COMENZAD A HACER Y YO HARÉ

ES EL ALLANAMIENTO DE VUESTRAS DIFICULATADES

LA CIVILIZACION DEL AMOR

(Continuación)

18 de septiembre de 2009.

 

 

JESUS:

            El Señor está con vosotros. Hoy, la inteligencia que Yo os doy, es la llave que abre esa Era de Paz, de Alegría y sobre todo, de AMOR.

            El hombre debe, en primer lugar, crecer interiormente y madurar como un fruto agradable al gusto y a la vista, bajo el sol de DIOS.

            El Árbol de vida, completo, debe estar orgulloso de haber creado de tales árboles los frutos generosos, tanto al gusto como a la vista, porque la belleza interior debe transparentar en toda planta.

            La semilla del fruto debe ser preservada de todo mal, porque ella significa la reproducción de muchas plantas a su imagen.

            El Hombre ha inventado demasiadas máquinas superfluas, que le roban la motricidad. El pasa a ser imagen de esas máquinas: un autómata, un robot multipropósito, sin voluntad.

            La automatización ha arrojado a los operarios fuera del camino de los trabajadores manuales e intelectuales. Incluso los niños son robotizados.

            En todas las funciones humanas, tanto en el dominio de la cocina como en el de la industria o del cultivo de los campos, el hombre y la mujer, están robotizados, se han dejado encerrar en las máquinas.

            Los hijos de este Tiempo están en vías de reemplazar a sus padres, a toda su familia y a todo su ambiente, por un “grupo virtual” en Internet, que le ofrece una nueva familia, mucho más interesante y más a su gusto. De este modo, nadie les obliga a cumplir su principal deber, el de “la obediencia”, deber que han de cumplir mientras vivan en la casa de sus Padres.

            Este deber tiene que traducirse, en primer lugar, en el respeto hacia su Padre y su Madre, en su obediencia y tomando parte en la vida de la familia, así como en la de la escuela, y en la participación que cada uno debe aportar para con el prójimo, con la ayuda y con el natural respeto.

            Cada ser humano es responsable de esta cadena vital, que es la razón para estar en este Mundo.

            Cuando se deja de ser útil y se pierden todas las cualidades que hacen de cada ser humano “un eslabón de esta cadena humanitaria”, que existe sólo por la Santa Voluntad de DIOS, esta cadena se convierte en el collar de una emperatriz. Aunque sea el más lujoso y de precio incalculable, si pierde una de sus perlas, esta arrastra a todas las demás en una caída que les es fatal; el collar se deshace, las perlas se pierden.

            Tal como la cadena que pierde un eslabón, el collar ya no se podrá reconstruir y perderá su valor y su fuerza. Todos los eslabones se perdieron. Y como la aspiradora que traga el polvo, todos esos eslabones serán tragados por la máquina.

            ¡El Mundo entero, en este mismo momento, debe reflexionar!

            La Tierra entera está ante un problema que ella misma debe resolver en un tiempo muy corto, si no quiere pasar a ser el terreno de un “ataque procedente de todas partes”. Todo país está amenazado. El Mal puede destruir todo porque los hombres han perdido el sentido de los valores humanos y han llegado al punto de destruir la vida de su planeta Tierra.

            Ellos no pueden pensar más que en el sentido de buscar protección más allá de su Tierra:

ESO ES INSENSATO Y FALSO

 

            Hoy, el Tiempo de la Reflexión que les es concedido está en proporción a su inteligencia, que se ha dejado invadir por la facilidad. Por eso, DIOS está en trance de abrir un camino de salvación, el único que puede salvar al género humano: “Su Santo Conocimiento”.

            El hombre tiene el deber de obedecer a su Señor y su DIOS. Jesús viene a constituirSe como “el Jefe de las Naciones”, que viene, no como Señor sino como Servidor del Mundo pecador.

            DIOS Padre nos envía al HIJO a un Mundo que sólo Él nos puede abrir. Es preciso seguirLe. Es una “evidencia” porque nada más, a partir de ahora, se abrirá a los hombres que han perdido su orientación.

 

JNSR:

            JESUS, nuestro Maestro y nuestro SALVADOR, salvadnos.

 

JESUS:

            Yo estoy junto a ti para guiarte. Escribe, porque se hace tarde.

            Vuestra orientación está en Mí. Seguid Mis pasos. Yo vengo a iluminar vuestra vida y vuestro camino. No volváis vuestra cabeza. Atrás, queda el pasado con todos sus tormentos.

            Yo os abro paso, como abrí el Mar Rojo a Mi Pueblo de entonces. Yo os conduzco hacia esa Tierra Prometida que el Padre os ha destinado. Es la Tierra Nueva, una Tierra de Alegría.

            El sol se levantará siempre sobre ese Pueblo que obtendrá la Santa Gracia de DIOS, a causa del esfuerzo que habrán hecho todos los hijos de la Tierra.

            DIOS vendrá en auxilio de todos los hombres que han hecho su parte de trabajo, ese que DIOS esperaba.

            DIOS espera este cambio, el del hombre que defiende su Tierra, porque es vuestro Señor quien viene a enseñaros el desprendimiento de todo y la repartición en partes iguales.

            Y será después del trabajo hecho por los hombres, cuando el Señor cumplirá ese objetivo que le pertenece, a fin de que, tras la Civilización del AMOR, surja el Reino de DIOS en la Tierra.

            Quedemos aquí, por hoy. Yo os bendigo.

 

JESUCRISTO, Vuestro Salvador.