¡EL MUNDO ESTÁ SOBRE UN SOLO PIE!

¿POSARÁ EL OTRO EN TIERRA?

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25 de julio de 2009.

Santiago Apóstol

 

 

JESUS:

            En 3 días, tú escribirás todo esto. DIOS ha elegido a Israel para que Su Historia de AMOR, con los hombres, pudiese representarse en el Mundo entero.

 

JNSR:

            ¡Hablad, Señor! Yo Os escucho. Quiero permanecer fiel a Vuestra Santa Palabra.

 

JESUS:

            El presente va a reunirse pronto con el Pasado, como dicen las Escrituras, el Alfa está a punto de reunirse con la OMEGA.

            La Historia de Israel es la Historia del Mundo con DIOS. El Hombre resulta ser el enemigo de sí mismo, porque no escucha, no sabe escuchar la Voz que le habla sin cesar: “Escucha Israel”; sí, Pueblo Mío, escucha Mi Voz: escucha esta Voz que viene desde el origen de los Mundos, donde todos vosotros estabais presentes en el Padre, DIOS Inmortal, que jamás ha dejado de amaros y que os guardaba en El, en Su Seno.

¡Mira, ABRAHAM, estos granos de arena! Tu Descendencia será más numerosa que lo que ves allí, delante de tu mirada: “esa inmensa extensión de granos de arena”.

 

JNSR:

¡No estaba previsto, hasta ese mismo instante, que el hombre se multiplicaría al infinito! Todos hijos de DIOS, nuestro Creador.

            Toda la Humanidad, presente, pasada y futura, en ese preciso momento, fue entregada a ABRAHAM, con la intención primordial de reunir todo el mundo en una misma raza, la misma que sería la del HIJO DE DIOS, de acuerdo a la Elección de DIOS, nuestro Padre. Lo que quiere decir, entonces, que la reunión de DIOS con todos los hijos del Mundo, se hará allí donde nació nuestro Salvador, en esa Tierra de Palestina, la Tierra Prometida. Los Judíos y los Árabes son esperados en primer lugar. Ellos son los primeros hijos de ABRAHAM, “los gemelos turbulentos”. Nuestra peregrinación comenzó allí y se acabará con JESÚS: el Mesías esperado por todos los Pueblos YHShWH”.

Desde esos tiempos lejanos, los mapas fueron enredados por un sinfín de razones, lo que quiere decir que DIOS siempre ha querido hacerSe Amar por Sí Mismo, sin forzar el corazón de Sus hijos predilectos, porque la verdadera Raza de los hijos de DIOS es la misma de JESUCRISTO. Es una raza de sacerdotes, de profetas y de Reyes, porque es una raza Divina.

 

Amén. †