HE AQUÍ PORQUÉ, VIENE EL 4º EVANGELIO DE MARIA

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27 de noviembre de 2009.

JNSR:

¡Oh DIOS mío!, ¿qué es este Poder y esta Grandeza que desciende en mi corazón?

JESUS:

“Es el Tiempo de María, Mi Santísima Madre, y el Tiempo del Espíritu que vive en Ella en plenitud”.

Todo lo que vendrá a tu espíritu, será la realización misma del “Magnificat”.

“Por Ella, el Señor va a hacer Maravillas, Santo es el Nombre de DIOS en el de María”. Vosotros veréis, entonces, a quienes DIOS ha escogido para construir con Él “la Nueva Tierra con Sus Nuevos Cielos”.

Los llamados vendrán de todas partes, con trabajo para todos.

- Yo no reconstruyo sobre las ruinas.

- Yo construyo el Nuevo Mundo retirando, antes, toda traza de lo Antiguo.

- He aquí que viene la Obra de DIOS, que va a dirigir a los obreros que ya están en acción, para volver a formar con DIOS: “las bases divinas que no se hundirán jamás”.

La Roca va a tomar Su Lugar. Sobre Él se levantará esa Tierra Nueva, en cuya Edificación participará todo hombre llamado por DIOS.

Jesucristo, el Viviente. Amén.

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Este Evangelio terminará al mismo tiempo que los eventos que marcan la marcha de este Tiempo hacia el fin, eventos que comenzarán a desaparecer, para dar lugar a la aurora del Tiempo de Gracia Divina.

DIOS envía a Su Santa Madre para anunciarlo, como Ella lo hizo para anunciarMe a aquellos que ya Me esperaban: los humildes pastores, aquellos que hoy, son también los guardianes de Mi rebaño.

Todos vosotros que les buscáis en:

- el olvido de los espinos del pasado,

- en el fango donde se resbalaron,

- en el olvido donde han querido estar prisioneros,

Continuad buscándolos porque, sin ellos, DIOS no puede manifestarSe. Él ha prometido a Su Padre devolvérselos.

Yo pondré ante cada uno de vosotros las indicaciones necesarias, porque ahora vosotros sabéis hablar y oír a medias palabras, el proyecto de DIOS, incluso en parábolas. No temas, tú participarás en Mi Obra. ¡Porque Yo la habré escrito en ti!

Ve hija Mía, agradece cada día a Aquél que ya te ha hecho a la imagen del sufrimiento del Resucitado, totalmente entregada a Su Amor sin mancha. AgradéceLe por lo que Él ha hecho de ti.

Yo soy tu Madre que te bendice.

María, Madre de DIOS y Madre de los Hombres.

Jesucristo, el Bien Amado.

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