ES SOBRE LA ROCA (Jesús), DONDE TODO DEBE CONSTRUIRSE

Domingo, 2 de agosto de 2009.

 

 

Hoy, en la Santa Misa: Evangelio de Jesucristo según San Juan (6, 24-35)

 

JESUS:

            Amén, amén. No fue Moisés quien os dio el pan venido del Cielo, es Mi Padre quien os da el Verdadero Pan venido del Cielo. “El Pan de DIOS es aquél que desciende del Cielo y que da la Vida al Mundo”.

“Yo soy el Pan de VIDA. Aquél que viene a Mí ya no tendrá más hambre; quien cree en Mí, no tendrá más sed”.

Yo os lo digo, en verdad, retirad la piedra angular y todo se desmoronará.

He aquí que ellos han comenzado a construir ciudades nuevas, en un País que aún no ha renovado su faz. Ellos no quieren a DIOS y han anticipado el Plan de DIOS, sin tomar en cuenta  la hora que el Señor escogerá para comenzar Su Obra Divina y humana, concebida en el pensamiento del Padre.

¿Qué pasa a ser el hombre sin DIOS?

§         Un hijo huérfano.

§         Un ave sin alas.

§         Un pez sin aletas.

 

“Y entonces”, responde el hombre burlón, “la causa es semejante”.

“No”, dirá Jesús, el Señor de la Vida, “esta causa no tendrá ningún efecto. Yo soy la Causa, Yo soy el Origen de Todo”.

En este Mundo, no se puede actuar antes que el decreto sea oficializado; tal es vuestra ley humana, y vosotros la respetáis. Es justo seguirla, porque es vuestra Sociedad la que crea sus leyes, en la tierra, y no obstante, vosotros no Me escucháis.

Esas ciudades nuevas, a las que se les ha retirado la piedra de los constructores y sobre la cual los muros, junto a todo el edificio, se deben asentar, esas ciudades, esos países que no pueden existir sin la Santa Palabra del Señor, van a desaparecer: la causa sin efecto se desmorona y nada puede continuar viviendo y existiendo. Pero lo que viene de DIOS no puede deshacerse ni desaparecer. “Acordaos siempre que Yo Soy el Alfa y la OMEGA”; solo Yo soy quien puede dar la orden de partida para comenzar esta obra, porque todo se encadenará a continuación. Todos los Países comenzarán al mismo tiempo. Todo surgirá al mismo tiempo y todo acabará al mismo tiempo.

Tal será la Gloria del Señor.

Tal será, también, la de cada pueblo y de cada hombre en DIOS.

Creed en Mi Divina Palabra.

 

            Como los pasajeros, que no pueden abordar el barco hasta tanto no haya llegado al muelle, lo que es normal, los futuros habitantes de esta “Nueva Tierra” están a la espera del llamado de DIOS, que es esencial.

            La Verdad estará en esta Luz que envolverá todo. Será nuevamente el Viento del AMOR el que vendrá a guiar a cada uno.

            Cuando el hombre tome parte en este gigantesco proyecto, ya no estará solo: Invisible, la Santa Presencia de Cristo estará por todas partes donde el hombre sea llamado.

            La obra se hará tal como el Señor ya la ve hecha, y será cumplida en el Tiempo acordado por DIOS porque, si bien todo el trabajo se hace a la vista de todos, él se cumplirá como en un sueño. Todos se reconocerán en esta realidad que es la de vivir con DIOS. “En un abrir y cerrar de ojos, el Mundo entero estará en esta Tierra Nueva”. Todo será transformado al mismo tiempo: la ciudad con el hombre, el hombre con la naturaleza.

El Hombre, conforme a esta Nueva Vida,

se encontrará con su cuerpo,

conforme a su alma y a su espíritu.

 

            Todo se cumplirá en un aire de fiesta, un aire de música, de colores, de alegría. Tal será la primavera eterna, en la cual todo se despertará en un día nuevo y en un modo de vida inimaginable en nuestro tiempo actual. Porque este tiempo habrá huido con todos sus males, sus ignominias, sus mentiras, su perversidad.

            Este tiempo actual no existirá más, así como todas esas ciudades nuevas que el hombre ya ha construido, retirando la piedra de los constructores, así como todas esas construcciones terminadas o en vías de serlo, con los muros, con cada edificio que deba ser levantado.

            Estas ciudades son intrusas nocivas que son levantadas sin querer esperar a DIOS. Así, en un abrir y cerrar de ojos, ellas serán abatidas y reconstruidas en el Amor de DIOS. En el centro se elevará Mi Iglesia, “La Representante del Señor”. Fiel, Ella tendrá sus puertas abiertas, y desde su más temprana edad, vendrán los niños. Y a lo largo de las horas, las campanas tocarán, para dar gloria a DIOS.

            Sólo los libros que serán preservados, quedarán como Testigos del Tiempo pasado, porque los hombres olvidarán lo que fue este Mundo vanidoso y sin Amor, porque Nuestro Creador fue olvidado.

 

Jesucristo

en el Padre y el Espíritu Santo. Amén.