PARA EL
MUNDO QUE DEBE PREPARARSE, DIOS, A TRAVES DE SU ESPIRITU SANTO, OS HABLA
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20 de
julio de 2009.
San Elías
Es muy difícil seguir la Palabra de
DIOS cuando ella cae, como un plomo, sobre el mensajero responsable de la
obediencia que debe observar, para darla tal cual, sin cuestionarla y por sobre
todo, sin deformarla.
Ahora bien, de lo que la Palabra pide hacer o cómo actuar a aquél o aquellos a quienes Ella es dirigida,
el mensajero no es más responsable. Y si no se ha comprendido que la Palabra de DIOS debe ser respetada, el
mensajero volverá sobre ella tantas veces como su corazón, que ha conservado
esta Información Divina, se lo mande. Porque si el universo entero retiene la
Palabra de DIOS para construirse o para destruirse, el corazón, lugar donde la
Palabra de Cristo Jesús es guardada y apreciada por DIOS, debe ser informado de
esta divina prioridad, que es la esencia misma de DIOS, quien habla al Mundo
pecador para su salvación. El tiempo presente no es libre de actuar sin el
principal y maravilloso guía que le es dado: “vuestro Maestro y Señor de todo
el universo, en la autoridad del Padre, a quien el Hijo y el Espíritu Santo
están totalmente consagrados porque, en estos tiempos, nada puede hacerse sin la
Alta Autoridad del Padre Todopoderoso, que es verdaderamente el Padre de todos
y cada uno, así como es el Amo universal e indiscutible de todo el universo y
de todo su funcionamiento.
Si hoy te hablo, hija Mía, debes
saber que Yo controlo incluso tus pensamientos y Yo pongo Mi Santa Voluntad en
ti, a fin de que se cumpla todo lo que DIOS te da y te seguirá dando, para que esta Tierra sea conducida hacia ese
lugar maravilloso que todos los Pueblos esperan y desean.
El momento del enfrentamiento final
con las fuerzas negativas, nadie puede evitarlo, pero SI soportarlo, con la
ayuda de DIOS.
Dile a Mi Pueblo que esté preparado,
en Mi Santa Obediencia. Habla cuando Yo te lo mande. Recuerda siempre que tú no
eres nada pero, con DIOS, serás colmada.
Jesús es vuestro hermano, DIOS Santo
es vuestro Padre. Nosotros estamos unidos por el Espíritu, el mismo que te
habla en nombre del Señor.
Yo te bendigo, en la Sangre de tu
divino Protector.
Jesús,
el Cristo,
bendito de DIOS, Su Padre. Amén.
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