SANTA MARIA, MADRE DE DIOS Y MADRE DE LOS HOMBRES

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17 de diciembre de 2009.

En Vuestra Ternura infinita, Vos sois Madre y la Reina de los profetas.

En el Nombre del Señor, DIOS Todopoderoso, Madre de Toda gracia, habladnos por favor.

MARIA:

Sí, Yo vengo a hablarte. Yo vengo a confirmarte este escrito.

DIOS, con todo el Cielo, viene a salvaros. Vosotros estáis en gran peligro.

Hija Mía, llama a todos en Nombre del Señor, para que se reúnan y te escuchen. Eres la voz en la cual DIOS Se introduce para dar fuerza a todos aquellos que te oirán y que repetirán lo que DIOS te ordena decir.

Sé obediente y fiel, porque todo es verdad. Yo estaré a tu lado en esta proclamación urgente. Tú dirás: … “La Madre del Perpetuo Socorro se acercó a mí, para certificar TODO lo que DIOS me ha dado hoy”.

Yo Me desvelo por todas partes para preveniros, porque el tiempo, en el reloj de arena del Mundo, fluye vertiginosamente.

Hija Mía, presta atención a las palabras que repetirás. Yo estaré contigo. La información será escuchada por todas partes. Yo te prometo que esto se hará. Tú hablarás acompañada por Mis Ángeles, que te apuntarán hasta la última frase que pronunciarás ante esta asamblea de elegidos, porque las gentes vendrán de todas partes y de muy lejos.

Yo vengo a ti en el Nombre de tu Jesús de AMOR.

Hija Mía, no defraudes jamás a tu Jesús. SéLe fiel. EscúchaLe. EscúchaMe. Habla, Nosotros te guiaremos; es muy urgente.

Tu Mamá María,

Madre de DIOS y Madre de los Hombres. Amén.

Cree con todas tus fuerzas. Nosotros te amamos.

Virgen María del Perpetuo Socorro.

Amén.

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