EL TIEMPO DE LA OMEGA

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3 de mayo de 2008.

Santos Felipe y Santiago

 

 

MARIA:

            Dios te habla, escúchaLe atentamente.

JESUS:

            Dios habla hoy a todos Sus hijos escogidos, los Mensajeros que Le escuchan. Tú vas a escribir Su Santa Voluntad. Hija Mía, abre tu corazón, escucha al Padre que habla al Hijo, por el Espíritu que te habla. La escucha es general. Prestad atención.

            Hija Mía, el Tiempo va a concluir en un diluvio de agua y de fuego. Tu Padre del Cielo está en ti, como en cada uno de los que Le escuchan. Este Tiempo va a finalizar, pronto estará cumplido.

            El Mal está tan furioso como había prometido estarlo. Como un león furioso, abusa de su fuerza, matando y destruyendo todo a su paso. El no perdona ningún país de la Tierra. Muchos serán eliminados definitivamente, y no existirán más sobre los mapas geográficos. Cuando un país es puesto en la mira, él comienza por agredirlo y no cesa de atacarlo hasta su desaparición. Las poblaciones, advertidas, deben huir y no regresar más. Pues nada más existirá, todo será cubierto por el agua o quemado. No quedará más que lodo o cenizas y cadáveres.

            Mi pequeña hija, tu JESUS de Amor te pide que Le escuches. Desde el momento en que el Señor te llame, escribe si El te lo pide porque, a partir de ese instante, será como si el mundo se dividiera en dos, una parte de las gentes estará sumergida de tal forma en la confusión, al no estar aún informadas de que Dios es el Solo Dios Único y Verdadero, que creerán todavía que Mi Santa Ley de Amor no les concierne. Irán hacia los placeres, sin preocuparse por los infelices que buscan, por todos los caminos, la acogida de sus hermanos y el compartir de su pan. Si ellos no los acogen, pueden convertirse en los náufragos de este Tiempo, los verdaderos errantes buscando el Reino de Dios, que se aparta de ellos cada vez más.

            Yo pido a Mi Iglesia de la Tierra que informe que el Reino de Dios ya está presente y que no se puede conquistar más que por el Amor de Dios y del prójimo. Esto es de lo que vosotros debéis hablar.

            Será ahora cuando los malvados serán perfectamente malvados y los buenos serán perfectamente buenos.

            Mi Iglesia debe hacer comprender a cada uno, que no es el momento de proteger a los países ricos de la invasión de los pobres, porque es Dios quien se los envía. Ellos vienen de todas partes. No los rechacéis, soy Yo quien os los doy, ellos son los pobres de Dios.

            Si vosotros les abrís vuestros corazones, Yo os concederé el mismo auxilio. Yo abriré Mi Puerta, la de Mi Corazón y Yo os confirmo, a unos y otros, que Yo vendré a socorreros en el último desastre, que debe cumplirse ante los ojos de los impíos, asesinos, terroristas, profanadores. El fin de todas las cosas antiguas viene, para que el Mundo Nuevo, en el que Yo pondré a Mis Elegidos, nazca en Mi Paz y Mi Alegría.

            Acoged a Mi Rebaño, que proviene de otro Aprisco, comprado por Dios con la sangre de sus Mártires.

            Toda puerta que se cierre será abierta por Mi Enemigo, y los lugares ocupados por él, se convertirán, con los ocupantes, en su propiedad.

            Abrid las puertas a los exilados que vienen con Dios, que les ha escogido, como a todos aquellos que les acogerán.

La Purificación está ahí, el Juicio está ahí

 

            Vosotros oiréis al Mal tronar por todas partes, los niños llorando, los pasos resonando sobre los caminos del miedo -y serán los vuestros-, el agua inundando las casas, el fuego quemando hasta la hierba y esto será con vosotros.

Todo país recibirá su pago.

            Cada habitante pagará por el Mal o el olvido que él ha hecho.

            Cada habitante será recompensado por el Bien o el pensamiento de Amor que ha tenido hacia su prójimo.

            Toda Cruz que será elevada, se elevará cuando Yo esté entre vosotros, será una de las Cruces de Gloria. Si vosotros eleváis alguna ahora, ella estará acompañada por centenares de Mártires.

            El tiempo en que Yo os pedía hacer elevar Mi Cruz ha sido el tiempo de vuestra desobediencia. Yo os decía: “Entonces Yo Mismo la elevaré en el cielo, pero ya no habrá más tiempo”. Ahora, Yo os vuelvo a decir: “El Tiempo se ha cumplido, vosotros no tenéis más tiempo”.

            La última Cruz de NAJU sería la que debía completar los Millares de Cruces en el mundo. Ella sería la protección de toda esa parte del mundo y la garantía para Europa.

            Asia sufre, en primer lugar, la gran pena de la desobediencia. Dozulé y Naju, escogidos por Dios, han sido el Alfa (Dozulé) y la Omega (Naju).

A todos los llamados a vivir en el Mundo Nuevo,

JESUS y MARIA os bendicen