¿LA
TIERRA GIRA EN EL SENTIDO CORRECTO?
*******
5 de mayo de 2009.
El Señor que viene a hablaros, no cesa de emplear todo SU
AMOR para advertiros “Que Su Camino está
en vosotros”… “que este Mundo, que se ha apartado de Él, ha tomado el
camino inverso”.
JESUS repite y repite todavía que
“Él es el CAMINO, la VERDAD y la
VIDA”
Pero el eco de Su Palabra no se escucha en este Mundo
sin corazón. Entonces, desde el fondo de los Tiempos, los profetas os gritan:
“Nadie es profeta en su tierra”.
Incluso vuestro Señor Jesucristo es rechazado, Él, ¡el
Profeta por excelencia de todos los tiempos! Escucháis esas voces insensatas
que claman por todas partes la libertad del hombre y de la mujer…, del niño…,
la libertad de las costumbres… y hasta la libertad de las leyes para matar (y
para violar incluso todas las leyes justas y equitativas). La violencia y el
odio son una fuerza energética. Todos esos vientos de violencia se hacen cada
vez más y más fuertes: son tornados, ciclones que se producen, cerca o lejos, en
todos los países, destruyendo las casas con sus habitantes…
Todo este odio
se transforma en cólera, transportada por todos los elementos, que ya no saben
donde depositar “el exceso” que la Tierra ya no puede soportar. Hasta los
animales se atascan en vuestro barro: las vacas, los cerdos, las aves de
corral, os devuelven vuestros pecados capitales, que alcanzan hasta las nubes,
en forma de lluvias, de fiebre y de plagas, porque vuestros pecados han
cubierto la Tierra entera y ella se asfixia. Y entonces los elementos os
devuelven estas palabras:
“Vosotros debéis barrer este exceso de residuos y de
basura de toda clase que la Humanidad pecadora deposita sobre la Tierra”.
Porque no os dais cuenta de esas cosas malvadas que provienen de vuestras
bocas, de vuestras manos, de vuestro pensamiento, de todo vuestro cuerpo… en
una palabra, vuestros pecados contra DIOS y contra vuestros hermanos son unas
monstruosidades tan enormes como un rascacielos. Sí, vuestros pecados se
convierten en unos rascacielos gigantes que dominan el Mundo. Matáis la Vida
del niño, condenando al mismo tiempo a la madre: generación inhumana e
hipócrita, que no quiere comprender por qué las madres son rechazadas a su vez
por sus hijos. Todo el mundo se lava las manos como Pilatos. No veis que JESUS
y MARIA les ven convertirse en el ejemplo de mañana, es decir, de una
existencia peor que la de hoy.
No os dais cuenta de que un aborto puede generar una
guerra. Un inocente encerrado de por vida en una prisión puede permitir la
aparición de un tifón en el otro extremo del mundo ¡y destruir un pueblo con
todos sus habitantes! En lugar de ello, osáis decir: “¿Qué hace DIOS…? ¿Por qué
permite esto?”. Y vosotros, Todos… ¿Qué habéis hecho de DIOS?
En el Apocalipsis de San Juan (cap.
17) está escrito que la Bestia, que es en realidad la estupidez humana, ha
adoptado los siete pecados capitales, que son las siete cabezas que gobiernan,
en verdad, a la humanidad. Estos pecados, impuestos sobre toda la Tierra por
los hombres, muestran una imagen degradante de ella. Se le llama “la prostituta
de Babilonia”. La responsabilidad recae en sus hijos que han escogido el mal
camino. Semejante a una buena e inocente nodriza, sumisa a su prole, ella
estaba contenta de nutrirles y de satisfacer todas sus necesidades, sin
protestar de ninguna manera contra el desprecio y la ingratitud que recibía de
su parte.
Los Elementos, que la veían debilitada, maltratada y
silenciosa, lo proclamaron al Mundo entero, pero este mundo no ha comprendido
su lenguaje atronador; entonces, continúan vengando a la Tierra inocente: su
rebelión estalla ciegamente en cualquier parte del mundo.
JESUS OS DICE: todos vosotros sois
los responsables de la furia de los elementos. Es vuestro castigo, y ellos
tratan de haceros comprender esto: vuestros pecados capitales son tan extensos
en vosotros, que se transforman en esas bestias inmundas que depositan su
veneno sobre vuestra Tierra. Es con este veneno que los hombres de la ira y del
odio son alimentados para provocar los atentados…, las guerras…, toda suerte de
malevolencias que se propagan por todas partes, en los lugares de trabajo así
como en la vida familiar, en los gobiernos tanto como en los establecimientos
sanitarios, escolares, industriales, comerciales… Todo recibe los tristes efectos
causados por vuestros pecados capitales, que provocan tal animosidad que logran cavar hasta la Bóveda de los Cielos. Yo
he anulado el maleficio causado por “el poder y el dinero”, que estrangularon a
todos los pobres. Conté con la inteligencia de los hombres, para que se realice
el equilibrio en este mundo, ya sin futuro. Porque el pobre está llamado a
participar de todos los bienes que vienen de DIOS, y sus derechos son los
mismos que los de los ricos.
Será demasiado tarde en el reloj de DIOS, cuando el hombre
comprenda que, para DIOS, vosotros sois
todos iguales hasta la muerte, porque sois vosotros quienes todavía la
sostenéis: en vuestra oscuridad, no queréis abrir la puerta de vuestra voluntad
y de vuestro Amor a DIOS, que viene a daros Su DIVINA LUZ, en Su AMOR infinito.
Yo os lo digo: todos los daños
causados por los elementos desencadenados, así como las diferencias de
temperaturas que cambian el clima de vuestro planeta -todas esas variaciones,
todos esos trastornos- son obra vuestra: es la destrucción de la vida de
vuestra Tierra y vosotros os convertís así en vuestro propio enemigo.
Entonces, al “Enemigo de DIOS y de
los hombres” no le resta más que incitaros a alabar vuestros pecados, para
haceros actuar a su lado. Vosotros estáis a su servicio. Su precio no hace más
que aumentar día tras día, porque la moneda del Diablo es el robo que le hace a
DIOS: uno, luego diez, después cien por ciento. Y ahora, él va aún más lejos:
él os retira de Mi Rebaño, porque el pecado es su principal acólito.
Vosotros no podéis entrar en Mi
Reino cubiertos con todas vuestras faltas. Satanás mata vuestras vidas. Su
objetivo es destruir a toda la Humanidad, porque él quiere reinar sobre todo el
Universo con aquellos que ha elegido: sus favoritos. Su proyecto diabólico es
el de suplantar a DIOS y matar las almas de DIOS, y Yo os lo repito: los
pecados que fortificáis en vosotros, trabajan para enriquecer a Satanás, que
quiere destruiros para siempre.
Yo
he venido a vuestra Tierra para que los hombres, al ver a DIOS VIVO, se prendan
de Él y se dispongan a seguirLe. Pero el hombre Me ha
crucificado y ha rechazado el DON de DIOS. Se prendó de su propio Ego y la Identidad que era la de Su Señor y
que Yo vine a darle a él, la ha rechazado para ponerse su vestido de “placer”;
prefirió el oropel al Diamante puro y precioso que le daba Su DIOS: “el Reino
Eterno” con todo el Cielo.
Yo siempre he caminado delante del
hombre, para marcar con Mis Pasos Mi Camino, para que se vuelva suyo, a fin de
que Me siga.
Hoy, Yo regreso y caminaré detrás de
él, porque Me ha rechazado, Me ha olvidado. Mi Respiración, sobre su nuca, le
hará voltearse para verMe; Mi Mirada le dirá cuanto
le amo, y este Amor incondicional, que desborda de Mi Divino Sagrado Corazón,
vendrá a invadirlo:
“YO SOY EL AMOR” que vuelve a buscarte.
El Me mirará y Mi IDENTIDAD, en ese preciso momento,
tomará Su Lugar en él. Él se convertirá en MÍ, como YO Me hice él, un día,
sobre Mi CRUZ. Por este Amor, surgido de MÍ y entrado en él, ese mismo día, Yo
haré lo que hice un día lejano, sobre Mi Santa Montaña (donde pasa DIOS todo es
santificado). Yo multiplicaré los panes para que todos puedan alimentarse con
el Pan de DIOS. Por este AMOR, que brotará de Mi Corazón para transformar a UN
solo hombre que Me aceptare, Yo haré girar la Tierra para que todos ellos
vengan a MÍ. Yo los devolveré hacia el Único Aprisco donde Nuestro Padre nos
espera, todos juntos, por fin reunidos y unidos. Celebraremos la Victoria de la
VIDA sobre la MUERTE. Esta es la Pascua eterna.
JESUCRISTO. †
†
† †