¡VEN, SEÑOR JESUS!

Yo os guiaré

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28 de agosto de 2008.

 

 

JNSR:

            Mi Dios Todopoderoso y Misericordioso, ¿deben ayudarOs los hombres, en Vuestro Plan Divino, para renovar el planeta?

 

JESUS:

            El Señor os enviará a todos aquellos que vendrán para efectuar esta gran transformación, sean de la Tierra o del Cielo, porque Mi Plan no es ordinario, ya que viene de Mi Reino Celestial. El Padre y el Hijo, con el Espíritu Santo, que no hacen sino un Solo Dios, os darán la confirmación para ayudarles en esta Obra Magistral.

            No temas más a los hombres, que Nosotros estamos contigo. Tú eres la que Dios ha escogido y Solo Dios puede dar testimonio de Su Elección. Aún si vas a levantar muchas polémicas, deja todo eso en Mis Manos Santísimas y sigue tomando, sin temor, las notas del Cielo. Yo te protejo.

            El firmamento cambiará de lugar, porque todo va a oscilar hacia un nuevo horizonte, donde la Tierra va a juntarse con el Cielo y el Cielo entrará en la Tierra, sin ningún daño para la marcha de los planetas, porque Dios dirigirá todo con la orden de Su Santa Voluntad, que es UNA, tanto en la Tierra como en el Cielo.

            El Mérito pertenece a Dios, que regularizará toda esta nueva caminata con Su Santo Corazón, que es Amor Universal. Explicar todo esto no es tu misión, porque tú sabes decir tan solo lo que os es necesario saber. No te preocupes, sólo tú quedarás, sin sombra de desgaste, ni en tu vida, ni en tu estado. Tú resistirás hasta el final del programa que Yo te voy a dar. No tengas ninguna de duda de lo que va y lo que debe realizarse.

            Tus amigos vendrán en tu ayuda: aquellos que Yo te envíe, porque ningún obstáculo debe interponerse entre tú y Yo, entre tu Dios y Su hija elegida.

 

JNSR: ¡Gracias, Señor!

 

JESUS:

            Primero, tendrás la gentileza por compañía: acepta todas las peripecias que se interpondrán entre ti y Mi Plan Divino, porque habrá mucho rechinar de dientes.

            Hazte ayudar por los mejores, aquellos que no fruncen el ceño por el trabajo, ni por la hora, ni por el tiempo, porque esto puede durar, como tú misma lo sientes. Llama inmediatamente a esta dulce compañía que Yo pondré a trabajar contigo.

            Las aves que vuelen alto, recibirán Mi Gracia, para darla a aquellos que vuelen bajo y a aquellas que no tengan alas, porque todas van a encontrar trabajo en Mi Obra. Comprende bien que el Cielo y la Tierra estarán en acción, unidos como debe ser.

            El Maestro de la Obra no se interpondrá en este trabajo, que debe concluir la Obra magistral del Todopoderoso. Comprende bien que la consumación de todo lo que va a venir a vosotros estará en las manos de los Obreros de la Tierra, ayudados por todo el Cielo. Sí, se verá a unos y otros trabajando; lo Divino penetrará lo humano, que va a hacerse así más cercano a Dios de lo que nunca haya estado. Esto es un detalle, tú debes comprender mejor lo principal.

            En primer lugar, no dudes en seguir las directrices del Cielo, cuando JESUS te lo diga, para encontrar ese Abrigo milagroso y con todas las posibilidades de lograr elevaros, para reunirse seguidamente con Dios.

            Lo esencial, es obedecer a Dios. Mas, en cuanto a eso, Dios ya conoce quien, con una gran voluntad, abrirá la marcha. Son aquellos que ya han comprendido Mi Plan Divino: ellos abrirán la Marcha Real. No hay ni jefe, ni superior. Yo lo he dicho y lo reafirmo: el más grande en la Tierra es el más pequeño molusquito del Cielo.

            No te perturbes más y escucha.

JNSR: Yo sentí un ligero malestar.

            Presta atención y escucha.

Perdón, Señor.

            Estás perdonada. Escucha.

            Cuando Yo te digo que Yo aceptaré la ayuda de los humanos, debes saber que ellos Me oirán directamente en ellos, sin necesidad de verMe. No te alteres, ¡vosotros Me veréis! Pero las órdenes no tienen necesidad de que los hijos de la Tierra Me vean para oirMe. Todo será como si viniera de vosotros, pero guiados por el Cielo. No temas por toda esta puesta en marcha. Avancemos, escucha.

            Infeliz de aquél que quiera tomar el mando, porque no puede ser sino Dios, desde lo Invisible, quien os va a guiar. Hazles comprender esto bien, hija Mía. No temas por la vejez, porque a partir de esta Marcha y esta Elevación, todo será Alegría y Juventud, y todo estará ya sano para reentrar en la Santidad que tendrán todos los Vivos del Cielo y de la Tierra.

            El Tiempo no será motivo para ninguna precipitación ni demora: ese será Mi Tiempo, con Mi Vida en vosotros. Dichoso aquél que no rezongue por nada, porque he aquí que Yo vengo en breve.

            ¡En breve puede significar inmediatamente! Qué te importa, Yo te he dicho que todo comienza ya. Tú, obedece Mis órdenes, a Mi Palabra. Sólo la Obediencia es buena, porque ella viene de Dios, para vuestro bien. Dichoso aquél que la acepte.

            Pronto, Yo te hablaré sin que tú Me llames; escucha tu corazón.

Dios os ve y os escucha.

No tengáis miedo,

Soy Yo

JESUS, Salvador del Mundo.

 

“Ven, Señor JESUS”

Es la última parte de Mi Obra

(que puede durar)

 

JESUCRISTO

† Amén, amén, amén.