ROGUEMOS QUE DIOS INTERVENGA ANTES

QUE EL HOMBRE: Señor, ¡SALVADNOS!

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7 de junio de 2012.

Corpus Christi

 

 

 

            En el siglo XIII antes de Cristo, Jericó –fortaleza inexpugnable- cae en manos de los Hebreos (debido al derrumbamiento de sus muros por el ruido de los trompetazos de los Hebreos), abriendo así un nuevo paso sobre la ruta de Jerusalén.

            Jerusalén quedó en manos del Rey David en el siglo X antes de Cristo.

            Toda historia es escrita por los hombres que participaron en esos hechos, ¡es cierto! Pero todo es obra de DIOS, concebida por Su Espíritu Santo y erigida en Su Palabra. Nada se debe al azar, todo viene de DIOS. Así mismo, escucho aún a Jesús, mi Dulce Señor, decirme:

 

            “El último acto de esta tragedia, que se representa en este momento en el escenario del mundo, será el resultado de la elección del hombre”.

            La voluntad de toda la Humanidad actual será entonces Una, y Un solo HOMBRE responderá en Nombre de todos. Vosotros veréis la destrucción de Todo lo que existe actualmente, es decir, el restablecimiento de Todo en la Santa Voluntad de DIOS. La única pregunta se plantea sola, ¡pero vuestra respuesta concierne a toda la humanidad!

            Es bello comprender esta verdad: todo está en DIOS, el pasado, el presente y el futuro; el Tiempo de DIOS es una larga cinta, sin comienzo ni fin. Mas en lo que se refiere a nuestro Tiempo (este Tiempo del Fin), ¿dejaremos nuestra parte de la cinta desplegarse en el más grande de los caos, por no haber escogido a DIOS en primer lugar, implorándoLe venir en nuestra ayuda para hacernos atravesar este Mar Rojo que será la Purificación final, para entrar en la tierra prometida?

            Este tramo de camino puede ser muy duro y hasta fatal, al dejar al hombre tomar la iniciativa de conducir al Pueblo de Dios. ¡He aquí el Tiempo que estamos viviendo hoy! ¡Piedad para Vuestro pueblo!

Si  Dios deja hablar a “Su enviada” en Su lugar, no puede decirle que hable sino en Su Nombre y si su boca se abre a una mentira, ella se destruirá por sí misma. Cuando Jesús afirmaba que Su Juicio era conforme a la verdad, los Fariseos no Le creían.

El mundo de Abraham reconocía a DIOS en Su Palabra. Luego, será en la zarza ardiente donde reconocerán Su Voz. Así ellos estaban en comunión con el Dios Único y verdadero, mediante Su Palabra, que es la expresión de Su Pensamiento. Por consiguiente, este verbo que se expresaba era LA PALABRA DE DIOS y era así la expresión de Su Pensamiento. El Espíritu Santo de Dios es entonces Su actividad intelectual: Su Inteligencia.

¿No ha sido el hombre hecho según este Modelo inicial, que es Su mismo Creador? Dios dijo: “hagamos al hombre a Nuestra Imagen”.

He aquí que, desde la Creación del hombre, Dios habla de Sí Mismo en plural… Vosotros también podéis, cada uno de vosotros, hacer lo mismo, sin deformar vuestra identidad. Así como el Padre, cada hijo tiene un espíritu y tiene un verbo para expresarse. El individuo, su espíritu y su palabra, es siempre un solo hombre, pero tres en uno para poder decir al otro: “¿acaso me comprendes?”. Nuestro Dios no es más anormal que tú. Y tú ves ahora que puedes añadir para ti, tanto como para mí, este abrigo de carne, que no contará más cuando –pronto- todos hayamos nacido del Espíritu, tal como nacieron sin pecado la Bienaventurada Virgen María y Nuestro Señor, que viven sin carne pero en espíritu, en los Cielos de Gloria.

He aquí lo que esperamos para pronto. Tal como Jesús lo confirmó a Nicodemo –para vivir con DIOS, como Jesús y María-: “vosotros debéis nacer de nuevo del Espíritu”.

Aunque muchas cosas traban la Verdad de Dios, todo se explica. Nuestra alma formada por Dios en Su Espíritu Santo, ha nacido (ya en el magnífico proyecto de Dios) cuando Nuestro Señor, todavía en el estado de Verbo de Dios, crea con Su Palabra toda la creación en el eterno presente de Dios. El Verbo de Dios todavía no era carne porque el tiempo de la Encarnación de Jesús todavía no había llegado. Hablamos todavía del principio, del tiempo de Israel con YAHVE - el Padre - y cuando los hombres, tanto Judíos como Árabes, del Antiguo Testamento estaban reunidos con el Dios Único - siempre 3 (en Su Espíritu y en Su Verbo o Palabra). Esta expresión tan simple de explicar, fue la causa de la formación de varias religiones, y todavía es el punto crucial que origina todas estas guerras de religiones entre los países de judíos y árabes - en donde han nacido tantos hombres con una inteligencia “sin igual”, desde ese tiempo, porque de muchos de los descubrimientos producto de su trabajo, nuestros investigadores han continuado, para lograr todos estos inventos que han hecho nuestro “siglo de maravillas”.

Entonces nos planteamos la cuestión: Por qué estos hombres con un espíritu tan elevado en las ciencias humanas no pueden comprender que la PAZ, tanto como todas sus invenciones pueden explicarse, pueden dejarse comprender, ya que un simple mensajero de Dios está allí para deciros: “Sabed por qué todo este mal todavía persiste sobre nuestra tierra”.

Para nacer de nuevo del Espíritu Santo nos hace falta una Madre; y así como Jesucristo nos lo recomienda, en toda ocasión en que nuestro “Sí” sea verdadero, como en nuestro bautismo, nuestra comunión y ahora para este nuevo nacimiento, que va a hacer desaparecer para siempre el hombre viejo que todavía vive en nosotros.

Entonces, a los indecisos y todos aquellos que se plantean tantas interrogantes: “no tengáis miedo”, decid, al igual que en el “Sí” de vuestra Comunión y de vuestra Confirmación: Sí, yo creo en DIOS que es PADRE, que  es HIJO (por Su Verbo), que es Espíritu Santo (por Su Espíritu).

 

“Sí, yo quiero vivir la Vida eterna en DIOS”.

 

            Y así se renovará la Promesa que Jesucristo hizo a Su Madre al pie de Su Santísima Cruz:

“Madre, he aquí a Tus Hijos”.

           

Y vosotros escucharéis:

“He aquí a tu Madre”

 

            Diréis:

“Sí, gracias, Mamá María”

 

            Enteramente habitada por el Espíritu Santo, que es Su Esposo, María, Madre de DIOS y Madre de los Hombres, cerrará entonces el último Evangelio de María, que está en espera delante de DIOS y de los hombres.

            Todo será cumplido cuando la Iglesia de Jesús toque las campanas de la Nueva Pascua.

Es la Resurrección del Hombre, con su Nueva Tierra.

 

            Cuando DIOS regrese, ¡los hombres comprenderán cuán fácil era amar a DIOS sobre todas las cosas!

 

Jesús, María, José y toda la Humanidad en DIOS.

Amén