¡DESPERTAOS!

*******

 

8 de abril de 2008.

 

 

JNSR:

            El tiempo ya no se puede detener más. Es necesario hacerlo salir de su letargo, sacudirlo para despertarlo. El es como el gato que se adormece al sol, sobre el paso de la puerta, esa puerta que debe abrirse. ¡Estorba, ese gato!…

            El Tiempo de Dios es también el del hombre, que ha llegado a su elección decisiva: implorar su Perdón o rehusar hacerlo.

            ¿Cuándo consentirá el hombre en recibir los Sacramentos? ¿Cuándo la Santa Eucaristía reunirá a todos los hombres? ¿Todas las horas perdidas serán algún día recuperadas? La Santa Misa no puede seguir siendo olvidada, porque la Vida de Dios está en ella y sin ella, el hombre muere y, a su alrededor, toda vida desaparece.

Y de la Fe del hombre depende la vida del planeta.

            La Iglesia tiene una gran responsabilidad. ¿Cuándo irá a doblar sus campanas a todo vuelo, para recordar al hombre su enorme responsabilidad? No se escuchan, por todas partes, más que gritos de odio y el llanto de los niños martirizados. Se escuchan los gritos de reivindicaciones y los pasos marcando su cólera sobre las calles.

            ¿Escucharemos algún día, en una procesión, elevar hacia el Cielo cánticos y Oraciones implorando a Dios la Paz del Mundo? ¡Qué el Señor nos oye! Porque Dios no es sordo. Dios quiere abrir Su Puerta, pero no Le permitimos hacerlo porque tenemos miedo de decir que somos cristianos y que queremos a Dios, que es Nuestro Padre.

“¡Nosotros queremos a Dios, que es nuestro Rey!”.

            Preparémonos para escuchar a JESUS decir a cada uno de nosotros, como dijo a Pedro: “¿Me amas tú, tú que te escondes? ¿No Me reconoces en todos los Mártires de la Fe? MíraMe a través de ellos, porque Yo no he cambiado”.

JESUCRISTO,  

a Su Iglesia y a todos sus miembros.