EL PLAN DE DIOS ES PERFECTO
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16 de mayo de 2009.
DIOS, con Su Santa Palabra, que es más pura que el
ORO, sigue diciéndonos:
DIOS:
Yo vengo a salvar a TODOS Mis hijos. En cualquier
parte del Mundo entero, Yo los encontraré; ninguno será olvidado. Ellos están
todos en MÍ.
Hijos, continuad con vuestros esfuerzos para ser
perfectos, como vuestro Padre del Cielo ES PERFECTO.
Eliminad todos vuestros pecados, haceos mansos y humildes
de corazón. Lo que es importante para cada uno de vosotros, es que el PLAN de DIOS se realice y Yo tengo
necesidad de que vosotros Me acompañéis en Mi Divina Voluntad.
Padre Nuestro, que Tu Santísima
Voluntad se cumpla
con cada uno de Tus hijos; cada uno
en Ti.
Padre Santísimo, que “Tu Santísima
Voluntad se haga
en la Tierra como en el Cielo.
Amén”.
† † †
¿Cómo reparar el rechazo de la
Iglesia?
¿Cómo reparar la ofensa hecha a
DIOS?
El PLAN
de DIOS está fundado sobre la reconstrucción de un Mundo
NUEVO, donde DIOS será aceptado, amado, glorificado, porque el Eterno es y debe permanecer, como el Pivote Central de TODO el
Edificio-Universo.
El
Cielo y la Tierra están llenos de Tu Gloria. Sin DIOS, no hay VIDA. Nada es
estable sin DIOS.
Yo SOY la VIDA, el CAMINO, la VERDAD.
Yo SOY el Equilibrio de TODO.
Acordaos de “YO SOY”.
Yo SOY: “Todo es en TODO”.
† † †
El
pecado original, causado por el primer hombre, desestabilizó el PLAN de DIOS, y
lo ha vuelto contra toda la Humanidad.
El
hombre desobedeció a DIOS. El se castiga a sí mismo, y ha infligido la misma pena
a todos sus hermanos humanos. Solo DIOS podía restablecer Su Plan Divino.
Si
DIOS es ofendido, la Tierra entera pierde su equilibrio. ¡Es el CAOS! Se toca
el Pivote Central. TODO se apoya en DIOS.
Cada
vez que se tocan los Atributos del Altísimo, el Equilibrio del Mundo sufre.
Incluso DIOS debe respetar cada uno de Sus Atributos. Nosotros formamos parte
de un “Universo Divino” y sus habitantes deben ser divinos; nosotros estamos en
fase de hacerlo… y para eso, todos debemos contribuir a ese devenir, que es
nuestro porvenir en DIOS.
Ya no
habrá más muerte, porque nuestro Padre es Eterno. No habrá ninguna dificultad,
porque TODO es AMOR.
DIOS es AMOR. El es nuestro modelo, porque todos hemos
sido creados a Su Imagen.
Aún los enemigos de DIOS deben forzarse y arrepentirse
o desaparecer para
siempre.
† † †
Al inicio de los primeros siglos, DIOS dijo: “Creced y
multiplicaos”. Cuanto más los hombres se multiplicaban, más se complacían en sí
mismos y olvidaban a DIOS. Cuanto más se desviaban del camino de DIOS, más se
ponía a sufrir el Edificio de todo el Universo, a causa de la Tierra, que no
seguía más los Mandamientos de DIOS y que no vivía más en el AMOR del Altísimo.
Entonces, DIOS tomó la resolución de hacerSe
amar. Para ello, era necesario que todos Sus hijos Le conocieran:
reconociendo Su Bondad y Su Amor.
Dios, que a pesar de su “turbulencia” tenía el proyecto
de hacerlos vivir con Él, en Su Reino, se encontró ante un impedimento. Para
eso, hacía falta “pagar la deuda del
pecado”, de ese pecado del primer hombre, que condujo a toda la Humanidad a
pagar por él. Y esta deuda, que consistía en la muerte eterna del hombre, sólo
podía ser rescatada por un DIOS, porque había sido DIOS Mismo quien había pronunciado
esa sentencia de muerte; y sólo por un DIOS ella podía ser cancelada. Y este
DIOS, sólo muriendo podía eliminar esta deuda, ofreciéndoSe Él Mismo para ser la víctima de los pecados de los
hombres.
No hay más que un solo DIOS. Y el Eterno tomó esta única resolución.
† † †
HE AQUÍ EL COMIENZO DEL PLAN DE DIOS
JNSR:
“DIOS nos crea a Su
semejanza”. Podemos decir que tenemos una parte visible, nuestro cuerpo, y una
parte invisible, nuestra alma, que sólo DIOS conoce perfectamente.
Yo no
sé decir si era con esta última parte que sucedía mi desdoblamiento. Pero no
creo, porque estaba tan consciente, en este punto donde se quedaba mi cuerpo
como en aquel hacia donde iba mi doble, para visitar a las personas que ahí se
encontraban, incluso en países extranjeros adonde el Señor me enviaba. Yo podía
hacer dos cosas a la vez, correctamente y al mismo tiempo.
El
Eterno participó a Sus antiguos profetas Sus intenciones y el Nacimiento de ese
“Hijo de DIOS” que debía salvar a todos los hombres de la muerte eterna. Estos
profetas propagaron esta Buena Nueva, de unos a otros, hasta Simeón el Justo,
quien ocultó este secreto, que a su
muerte, fue sepultado con él. Si se calló, fue por amor a sus hermanos
judíos; él temía una separación y una lucha entre ellos, porque la inmensa
mayoría de los Judíos eran monoteístas convencidos.
DIOS
Se desgarra y hace de esa parte de Sí Mismo, otro Sí Mismo, un HIJO, que debía
nacer sobre la Tierra de los hombres.
Para
que este HIJO del Hombre fuese perfecto, para ser VERDADERO DIOS y VERDADERO
hombre, El debía tener primero una Madre perfecta.
Pero
todas las mujeres así como todos los hombres, sobre la Tierra, nacen ya con la
herencia del pecado original.
Solo
Aquél que será Mi Hijo, podrá pagar Mi deuda, con Su Santa Muerte, porque la
Concepción de la Madre y del Hijo, serán inmaculadas, para que la Madre sea
perfecta como Su Hijo. Pero Ella no podrá ser jamás como Su “DIVINO HIJO”,
porque aun habiendo sido preservada del pecado original, por Su Concepción
Inmaculada, María nacerá de Ana, que conoció “el pecado”, antes del nacimiento
y la concepción Inmaculada de María.
MARIA debe llevar el VERDADERO NOMBRE que el Padre Le
ha dado:
“Tú eres la DIVINA Concepción Inmaculada”
“Yo soy la DIVINA Inmaculada Concepción”
Así, el Padre ya concibió, en Su Espíritu Santo,
primeramente a Aquella que debía ser la Madre tres veces Santa de Su DIVINO
HIJO, la Toda Santa y Divina María, Hija del Padre. Y siempre en Su Espíritu
Santo, concibió al HIJO del Hombre, que es el HIJO de DIOS y de MARIA
Santísima: el Emmanuel, Nuestro Señor JESUCRISTO.
El Secreto de la CRUZ es el Secreto de la Santísima
Trinidad que, por el rechazo de la CRUZ pedida por el Padre en Dozulé a SU
IGLESIA, viene a recordarnos, a través del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, que es un Solo DIOS, el camino a seguir para no extraviarnos más.
† † †
TODAS LAS DESOBEDIENCIAS A DIOS
TIENEN
TERRIBLES CONSECUENCIAS
Con Su
Santa Muerte, JESUCRISTO paga las consecuencias que acarreó, sobre toda la
Humanidad, el “pecado original”, contra DIOS y contra los hombres.
Por
Su Santa Muerte sobre la CRUZ, DIOS nos salva de la Muerte Eterna; con El,
nosotros esperamos la realización de Su Promesa:
“VIVIR ETERNAMENTE CON DIOS
EN SU TIERRA NUEVA CON LOS CIELOS
NUEVOS”
Toda
falta cometida por un solo pecador, debe ser reparada inmediatamente, con la
participación de cada hijo de DIOS. Esta es nuestra contribución para purificar
la Tierra. Así, cada uno de nosotros, debe llevar la CRUZ, o más bien, el
sufrimiento de la CRUZ, cada uno la suya, por nuestros propios pecados y los
pecados de aquellos que la rechazan, sin pedir perdón a DIOS.
Nosotros seremos salvados los unos por los otros,
nunca solos.
La CRUZ Gloriosa debía ser ese “Gólgota” donde todas
las Cruces debían ser depositadas. JESUS pide esta CRUZ de 738 metros, en memoria
de Su Sufrimiento y de Su Santa Muerte sobre el Gólgota (de 738 metros de
altura). Sería también el anuncio de Su
Regreso en Gloria. Esta sería la CRUZ del Arrepentimiento Mundial, la CRUZ
del Perdón para todas las Naciones.
“Cuando esta CRUZ sea elevada de la Tierra, Yo atraeré
TODO hacia MI”. Todas las promesas de
DIOS desaparecieron cuando la Iglesia rechazó la petición del Señor. Entonces,
JESUS exclama: “Desgracia para la humanidad entera… ¡Yo dejaré hacer, a causa
de la falta de fe!”
Todos los cristianos, así como toda la
Humanidad, están pagándolo. “En
Verdad, dirá JESUS, la única esperanza de Salvación para el mundo en este fin
de siglo, es la glorificación de la CRUZ,
signo del HIJO del Hombre, que Magdalena ha visto resplandecer como el rayo, de
ORIENTE a OCCIDENTE”.
Los hijos de DIOS
pagan un alto precio por culpa de la Iglesia. Se trata de nuestra Salvación,
así como JESUS pagó “nuestra Vida Eterna”, anulada a causa del “pecado
original”, que El adquirió para todos nosotros, al precio exorbitante de Su
Muerte en la CRUZ. El dejó morir SU VIDA, que tomó sobre Ella todos los pecados
del Mundo, pasados, presentes y futuros, para que por Su Santa Muerte fuese
destruida la barrera de los pecados, que se interponía entre el Padre y todos
Sus hijos.
“Yo SOY la VIDA. Sí, la VIDA Eterna”.
Quien cree en MÍ, la obtendrá.
Mi VIDA nadie Me la quita: soy YO quién La da.
Acordaos de Mis Palabras, cuando vengáis a recibirMe en
cada Eucaristía.
Es DIOS quien Se entrega. Amén”.
† † †
HE AQUÍ QUE LA TIERRA SE ESCAPA BAJO
VUESTROS PIES
Ella comienza a
sacudirse, a inundarse, a tragar las viviendas con sus habitantes. Se cubre a
veces con un abrigo nevoso, para atraer a los hombres hacia las pistas, y de
repente, los traga en una de sus avalanchas inesperadas.
La
Tierra no se divierte de ninguna manera. Ella está en todo, como vosotros,
bajo la influencia nefasta del Pérfido, que echó sus redes por los cuatro
extremos del Mundo. No os asombréis si está aquí, más fuerte que nunca:
vosotros le habéis abierto la puerta.
Vuestros pecados contra DIOS le han elegido como
vuestro “Maestro y Señor”, y él domina todos los espacios donde los hombres
débiles le han dejado su lugar, halagándolo y siguiéndolo.
El es invitado en todas partes, ahí donde el hombre no
reza más, no hace caso de su hermano enfermo o en la
soledad, de su hermano que muere de hambre, de sed, de indiferencia, porque ya
no lo reconoce.
El es el “Amo” en los gobiernos que estrangulan a los
pobres, en los barrios pobres donde el dinero puede cambiarse por la droga o el
crimen. Está en el Poder y el Dinero de los ladrones y de los estranguladores.
¡Pero, dejémoslo pavonearse!... No lo tendrá por mucho tiempo, porque una rama
de este olivo secular va a desarrollarse, a florecer y a descubrirse. Esta rama
está lejos de ser débil por estar oculta para este Tiempo NUEVO, cuando
finalmente el árbol no esconderá más su rama, florecida en la sombra, porque
ella se guardaba para ser el pedestal del Señor DIOS, de quien le viene su
título. Escondida para servirLe, está la Santa Madre de DIOS. Ella, la Reina de
todo el Universo.
La Realeza de la Santa Madre de DIOS
debe ser confirmada en Su Divinidad.
En este tiempo del
fin del reino del Mal, el Maligno, que quiere afirmarse en las Escrituras
realizando todas las catástrofes, todos los desórdenes anunciados para el FIN
de los Tiempos, se halla superado por la decisión secreta que ha tomado la
Santísima Trinidad “de no descargar el golpe fatal al Mundo, porque eso
significaría la desestabilización de todo el Universo”.
Y aquí está el TRIUNFO de DIOS sobre
el Enemigo.
“¡Alto ahí, Maldito! ¡Tú rol (acto) se termina aquí!”
El Señor DIOS, Amo
de todo el Universo visible e invisible, frente a la escena de este gran Teatro
del Mundo, donde se representa el último acto del Evento mayor, os dice: “¡No!
¡Vosotros no conocéis el fin, porque no habrá ningún FIN que pueda parecer una
victoria de Satanás! Porque hoy, el Señor DIOS, Hijo del Padre, “pronto” va a presentaros a los actores
finales, aquellos que finalmente se van a revelar a todos vosotros. DIOS Padre viene para tomar en Sus manos, el
desenlace de esta obra milenaria, para cambiar el escenario que cada uno podía
transponer a su gusto… Mas el Padre Todopoderoso nos dice:
“Este es Mi Plan Divino”
Entonces,
se verá aparecer, como sobre el fondo de un telón, ese segundo candelabro[1] cuya luz va a hacerse cada vez más
brillante, a medida que él se adelante hacia el frente del escenario.
¡Oh,
luminosa sorpresa! No
se le percibía claramente, como oculto tras un velo, en tanto su persona
humilde y reservada se guardaba para su DIOS y Maestro. Frente a ciertas
“mitras”, mal puestas sobre esas
cabezas que se esforzaban por mantenerse derechas, mientras el viento de la
Envidia soplaba fuerte en ellos, este gran Hombre de la Iglesia, impasible en
su comportamiento, continuaba llevando, a través del Mundo, la Santa PALABRA de
Aquél que le guardaba en Su Divino Sagrado Corazón, para cerrar “el
último capítulo” del último acto de esta Divina Tragedia de la VIDA de
los hijos de la Tierra, ¡que debía acabar en un caos espantoso!
Para demostrar que el “Maestro del
Mal” tenía en sus manos, hasta aquel momento, la batuta en ese CAOS, se verán
todavía las imágenes desarticuladas de los actores fortuitos, atrapados en las
redes de Satanás, resistiendo, reclamando la salida para echarse en “los
brazos de su Salvador, ¡de pie sobre una Tierra oscilante!”
“¡NO!
¡Esto no puede terminarse así!” dice
Nuestro Divino Maestro Todopoderoso, JESUCRISTO, HIJO del Padre Eterno. El
Mundo está consciente de que en estos últimos Tiempos, el camino se abre en
dos: una rama satánica y una rama divina. Y que Yo no dejaré jamás sin Mi
Divina Luz el camino que vosotros debéis tomar, para venir a Mí.
“Yo SOY el CAMINO, la VERDAD, la VIDA”
Hoy
día, el segundo PAPA de este FIN de los Tiempos, que para el Cielo es el
tercero que lleva los dos NOMBRES de Mis Santos APOSTOLES, Juan y Pablo (él es
llamado Juan Pablo III), deberá cumplir
el acto de reparación por la Iglesia.
El Hijo
de DIOS fue llamado por Su Padre a reparar la falta del hombre, del primer
hombre, ADÁN, el primero de la trama que conduciría a toda la Humanidad hacia
su meta final, fijada por DIOS para todos los hombres: “Ser como su DIOS:
DIVINO”.
Pero
este hombre equivocó el camino, y la tentación le hizo el modelo del “hombre privado de la Luz divina” que debía
buscar y merecer esta Identidad prometida, a través de este Tiempo de tinieblas
satánicas con las que debía enfrentarse, durante largos siglos[2].
Si
a Mi Papa Juan Pablo II, le fue pedida por la Santísima Virgen María, la
Consagración de RUSIA a Su Divino Corazón Inmaculado, es porque la Iglesia,
“la Jerusalén del Cielo”, siempre está unida a la Jerusalén de la Tierra que,
por DIOS, en Su Santísima Trinidad, “no es sino UNA sola y Única Iglesia”.
La
Consagración fue hecha para demostrar al Mundo el cumplimiento de la demanda
hecha a una hija de la Tierra, que fue una religiosa, Sor Lucía, igualmente
digna de comunicar a la Iglesia la petición de la Divina Madre de DIOS.
El
cumplimiento fue total y fatal para
las intenciones de ese Pueblo (Rusia), que por un tiempo, dejó de ser solidario
con el PLAN de DIOS. Y “gracias a la intervención divina de la Madre de DIOS y
al acto sincero y solemnemente cumplido de Mi Papa Juan Pablo II,
en comunión con la Iglesia, el mundo fue salvado de una tercera guerra
mundial”.
Si
esta Profecía, relativa a un evento tan importante, fue anulada, ha sido porque
DIOS (Padre, Hijo y Espíritu Santo) pudo hablar también, con y por el Corazón
de Aquella que fue elegida para vivir en Su Propio Cuerpo, la Concepción, la
Encarnación, la Santa Muerte y la Santa Resurrección de Su DIOS-Hijo, que ESTÁ
en MARIA, Su Santa Madre, como en Su DIOS, Su Padre, como en el Espíritu que
procede del Padre y del HIJO.
Por
voluntad de Su Divino HIJO, nadie puede disociarLa de la Divina y Santa
Trinidad, que Ella lleva en Su Corazón, porque Ella es la Madre del Hijo, la
Esposa del Espíritu Santo que es DIOS, y la Hija Bendita del Padre, que la ha
concebido divinamente para ser la Santa Madre del Hijo de DIOS.
María
actúa conforme a las decisiones tomadas por la Santísima Trinidad. María, unida
al Espíritu Santo, que es DIOS, actúa también con el mismo Espíritu que la
concibió, así como la propia Voluntad Divina vive en Ella.
No
os maravilléis, puesto que a cada uno de vosotros Yo os he hablado, igualmente,
de renacer de lo Alto para asemejaros a MÍ, mediante Mi Espíritu Santo.
Mi
Santa Madre llevaba en Ella, después de Su Divina Concepción, Su
“consentimiento” para ser Mi Santa Mamá.
El
“SI” que Ella dio al Ángel Gabriel para convertirse en la Madre del Salvador,
ya estaba escrito en Ella. Su consentimiento mecía ya mi infancia, porque
nosotros estábamos siempre juntos para jugar.
¡Cuál
asombro! ¿Por qué aceptáis que Santa Teresa podía jugar con su Jesús de Amor y
Santa MARIA, NO?
Yo
SOY el Eterno, Yo ESTOY en Mi Padre, así como Mi Padre está en Mí. ¿Aceptaríais
entonces salvar al mundo, salvando primero a Mi Santa Iglesia?
Al
rechazar Mi CRUZ, tan importante para detener todo este Mal que el
Maligno os ha hecho vivir, esta respuesta negativa de Mi Iglesia a ese proyecto,
aumentó la maldad del Maligno: ¡nada más le hacía obstáculo!
Esta
CRUZ de 738 metros, debía demoler sus maléficos designios, los haría abortar,
porque tanto por su altura como por el recuerdo de Mi Santa Muerte, la CRUZ
Gloriosa de DOZULE era también la CRUZ del Exorcismo Mundial, que debía
proteger a toda la Tierra del Mal y detener la locura asesina de Satanás.
“Ella debía
representar los 738 metros del Monte GOLGOTA”
Mi
CRUZ será vista, desde el cielo, sólo antes de Mi Regreso en Gloria y luego de
la “Reparación” que Mi Iglesia debe cumplir.
El
HIJO de DIOS acepta voluntariamente anular la Sentencia pronunciada por Su DIOS
Padre: la Muerte de la Humanidad, muriendo Él sobre la Cruz, a 738 metros de
altura, en el Monte GOLGOTA.
La
CRUZ de DOZULE representa, en la hora actual, el “Rechazo de la Iglesia a su
DIOS”. Para que se anule su FALTA, y que sea reparado el daño que ella ha
causado al Pueblo de DIOS, y para consolar de todas sus penas al Divino Sagrado
Corazón de JESUS, no puede haber Reparación más completa que la de dar a la
Madre de DIOS, que es también la Madre de la Iglesia, el lugar que Le
corresponde en la santa Iglesia de Su DIVINO HIJO, que pronto se abrirá a toda
la Humanidad.
A
través de la Santa MUERTE de Su HIJO, esta Humanidad ha adquirido la Vida
Eterna y ahora ella está próxima a obtener, con la ayuda de MARIA, Madre de
DIOS, la identidad divina de SU HIJO, de quien la Iglesia puede obtener
su PERDON, proclamando, como es su deber por el AMOR de la Santísima Trinidad,
el Dogma de la Divina Inmaculada Concepción de la Madre de DIOS y de los
hombres.
En el Santo Nombre de vuestro
Señor JESUCRISTO, corresponde a Mi Papa elegido, Benedicto
XVI, el deber de proclamar el Dogma completo, a favor de Mi Santa Madre, que
Santa Bernardette tuvo la dicha de escuchar en su corazón:
“Yo soy la Divina Inmaculada Concepción”.
Esta
proclamación será, para todo el mundo,
la Llave de la última puerta a abrir, para ver el Reino de DIOS descender
en medio de los hombres.
Mi
Papa es “el segundo candelabro” que iluminará Mi Santa Iglesia de arriba abajo,
en su profundidad así como en su longitud y anchura.
La
humildad de Mi Papa, unida a la Santa humildad de Mi Santa Madre, forman esa
llama ardiente de santidad que eleva a
MARIA, Madre de la Iglesia y Reina de Todo el Universo, al rango que Le es debido, por la elección del Altísimo, para
ofrecer una madre a Su Divino HIJO, digna del nacimiento de un DIOS sobre la
Tierra de los Hombres.
El
Altísimo hizo de MARIA “la MUJER” que debía dar a luz espiritualmente a todos
los hijos del Padre, porque ese es el Plan de DIOS:
Hacer de la Tierra y del
Cielo el PARAISO donde vivirán eternamente,
el Padre tres veces Santo
(Padre, Hijo y Espíritu Santo)
con la Madre y todos los
hijos “Divinos”, como su Padre,
que harán esa unidad tan
deseada por DIOS:
¡TODOS en DIOS!
Tal es el Plan Divino.
Corresponde
a MI PAPA hacer conocer, ya, Mis Intenciones, comenzando por proclamar el Dogma
de la Divina Inmaculada Concepción de MARIA.
“Yo soy la Divina Inmaculada Concepción”
El
Señor JESUCRISTO, enviado del Padre, santificará la Nueva Tierra y a los
hombres, dándoles Su Identidad prometida.
Vosotros
naceréis nuevamente del AMOR DIVINO de DIOS, por el Espíritu Santo que es DIOS,
a la imagen de DIOS, que es AMOR. Seréis a la imagen del HIJO de DIOS y podréis
decir, cada uno: “Yo soy AMOR, en el AMOR de Jesús y de María”. Vosotros
estaréis todos en DIOS: DIOS es AMOR.
Entonces
sonarán a lo lejos, de monte en monte, las campanas de la Iglesia, para
anunciar la Victoria sobre la Muerte.
La CRUZ será el SIGNO de VIDA, el SIGNO de
lo que hizo el Señor por todos Sus hijos, el SIGNO de la VIDA Eterna del Señor,
que cambió Su VIDA por la nuestra sobre SU CRUZ de AMOR, para que tuviésemos
TODOS la misma VIDA que nuestro Padre: Santa, Divina y Eterna, por el AMOR de
Su Santa CRUZ, que hizo de cada uno de nosotros un hijo de DIOS: los HIJOS e HIJAS de DIOS.
Por lo tanto, el llamado de DIOS
para cada hijo, se oirá de CRUZ en CRUZ, desde el Líbano hasta Jerusalén, de
Jerusalén a los cuatro extremos del Mundo.
“El Líbano volverá a
florecer”
y su Santa CRUZ se elevará para aclamar a
Jesús,
que pasa entre los
cedros seculares del Líbano.
Todos los hijos de Asia
occidental: Palestina e Israel,
vendrán a cantar el
mismo canto de Gloria y de Amor
que Jesús cantaba en medio de Su Pueblo,
con la memoria de ABRAHAM,
ISAAC, JACOB y JOSE,
entrando a Jerusalén.
De siglo en siglo, esta
piadosa memoria será cantada
por todos los hijos del
Mundo, de toda raza. Amén.
¡ HOSANNA en lo más alto
de los Cielos!
¡ Bendito sea El que
viene en Nombre del SEÑOR!
¡ HOSANNA en lo más alto
de los Cielos!
Bendito sea nuestro
Señor que viene. Amén.
†
† †