¿CUÁL SERA LA ELECCION DEL HOMBRE?

¡TAL SERA LA ELECCION DE DIOS!

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25 de julio de 2009.

 

 

JNSR:

            Señor, yo me consagro a Vos, en Vuestra Divina Palabra, con el tiempo y todos los inconvenientes que puedan resultar, para darLa al Mundo.

 

JESUS:

El Señor, quien habla, recurre a Sus obreros y Sus obreros de los últimos Tiempos. Mi Obra es inmensa y necesita, para llevarse a cabo, de hombres y mujeres de buena voluntad.

Yo os indicaré el camino y Conmigo, construiremos juntos esta “Vida Nueva”, que es la Creación misma de ese Mundo Nuevo, todavía desconocido incluso por la imaginación del más sabio. No ha habido y aún no hay ninguna persona que pueda imaginarlo y describirlo tal como él será: el Mundo Nuevo.

Perfección en la perfección, tendrá una multitud de detalles que escapan al ojo del hombre de hoy. “Lo Divino y lo Humano” harán una fusión de cosas hasta ahora nunca vistas desde el origen de la Vida del hombre sobre la Tierra. Nada os faltará y nada será superfluo, porque vuestro desastre se basa en una exageración de todo. El Amor y la Misericordia de DIOS son opuestos a este gran desorden de la abundancia no compartida:

“Es la rebelión del Espíritu contra la Materia”.

 

            Si los montes y las planicies pudieran hablaros, les escucharíais decir: “Si caemos sobre las poblaciones y si nos dejamos invadir por el agua, por el fuego, por los vientos, y si la Tierra deja un día de producir, es porque el hombre, a pesar de todas las advertencias dadas por el Cielo, no las ha tomado en cuenta y actúa como el más cruel enemigo de DIOS.

            El Hombre ya no escucha ni los mandamientos, ni las súplicas del “Señor, Amo de los Vientos, del Agua, del Fuego y de la Tierra”. Entonces los montes se inundan, se asfixian con el aire contaminado, se dejan invadir por el fuego o se desploman, mezclándose con el agua en interminables coladas de lodo, que destruyen todo género de vida a su paso. Las llanuras se desertifican, las poblaciones se desplazan, los países de despueblan. Nada sirve para vivir en vuestro Planeta, en las condiciones en que se encuentra ahora.

            Era necesario llegar a este punto para que comprendieseis que nadie puede seguir viviendo en semejante desorden, pues cuanto más busquéis vuestra ventaja personal, más os arruináis. Nadie puede vivir desprovisto de sentimientos de amor, de compartir, de perdón. DIOS ha declarado que toda Vida Le pertenece. Todo espacio está marcado con Su Sello. La más pequeña cavidad está llena de Su Amor, porque la Vida viene de DIOS y donde quiera que haya un espacio, hay Vida”.

 

Palabra del Señor

 

JESUS:

            DIOS no emplea ni la cólera ni la venganza: el hombre se castiga solo. Todo tiene un revés y el del Mal resulta estar cara a cara con DIOS. Yo destruyo lo inútil, en la medida en que el hombre eleva su gloria, porque nada puede resistir a Mi Santa Ley y a Mis Santos Mandamientos. Y en tanto que ellos os sean indiferentes, estaréis opuestos a Mi Santa Gracia, que no puede darse más que en Mi Santa Obediencia y Mi Amor Santísimo.

            Hija Mía, Yo no tendré reposo, ni tregua, en tanto que los hombres sean Mis enemigos. Un padre no puede dar más de lo que tiene. Yo tengo todo para dar, pero Mi Ley es cruel para los que desfallecen. Ella da y Ella quita en el mismo sentido en que el hombre Me obedece o que Me desobedece.

            Si Yo concedo todavía un Tiempo, muy corto, de gracia, es debido a que Mis hijos escogidos obtienen esa tegua que brota de Mi Divino Sagrado Corazón, frente al de ellos, que me suplica dar gracia a Mis enemigos, porque todo hombre que está contra Mis Principios, se declara a sí mismo como Mi enemigo:

            . Tú no le robarás a tu hermano, que ha economizado lo justo para poder vivir, él y los suyos;

            . Tú no matarás al hombre que se opone a tus convicciones, porque es a Mí Mismo a quien tratas de matar y soy Yo quien debe juzgarlo. ¿Quién te dijo que tu creencia es perfecta?

            . Guerras y luchas, Yo no las quiero más. ¡Detened esas masacres! El enemigo está en cada uno de vosotros, cuando asesináis a vuestro hermano. En esta lucha, si frente a ti está tu enemigo, tú eres igualmente el suyo.

            Dios demanda la Paz entre los Países y entre los hombres. Pero los hombres ya no escuchan más Mi voz. ¿Qué hay que decirles? Entonces, en sus casas, oirán el ruido de las armas asesinas mezclado con los gritos de los combatientes. Y cuando se estrechen todos estos aullidos, el sonido de las trompetas se elevará en esta llanura recubierta de sangre, de cenizas, de carne y de huesos. No se podrán contar más los cadáveres sin carne. El horror habrá golpeado muy fuerte, como jamás se produjo en el curso de los siglos precedentes ni en el curso de los siglos futuros, porque el pequeño Resto estará para siempre en las manos del Señor.

            ¡Mirad lo que acabáis de hacer! Cada uno es culpable; son millares de inocentes, los que yacen delante de vuestros ojos horrorizados. El asesino está armado con la máquina de muerte, que ése que yace delante de él, había puesto entre sus manos. Enemigos ciegos de estos dos campos: el uno compró el arma con la cual acaba de matar al que se la vendió. Delante de DIOS ellos son culpables lo mismo que son inocentes.

            Aquí se halla el fin del Reino del Poder y del Dinero, el fin del Reino de ese “Mundialismo” inhumano en el que la más alta Torre del Mundo (la Torre de esta Babel Mundial) iba a elevarse, rechazando a la Iglesia de DIOS y a todos los Países del Mundo porque DIOS, en cada corazón que Le ama, ha elevado Su Iglesia, y nadie puede destruirla.

¿Volverá el Señor en medio de un desierto de lágrimas y de lamentos? El hombre loco perdió la vista y dejó su corazón en el camino. Se perdió en su elección.

Entonces, la Voz del Señor se eleva en este “presente evanescente”, como el alba que surge de la niebla.

¿Vendré Yo antes de que la sangre fluya en medio de esta carnicería?

¿O cuando la trompeta se haga oír?

¡Porque he aquí que Yo vengo! Amén.

 Vais a gritar unidos:

¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven pronto!

 

DIOS ha hablado: ¡Qué el que tenga oídos, oiga!

JESÚS vuestro Salvador

 

Orad, todos juntos.

Ofreced Misas por la Paz en el Mundo

y el Regreso de JESUS en Gloria.