DESDE LAS TINIEBLAS, EMERGEREIS EN VUESTRA TIERRA NUEVA

*******

 

3 de junio de 2009.

 

 

JNSR:

            Mi dulce Jesús, hoy se hace tarde y Vuestra Santa Palabra no debe ser retardada más. ¿Cómo lograr una mayor difusión?

            Señor, yo Os pido mi salud, para llevar Vuestra Santa Palabra en medio de esta desolación. Yo hablaré con Vuestra Fuerza dondequiera que Vos deseéis. Vuestra Santa Palabra no debe ser mantenida prisionera, como lo soy yo misma por culpa de la enfermedad.

 

JESUS:

            Con Su Santa Palabra, DIOS ha hecho el Mundo. Con Mi Santa Palabra, Yo vengo a salvar el Mundo. Nada puede hacerse sin quererlo con todo vuestro corazón y creyendo que vuestra petición ya es escuchada por DIOS y que DIOS proveerá.

 

HACED Y YO HARÉ.

Tan grande como sea vuestra petición, así de grande debe ser vuestra Fe.

Grande es el Poder de DIOS,

grande será la satisfacción de la demanda.

Bendecid el DON del Altísimo,

bendecid a DIOS que ha escuchado vuestro lamento.

 

            Yo vengo en auxilio de aquél que Me llama, que Me alaba en verdad. Que su llamado sea tan fuerte como lo es Mi presencia en él, a fin de que MI VOZ atraviese su ser para gritarle:

“Y he aquí que Yo vengo a ti, porque tú ya estás en MÍ”

            DIOS quiere manifestarSe en cada uno de vosotros, atravesando todos los matices de vuestras imperfecciones. Si reconocieseis que sois pecadores, que vuestras faltas os horrorizan, como lo hacen al Mismo DIOS, que vuestra libertad reclama “la esclavitud de Mi AMOR”, sabiendo que Yo soy manso y humilde de corazón, que Mi Yugo es fácil de llevar, entonces estaríamos los dos, juntos, para atravesar la última Tempestad.

            Hijo, prepárate para cuando descienda la noche. Es la gran Purificación.

            En esa larga noche, cuya oscuridad vendrá a invadiros, todo os parecerá como una eternidad.

            Tinieblas saludablesque os permitirán ver vuestras almas, como a pleno día, en la Santa Luz de DIOS.

            Esas Tinieblas provocarán la salida que es necesaria para evacuar todos vuestros pecados, que ahora no os permiten acercaros a DIOS, porque vuestras faltas aún están vivas y se agitan en vosotros, alimentadas por el veneno de Satanás.

            Todo obstáculo que nace del Mal, Me impide avanzar hacia vosotros. Yo no temo al Maligno, pero la Pureza de DIOS no puede vivir en su compañía: “el pecado Me hace barrera”.

            Esa nocheque os parecerá como una vida que ya ha sido vivida, es vuestra propia vida. Debéis rechazar todos los pecados que están prendidos en vosotros, como atavíos que no sirven más que a vuestra propia decadencia.

            Las Tinieblasserán como jueces imparciales enviados por el Señor. Ellas vienen a purificar al ser que debe vivir a plena Luz de DIOS y con Él.

            La Angustiatendrá la medida y la fuerza de esos “poderes oscuros” que han invadido vuestras pobres almas, unas más que otras. En esos tres días de tinieblas, el Mal morirá y no podrá repetirse más.

            Después de esta inmunización, vendrá, desde el fondo de vuestro corazón, ese empeño para salir de la sombra, como la Fuente límpida que brota de la tierra, para recorrer, a la Luz del Sol de DIOS, la llanura ya totalmente florecida por la eterna primavera.

            Veréis ante todo, esa gran Luz que aparecerá en primer lugar, para anunciar la Venida del Señor: es la CRUZ inmensa que Me anuncia, la CRUZ de Mi Regreso Glorioso.

            Las Potencias del Cielo se abrirán; entonces, Todos Me llamarán, de un extremo al otro de la Tierra. Así emergeréis en la Nueva Tierra, recompuesta para acoger a los hijos de DIOS.  Es una pura maravilla que el Señor ha hecho para todos Sus hijos. Entonces diréis: “aquí estoy, Señor, yo vengo a hacer Tu Santa Voluntad”.

 

VEN, SEÑOR JESUS.

VEN, SALVADOR DEL MUNDO.

 

            DIOS enviará primero a Sus Santos Ángeles, con sus alas desplegadas, luminosas por la Santa Luz de DIOS. Toda la Tierra resplandecerá, porque, aquí están todos los cuerpos celestes de los Santos y de los Ángeles,  con toda la Jerusalén del Cielo. Todos los tintes del arco iris irisarán la Tierra Nueva y los Cielos Nuevos.

 

Benditos sean DIOS y Su Santísima Madre.

Todo el Alfa será invadido por la Omega.

¡Y he aquí que Yo vengo. Amén!

 

VEN, SEÑOR JESUS. AMEN.