EL PERFUME DE LA INFANCIA

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Sábado, 6 de septiembre de 2008.

 

 

JNSR:

            Señor, ¿podéis hablarnos hoy?

Señor, ¿deseáis venir a hablarme para todos?

Habladme, Dulce Jesús. Vuestra Palabra es nuestro alimento.

           

Yo abro la Santa Biblia:

            “Quien os escucha, Me escucha, y quien os rechaza, Me rechaza. Y el que Me rechaza, rechaza a Aquél que Me ha enviado (Lc 10, 16). Mas no os alegréis de que los espíritus os estén sometidos; alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en el Cielo (Lc 10, 20)”.

 

JNSR:

            Al abrir la Biblia, Dios comienza a hablarme a través de San Lucas.

            El Señor Se acerca a nosotros, en este día, para hablarnos:

 

JESUS:

            ¡Quién Me llama tantas veces, no Me provoca, pues Me solicita con todo su corazón! Por eso Yo acudo a tu llamado, para decirte: “Mis hijos encantan a Mi Sagrado Corazón, por su insistencia en oirMe y por querer, desde ahora, permanecer cerca de Mí.

            Yo vengo, y Me alegro de estar en tu compañía. Habla de Mí y de Mi deseo de permanecer así, con todos vosotros alrededor Mío, como María Magdalena lo hizo con su perfume.

            Vuestro Perfume, para vosotros que Me escucháis, se llama “Esperanza” y Yo soy feliz al recibirlo.

            Mi dulce niña, Yo soy Cautivo de tu amor, de todos vuestros cuidados para recibirMe ya en vuestros corazones de niños, sin prejuicios, lejos de todo reparo y de todas las infamias del mundo.

            Tratad de introducir en vuestras vidas, más alegría, a la espera de Mi llegada entre vosotros. Tratad de reuniros más a menudo para hablar de Mí, de vuestra esperanza de recibirMe muy pronto.

            Hijo, acuérdate de tus Navidades. ArrúllaMe en tu corazón como lo hacías en esas horas de espera, cuando decías sentir en todos tus juguetes y regalos, "el Perfume del Cielo".

La infancia es dulce en Mi Corazón.

Permaneced como niños. Haceos como pequeños niños.

Vuestro Dulce JESUS de Amor.