EL
ESPIRITU SANTO DE DIOS NOS HABLA
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29 de
julio de 2009.
Santa Marta
La
desobediencia, causa de todos los males.
JNSR:
Esta
mañana, a las 6 horas, me iba a levantar de la cama. Fue entonces cuando tuve
la sensación de que debía permanecer aún acostada. Entonces vi
como una niebla que envolvía la habitación, y en medio de este vapor, vi todo lo que sigue:
Estoy en el Pensamiento del
Altísimo. Me encuentro en el interior del Espíritu de DIOS y todo lo que voy a
escribir, DIOS lo escribió en un libro con letras de oro.
El DIOS de la Santa Biblia me hizo
sondear Su Pensamiento. Yo Le vi de pie, yo oí Su
voz.
Vi
entonces un inmenso torbellino, en un soplo poderosísimo. Acababa de formarse.
Yo no sabía dónde estaba DIOS, cuando escuché: “YO SOY”.
El Eterno era ese torbellino que no
cesaba de agrandarse y que atraía todo hacia El. DIOS me mostraba el origen del
Mundo, comenzando por indicarme que estaba en El, al inicio, y que ha formado
el Mundo, o más bien, Todo el Universo, desde el Principio. En El, el Padre Todopoderoso, en ese
torbellino incesante, como por un imán, fueron atraídos, en primer lugar, el HIJO con el Espíritu Santo, que son
Uno con el Padre.
Comprendí que DIOS, Único y
VERDADERO, era El Solo, desde toda la eternidad, esa familia que se llama “La Santísima Trinidad” de AMOR. Y en
DIOS, ellos no tiene ninguna separación, porque cada una de Sus personas es siempre
(tres a la vez) Un Solo DIOS.
Entonces, en ese torbellino majestuoso, vi entrar toda la extensión del cielo, luego, todas Aguas -
del mar y los ríos, porque eran dulces y saladas -. Luego fue la Tierra y su
vegetación, y los astros, que tomaron su sitio: el Sol para el día, la luna
para la noche con todas las estrellas. Luego DIOS hizo entrar en Él a las aves
del cielo y los animales de la Tierra y todos los que pueblan el mar y las
aguas de las montañas.
En esta Creación tan bella, el
Eterno pone a la obra maestra de toda Su Creación: “la primera pareja de humanos”, primero el hombre, luego la mujer,
y DIOS les confía todo Su Tesoro: la Tierra con todo lo que ella contenía y
todo lo que la rodeaba: los mares, el cielo, el aire. Ellos debían
administrarlo, haciéndolo fructificar y rendir cuenta de ello a DIOS… (Como los talentos de la
parábola del Evangelio).
Aquí
os repito lo que DIOS dijo al hombre y la mujer: …“de no tomar un sitio “superior” al asignado, porque eran sólo polvo y
podían regresar al polvo; de no probar el fruto del árbol del Conocimiento
divino, ya que eso los preservaba de toda tentación y les guardaba en la Santa obediencia a DIOS.
Podían entonces comprender y gozar de toda la libertad que el Eterno les ofrecía,
hasta el momento en el cual serían dignos para realizar, con toda su
descendencia, El Reino de DIOS sobre la
Tierra”.
Entonces vi lo que habría podido ser el “Reino de DIOS con los
hombres”, “esa Tierra Nueva con DIOS”.
Y así comprendí que
faltaba todavía en nuestra época esa “obediencia
primordial”. Comprendí además, que el hombre de hoy no siempre está
consciente de que es una simple criatura del Altísimo, que Toda esta Humanidad
afligida, aún está en Sus manos. En fin, comprendí que DIOS no puede darle
completa confianza, porque el hombre actúa como si fuese el “DIOS, el Eterno, Soberano de Todo el
Universo”.
Todos los hombres deben
superar este estado de ignorancia, que
mantiene a “la Humanidad ciega, cubierta por su manto de orgullo, de poder y de
bravata hacia DIOS”.
Ese
cambio intuido existe en vosotros. LiberadMe, dice
Jesús, Nuestro Señor, y Yo actuaré con cada uno de vosotros, en la Santa
obediencia a DIOS. Será entonces cuando
aparecerá vuestra Tierra Nueva, en los Cielos Nuevos.
Palabra
del Señor.
DIOS,
el Eterno, acaba de hablaros. Amén.
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