YO VENDRÉ COMO UN LADRÓN

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24 de febrero de 2012.

Hija Mía, la confianza en todo lo que emprendas para servir al Señor, será tu garantía. Las cosas que se han comenzado, deben terminarse. Ellas durarán hasta el fin y ahí estará la garantía de tu confianza:

“La Confianza en Mi Santa Verdad”

Es necesario disuadir a aquellos que han tomado el camino de la somnolencia esperando que todo termine, que todo suceda durante su sueño… ¡Porque entonces, “El Trueno” los sorprenderá en su indolencia, y todavía se despertarán adormecidos, en medio de una gran “Tormenta” llegada de improviso! Dichoso el obrero que se duerme después de haber cumplido su trabajo.

Porque Yo vendré como un ladrón…

La Tribulación vendrá en medio de un gran desorden. Los Preparados no lo sentirán. Jamás la confusión habrá golpeado tan fuerte a los que todavía dudan de Mi Regreso entre vosotros. Ayudaos entre vosotros para estimular a los indecisos (¿aún se consultarán entre ellos?). ¡Desconfiad, porque entre tanto, el Tiempo transcurre inexorablemente!

“Los mayores serán tan ágiles como los jóvenes”

Esta metamorfosis increíble se acelerará con la Fe, la Esperanza y la Caridad. ¡DIOS os dará tal coraje, que las mismas piedras hablarán! La Voluntad llegará por el impulso que os vendrá del Cielo. ¡Porque la Alegría inunda a los Habitantes del Cielo! (Rogadles).

Jamás nadie ha podido comprender de qué modo esto puede llegar, porque nadie lo ha sabido antes, y este modo es único (como DIOS).

¡Qué decir sobre una tempestad, sobre una tormenta súbita que llega de improviso y que es acogida porque representa algo que todos nosotros teníamos grabado en nuestros corazones, que van a descubrirlo al instante!

“Es el Evento que esperamos, que nuestras almas esperaron desde siempre”.

Este Llamado, que llega ya totalmente preparado, es único. ¿Sorprendidas? No. ¡Maravilladas estarán nuestras almas!

Concedeos, cada uno, un tiempo de reflexión para lograr comprender cómo será la Venida del Señor. ¡Ninguna imaginación, ni siquiera la más fértil, puede llegar a hacerse una idea! El Aire estará perfumado con el AMOR. Respirándolo, vosotros lograréis percibir ya que el Tiempo acaba de cambiar. La Luz rechazará todo cuerpo agitado por el temor. La Esperanza realizará Su Sueño. ¡Todo ya estará allí, reunido, y nadie dudará más que Aquél que acabáis simplemente de percibir, porque viene sobre las Nubes, ya nos envía Su Resplandor de VIDA – Sí, de Vida Eterna!

La consolación del Mundo Entero sólo puede ser tan conmovedora como los primeros que Me han consolado, porque por ellos y para ellos: el Señor ya adelantó Su Venida, porque Vivir sin la Luz de vuestro Señor, es vivir en una muerte lenta… Yo Soy la Esperanza de esta Única Verdad: “sólo DIOS puede amar a todos Sus Hijos como Su Hijo Único, que Es DIOS, por los siglos de los siglos, Es amado por el Padre”. Amén.

JESUCRISTO, Vuestro DIOS Consolador

JNSR: Señor, ¡me quedaré todo el día si es necesario para escribir Vuestra Palabra!

No tengas miedo, todo esto llegará a tiempo tal como Yo lo deseo… Yo te sugeriré punto por punto lo que debe hacerse. ¡Poco a poco, llegaremos a tiempo! Serán informados todos los que deben participar, en primer lugar.

Ajustaré el menor detalle y os tendré informados, porque DIOS informa siempre a Sus Servidores de todo lo que se prepara… Sólo Mi decisión toma el primer lugar en vosotros; vosotros Me seguís por todas partes donde os lo pido. Porque vuestras almas ya están dispuestas a Mi servicio.

Este trabajo, estamos tejiéndolo todos a la vez, Conmigo. Yo te hablo de “Mis Llamados”. Agradecerás a tu Sacerdote, porque hace falta que Mi Iglesia se despierte pronto. ¡Yo lo llamaré, no tengas miedo de ello, porque DIOS está a cargo! Las ovejas deberán entonces ser tan fieles como los Sacerdotes, que así Me estarán totalmente consagrados. El canto de los Ángeles acompañará esta gran metamorfosis, porque:

“Ellos la esperaban desde hace largo tiempo”

El Cielo es como la llegada de una grande y maravillosa boda: la de Cristo con Su Iglesia, y de Su Iglesia con todos sus fieles…

“Sí, puedes llorar de Alegría”. ¡La Paz está en esta Unión recuperada! Jamás, en vuestros espíritus, habéis visto Acontecimiento semejante:

“Como el de los Nuevos Esponsales del Cielo y de la Tierra”.

Bendice, Oh Alma Mía Todos los Beneficios de DIOS. Amén.

JESUCRISTO, Salvador de las Almas

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