LA SEGUNDA MULTIPLICACION DE LOS PANES

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14 de septiembre de 2009.

 

 

JESUS:

            Aquellos que Me siguen hoy, son los fieles, los que hacen parte del pequeño resto, como lo dijo Jesús, en la segunda multiplicación de los panes.

            El Señor ha preparado Su Pan para la multitud: 7 panes, siendo siete la cifra de la plenitud. Pero sólo han venido 4.000 hombres.

            Después de tres días, aún permanecen con Jesús, sin comer. ¿Esperan ellos, “con el Señor”, a esos 3.000 hombres que faltan, para comenzar este banquete de bodas? Porque 7.000 eran los esperados.

El Señor nos recuerda entonces, esos tres días de tinieblas después de Su Santa Muerte sobre Su Cruz de AMOR. Jesús fue sepultado en Su tumba, donde Su Cuerpo permaneció por tres días. Fue durante ese tiempo y justo antes de que acabasen esos tres días, que vuestro Señor descendió a los infiernos, que no son otra cosa que esta misma Tierra donde los pecados de los hombres, ávidos y crueles, han hecho sus leyes.

En un lugar de esta Tierra, se encontraba el limbo: un sitio donde las almas de los justos reposaban a la espera de Mi Santa Resurrección. Estaban allí  mucho antes de Mi Santa Encarnación, esperando Mi Santa Resurrección. Dormían desde su muerte. A Mi proximidad, ellas se despertaron a la Vida en DIOS. Esa fue su resurrección. Y antes de que María Magdalena pudiese tocarMe delante del sepulcro abierto, Yo subí hacia Mi Padre con todos los “elegidos del Limbo”, a quienes El acogió en Su Reino de Luz. Allí, Mi Padre confirma Mi Santa Resurrección.

 

Mi Santa Resurrección concluida,

todo estaba cumplido. Amén.

           

Volvamos hasta vuestros tres días de tinieblas, a la espera de vuestro banquete de Bodas, con Jesús, el Esposo de todas las almas. Todos vosotros debéis  estar “libres de todo pecado”.

Serán estos tres días de soledad, donde sólo DIOS, que está en cada uno, será vuestro Confesor. Seréis ayudados por Aquél  que os conoce mejor de lo que vosotros mismos os podéis conocer, porque este vestido, sin mancha y puro como el lino que viste a los grandes Santos, será vuestra alma delante de DIOS, que escuchará en el silencio.

 

El Tiempo de DIOS no es el vuestro.

 

            La última pesca, como la última Resurrección, así como la última Misa, pueden cumplirse al mismo tiempo: “mañana”.

 

Estad preparados.

En el AMOR de DIOS, todo es presente.

JESUCRISTO.