LA TRANSFIGURACIÓN DEL HOMBRE
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8 de marzo de 2012.
San Juan de Dios
El Mundo actual se renueva… Él prepara esa
Tierra Nueva que, con sus habitantes, va a formar: el Mundo Nuevo en la Gloria de DIOS.
Esta Vida futura es imagen de la
vida que tenían Adán y Eva en el Edén, antes del pecado original. ¡Todos los
hombres serán a Imagen de DIOS!
El Divino Alfarero está manos a la
obra. Todo está dirigido por Su Mano. Todos serán modelados para “Vivir la Vida
Eterna” que DIOS ha prometido a todos Sus Hijos merecedores…
La “Nuez” va a dar lo mejor de sí
misma: como el interior de esta fruta, el hombre Nuevo ha estado protegido en
el interior de su carne… Todas las almas son divinas. DIOS no retira
nada del cuerpo humano, ¡Él lo transforma! Todo ya está previsto para este
nuevo cambio que se llama: “la Vida Espiritual”.
Para vivir con DIOS por este Nuevo Nacimiento, Jesucristo informa primero a Nicodemo: “Vosotros debéis volver a nacer de nuevo, si no, ninguno puede ver a DIOS ni vivir con Él”.
Nosotros renaceremos con nuestro mismo
cuerpo, devenido espiritual. La carne ha pecado y DIOS la va a
transformar por medio de Su Espíritu Santo. El Hombre va a vivir su
propia Gloria a Imagen de su DIOS, así como Jesús mostró Su Gloria ante Sus
Apóstoles, aún no glorificados…
Vosotros os veréis, unos tras otros, Vosotros los Benditos de Mi Padre, entrando “totalmente luminosos” en la Santa Gloria de DIOS.
Es la Puerta del Cielo que se abre, porque en ese momento, la Tierra será como el Cielo. Ella habrá tenido primeramente, esa transformación divina. Ella será entonces, el joyero que acogerá al “Hombre de la Transfiguración”. Es decir, a todos aquellos que son llamados por DIOS, para vivir esta Vida preparada desde siglos por Aquél que Es Padre, que Es Hijo, en el Espíritu Santo.
Vuestro DIOS Eterno. Amén.
La Transfiguración se efectúa como una “Construcción”, que se levanta poco a poco, y volviendo de repente la cabeza: ¡“Ella está elevada”! Todo esto mientras caminabais viniendo hacia Mí…
Ese camino que queda por recorrer ya está en la Luz. Vosotros os despertaréis en una “Luz deslumbrante” que ya es la VIDA Nueva con Vuestro Padre de los Cielos, con Todos Aquellos que os han amado ¡y que os esperan con una impaciencia hecha Alegría!
Entonces, el Señor os dirá:
Hijo Mío, hete aquí en tu casa. Todo está cumplido.
Los verdaderos desaparecidos, a los que no encontraréis más con DIOS, dice El Señor, fueron sólo actores de paso… Ellos no pueden existir en esta Nueva Vida, que es la VIDA en DIOS. Amén.
Jesucristo, VERDADERO DIOS y VERDADERO Hombre.
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