HOMBRE: HE AQUÍ LA TIERRA NUEVA Y LOS CIELOS NUEVOS.

HE AQUÍ MI PROMESA ¿TENDRÁS TU LA TUYA?

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3 de marzo de 2009.

 

 

JNSR.

            ¡Mi dulce Jesús! ¡AMOR maravilloso de los hombres! ¿podéis Vos hablarnos de lo que el Padre Santísimo quiere hacernos saber?

            Yo sé que lo que vi es tan inmenso que ¿cómo podría guardarlo para mí sola? ¿Nuestro Padre me ha entregado este gran misterio para todos?

            Señor, ¿qué debo informar? ¿Cómo escribir todo lo que me ha sido dado a saber en este día?

            Que la Santa Gracia de DIOS me cubra, para entender lo que Vos me vais a pedir que escriba para Vuestros hijos.

            Señor, DIOS mío, bendecid a Vuestra hija, que recibe Vuestra Divina Palabra de Vida. Amén.

 

JESUS:

            Hija Mía, tú vas a escribir lo que para algunos parecerá una fábula, un cuento de hadas para niños.

El Señor hizo el Mundo. Habitado, El lo hizo.

 

            Los años, siglos y milenios pasaron. Y he aquí esta última generación, que se comporta como si DIOS no hubiese hecho el mundo más que para ella sola: “desvergonzada, egoísta, avara y derrochadora”.

            Y he aquí vosotros, llegados todos a deber merecer la oferta increíble que DIOS quiere haceros:

Ofreceros una Tierra Nueva y Cielos Nuevos

con una condición:

“el hombre debe cambiar pronto su identidad con La de DIOS”.

 

            ¿Podrá él cambiar, llegada la hora, haciéndose mejor, perfecto y generoso, y ser imagen de DIOS?

           

            Apocalipsis 21, 1: Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han desaparecido y el mar ya no existe.

            Isaías 65, 17: Pues Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva.

            2 Pedro 3, 10-13: El día del Señor vendrá como un ladrón: los cielos se desintegrarán entonces con gran estrépito, los elementos incendiados se disolverán y la tierra con todo cuanto hay en ella tampoco escapará. Si todo debe desaparecer de esta manera, ¿cuáles no debéis ser vosotros en las santas costumbres y obras de piedad, mientras esperáis y aceleráis la venida del día de DIOS cuando los cielos incendiados se desintegrarán y los elementos abrasados se disolverán?  Mas según su promesa nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales habita la justicia.

            Apocalipsis 21, 4-8:

            (4) Se enjugará toda lágrima de sus ojos y no habrá más muerte, ni luto, ni clamor, ni pena, porque el primer mundo ha desaparecido.

            (5) Y el que estaba sentado en el trono dijo: “He aquí que hago nuevas todas las cosas”. Luego me dijo: “Escribe, que estas palabras son fieles y veraces”.

            (6) Me dijo aún: “Está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida”.

            (7) El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su DIOS y él será mi hijo.

            (8) Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el estanque ardiente de fuego y de azufre: esta es la segunda muerte.

 

Inspiración divina en JNSR

            La transformación, la última mutación ya está aquí, realizando lo que han dicho los antiguos profetas. Nos encontramos de esta manera confrontados con la Escritura de la Santa Biblia.

            DIOS sigue demostrándonos que Todo tiene un final (excepto DIOS, que en Su AMOR Infinito y Misericordioso, arrastra a los hombres hacia un destino similar al Suyo, si el hombre cambia su identidad con la de Su Divino Maestro: JESUCRISTO).

            El hombre, al deshacerse de sus pecados, se hará mejor, perfecto y generoso. Con la ayuda de DIOS, todos los hombres seguirán a DIOS… Es ahora cuando la preparación comienza. DIOS nos da Su Santa Gracia, con Su acompañamiento.

 

JESUS:

            El Alfa, es el origen, es DIOS. SeguidMe. ¿Estáis listos? Entonces, entrad en este Camino. La Transfiguración comienza ahora, con vuestra elección. Vosotros deseáis, vosotros aceptáis, vosotros camináis siguiéndoMe.

            Esta Tierra preparada por el Padre, está bajo vuestros pies. La Promesa de DIOS está en vosotros. ¡Maravilla que hace el Señor!

            El ha reunido a todos Sus hijos en Su AMOR Infinito.

            Todos los hijos del Padre se reconocerán entre ellos. La identidad del HIJO es evidente: ellos se aman entre sí, así como aman a su DIOS y como DIOS les ama.

 

Todos ellos son alimentados con el mismo alimento.

Ellos beben, todos, de la misma Fuente.

Porque solo DIOS puede alimentar a la multitud

y abrevar a todos los sedientos

con Su AMOR.

Llegado este siglo, la parada está ahí.

“El Alfa y la Omega están reunidos”

 

            Vosotros sois los seres nuevos, los hijos de Luz. No se puede remendar un vestido usado con una pieza de tela nueva.

 

Vosotros acabáis de renacer en una Tierra Nueva.

Todo es nuevo.

 

            Para este paso, cálmales, me dice el Señor, todavía ninguno puede ver este momento, aunque se encuentre cerca. Este instante está concebido en el Pensamiento del Padre. Nadie se verá en el cumplimiento de una partida ni preparada, ni inmediata. Porque vosotros comprenderéis “que Todo ya está concretizado".

            Toda la Promesa de DIOS está realizada. Vosotros estáis entonces en la Tierra prometida: Nueva Tierra, Nuevos Cielos.

            Un regalo encerrado en su embalaje, puede verse sólo al despojarlo de su envoltura. La sorpresa está allí, cuando se descubre ante el que lo ofrece y el que lo recibe. Este regalo, es el anillo de la Alianza Nueva de DIOS con Su Pueblo. Es “la Nueva Tierra”, que contiene su Perla preciosa:

 

“DIOS en medio de los Hombres” – “Su Cielo Nuevo”

 

            Esta Promesa realizada para todos los hombres de Buena Voluntad, que ya han cambiado su identidad por Aquella del DIOS VIVO, está a la espera, tan sólo, de vuestra decisión.

            ¡Hombre! no seas perezoso para cambiar. DIOS te espera.

 

El Eterno os espera.

Amén.