EL SEÑOR HABLO

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Domingo, 6 de julio de 2008.

 

 

 

JESUS:

            Escucha al Señor. La Voz del Señor es pura, clara y límpida como Sus Obras.

            El Señor habló. Escribe: Yo destruiré todas las obras de Mis enemigos y colocaré Mi Tienda en medio de vosotros. Yo edificaré ese Mundo donde el joven retoño crece libremente, donde el animal no sucumbe a la mano criminal y donde el niño, todo joven, Me seguirá. No quiero que ninguno sucumba al Mal.

            Tras este Tiempo, vendrá la Paz. Vosotros no conoceréis más la desdicha. Pero antes, Dios no desea que el hombre vea lo que el Eterno hará de Su Tierra.

            Como a Lázaro, Yo volveré a darle Vida: “¡Tierra! ¡Sal de tu tumba, donde te arrojaron los hombres! A ti, la Madre que los ha alimentado”.

            Entonces, Mi Sagrado y Santo Corazón no mirará más para atrás, sino que Se inclinará sobre ese presente que renace de sus cenizas: el Fuego ha purificado toda la Tierra. Dichosos aquellos que vendrán a habitarla. Yo haré descender de las nubes a todos aquellos a quienes Yo he preservado para este Nuevo Tiempo, y la Tierra será repoblada por todos sus habitantes que, como ella, serán trasformados. Dichosos quienes Me han obedecido y seguido, porque la Alegría está ahora a sus puertas y en sus moradas, guardadas por Mi Ángel.

            Tan cierto como Yo he hecho la Tierra y el Cielo, tan cierto como los Cielos están alejados de la Tierra, Yo juro que Mis hijos no volverán a hacer el mal. Es por eso que Mi elección será ésta.

            Ningún animal será matado más, ni para divertiros, ni para alimentaros. Yo os daré los frutos de la tierra y ya no tendréis más necesidad de pensar en el día siguiente. Tendréis lo necesario y Yo le quitaré toda envidia al que desearía obtener más de lo que es suficiente para el día entero. La Mano del Señor conoce el Reparto y Yo velaré por ello.

            El Señor habló. ¡EscuchadLe! Hijos de todos los países, Yo os reúno hoy porque vosotros sois Míos y Yo, solemnemente, he hecho la Promesa: tendréis este Tiempo de desdicha que llega, sin llantos ni miedos, porque el Eterno os ha hecho el Juramento. Yo os protegeré, Yo os conduciré y os preservaré de todo Mal, hasta que el Mal desaparezca de todas partes. Palabra del Señor.

            Mis Mensajeros serán vuestros acompañantes, día y noche, para atravesar la Planicie de la Desdicha, de la que vosotros ibais a hacer vuestra propia tumba. Como a Lázaro, Dios os ha gritado: “Sal de ahí, porque Yo te quiero en Vida”, y vosotros Me habéis obedecido. ¡Dichoso aquél que guarda en sí la Palabra del Señor!

            Hija Mía, la Virtud es Una, así como Dios es Uno, y Mi Palabra os es dada solemnemente. Guardadla siempre. Yo volveré cuando la Hora suene, para llevaros, preservaros, guardaros en Mi Divino Sagrado Corazón. Salid de ahí, Yo conduciré a cada uno allí, donde Yo le designaré. Este será el Tiempo de la Paz y del Amor.

            Vosotros salvaréis los Barrancos profundos del Odio frente a Mis enemigos, y los bosques que os acogerán serán los muros de Mis fortalezas. Por esto, no os preocupéis. Mis enemigos serán para vosotros seres que no tendrán poder alguno. Yo no permitiré más al Mal habitar con el Bien.

            ¡Sed siempre del Señor! Por el momento, no es necesario conocer el resto. Yo os explicaré, a medida que sea necesario. Mas sabed que Mi Promesa es Eterna: Yo os amo y Yo os salvaré.

            Tú, escribe para todos los que tú conoces.

 

El Señor habló,

El está con cada uno de vosotros.

SeguidMe .

 

Jesús de Nazaret Señor y Rey †

Amén.