¿CUAL ES ESTA MONEDA, SEÑOR?

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25 de abril de 2009.

 

 

JESUS:

            Ha llegado el tiempo en el cual la Confusión se retira. Aquella que se evidenciaba por todas partes, ya no tiene función, ni lugar para aparecer…

            Más nada de positivo, de admisible quedó en pie… Y todo lo que sobreviene ahora, es únicamente por elección de DIOS. Entonces, como El no le deja el más mínimo lugar, con la cabeza baja ante el Señor, la confusión desaparece…

Ha pasado el tiempo en que la indiferencia, el menosprecio, los falsos juicios, podían colocarse delante de “la Verdad de Dios”. Porque ha llegado el momento en que la rectificación de toda afirmación dada debe ser revelada y confirmada, pues la Santa Palabra de DIOS es justa y conforme a la Santa Verdad, y no hay más que UNA.

            Todo lo que ha pasado os será revelado y todo lo que pasará os será develado. Y nada de lo que DIOS ha dicho o dirá será una verosimilitud, sino únicamente  el fruto principal de Su Santísima Voluntad, que es VERDAD ABSOLUTA.

            La Verdad de DIOS está en Su Palabra: fuente que brota, noche y día, y ofrece Su Agua preciosa para todos los sedientos del Mundo entero. Ya nadie permanecerá sin comprender lo que DIOS hace en este momento por cada uno de Sus hijos. Su Palabra Santa se hace Confidente. Ella habla y os escucha al mismo tiempo. Ella salva y cura.

            Esta Energía que se acerca cada vez más a TODOS Sus Hijos os pide, no obstante, plegaros a la Santa Voluntad de DIOS… entrar en la Santa Voluntad de DIOS… Esta Libertad que os es dada ha servido para realizar vuestra propia experiencia. Y el Hombre libre no ha aprovechado verdaderamente los talentos que el Señor le había confiado: él los ha malgastado o empleado inútilmente, dilapidado o ¡escondido en los cajones de un banco sin NOMBRE, que los extravió! O bien, dejados de lado… para los días oscuros, bajo una pila de ropa. He aquí que todos estos talentos  hoy han expirado, ellos ya no tienen más curso, ya que DIOS, que vuelve de nuevo entre vosotros, tiene otra Moneda diferente a la que existe en vuestro Mundo… y vosotros ¿no la habéis adquirido… para poder vivir con Él? Cómo vais a comprar un pequeño lugar junto a Su Reino, si os está incluso prohibido acercaros: vuestro bolsillo está perforado, ¡no tenéis ni un céntimo!

            Vosotros estaréis sorprendidos al ver al Forastero, aquél a quien se le ha negado un plato de sopa, un vaso de agua, un abrigo para la noche, atravesar la Puerta del Reino de DIOS. Pero él no estará allá para decíroslo. Todo le ha sido negado en vuestro bello País, incluso una mirada compasiva…

            El Forastero pereció en el mar que le había visto huir de su país de miseria y que le devolvía de nuevo a su casa, rechazado por esos mismos que han malgastado todos sus talentos. Sin embargo, ellos eran los que podían, al salvarles de su miseria, proporcionarse la moneda de la compasión y del AMOR DE DIOS y del prójimo: la moneda de la Caridad y del Perdón.

            Pero allí vosotros habéis perdido incluso vuestro NOMBRE de cristianos, porque Yo os reconozco entre esa multitud vociferante que ha perdido su orientación.

            Hija Mía, no temas a este sufrimiento de Purificación. Mis Enemigos beberán, y se convertirán, en la misma fuente a la que Yo te llevo para apagar tu sed, a fin de fortificarte y darte valor para proseguir tu camino… Este Tiempo está a punto de terminar, pero queda el Camino de la última Elección, y es el más agotador, cubierto de enigmas, que sólo DIOS y Sus Hijos pueden resolver. Ellos escogerán entonces Mi Verdad y rechazarán la falsa verdad del Enemigo de DIOS y de los hombres. El Pérfido juega su última carta. Sólo aquellos que son puros y que siguen al “DIOS DE AMOR Y DE COMPASION” no se equivocarán.

 

Es por esto que Yo os pido rogar al Señor

para hacer sólo la Voluntad  de DIOS,

rechazar todos vuestros pecados, no traicionar más a DIOS

al conservar en vosotros los siete pecados capitales,

que son los siete demonios soltados por Satanás

entre todas Mis pobres almas para perderlas.

PedidMe que venga a ayudaros, día y noche.

 

“Señor Jesucristo, HIJO del Padre Eterno,

de quien, Mi Dulce Jesús, habéis recibido todo Poder

de Justicia y de PAZ, de AMOR y de Compasión,

proveednos, Rey y Juez Eterno, del Temor de DIOS,

a fin de purificarnos de todos nuestros pecados.

Dadnos, SEÑOR y DIOS de GLORIA,

la Salvación y la Paz de la Santísima Trinidad.

Concedednos, SEÑOR JESUCRISTO,

VUESTRA SANTA PROTECCION

en este camino que se abre ante nosotros, para reunirnos con Vos.

Dadnos a Vuestra Santísima Madre, con Sus santos Ángeles,

para guiarnos hacia la Santa Voluntad de Dios, Tres Veces Santo,

a fin de no desviarnos. Amén.”