas! SOLO Yo te conozco. Tu debilidad está en tu cuerpo fatigado. Pero tú eres Mi hijo fiel, al que de todas partes no se deja de atormentar y de acosar hasta lograr tumbar, contigo, al Reino de Mi Iglesia por tierra… ¡Pero no temas! Mi Iglesia verdadera viene CONMIGO y como YO, Su Reino no tendrá FIN. ¡YO SOY LA IGLESIA!

           

Hace falta que el grano caiga en la tierra, para dar abundantes frutos.

 

            “Será desde lo alto de los Cielos, con Nuestro Padre, que verás el comienzo de la Renovación de la Iglesia, la Iglesia Nueva y eterna. ¡Soy YO quien te habla! Ellos han hecho lo mismo CONMIGO, e igual que contigo, a otros, y se les llama:

 

“Los Mártires de los Nuevos Tiempos del Reino de DIOS con los Hombres”

 

            Vosotros estáis en la Santa Gloria de DIOS, la que une a los hombres con DIOS, el cimiento de la Iglesia Nueva que une la Antigua a la Nueva Alianza, por el Reino Universal de DIOS con los Hombres.

 

En Jesucristo, Vuestro Salvador

Amén

 

            Y he aquí que nuestro DIOS, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, todavía nos dice:

            “¡Se herirá al Pastor para que se dispersen las ovejas del rebaño!”

            “¡Cuidaos del Enemigo!”

 

            Este es el anuncio de DIOS, por medio de Jesucristo, a Su Papa:

            “¡Se quiere tomar tu Espíritu como rehén! Pero será Él, este Espíritu Santo que DIOS te ha dado, quien hablará por ti, pues Yo estoy en Mi Padre sobre MI CRUZ, así como Yo lo hice sobre Mi Cruz con TODOS en MI. Es así como os asemejaréis a Mí… yendo hasta la CRUZ CONMIGO”.

           

¡Bendecid, Señor, a todos los que esconden en su corazón vuestra CRUZ de sufrimientos! Sólo Vos, Señor los conocéis y reconocéis entre los lobos de estos Tiempos del Fin.

Jesús de Nazaret, Señor y Rey.

 

Al pie de la CRUZ, estaban Juan y María, Mi Santa Madre, con las Santas Mujeres y todos vosotros, Mis queridos hijos de la Santísima CRUZ de AMOR.

Amén

 

Jesucristo, en el Padre, con el Espíritu Santo Consolador.

Con todos Mis queridos hijos de la Santísima CRUZ de AMOR.

Amén