MI SUDARIO ES AUN MALTRATADO

*******

28 de enero de 2008.

Santo Tomás de Aquino

 

 

JNSR:

            ¿Cómo, Señor, podéis Vos reconocerme? Yo no puedo verOs, pero Vos, ¿cómo podéis verme, en medio de tantas personas? Yo sé que Dios está cerca de nosotros, pero hay tantos en el mundo y todos Os llaman al mismo tiempo.

 

JESUS:

            Cuando tú lloras de alegría, cuando lloras de pena, Yo estoy ahí. En cada momento de vuestra vida, Yo participo con cada uno de vosotros, en ese mismo momento, sea triste o alegre. Dios está ahí. Vuestro lugar, en lo Sobrenatural, está abierto como un puente que deja pasar a Dios.

            Desde que vuestro corazón Me llama, aún en silencio, porque no tenéis ninguna necesidad de gritar Mi Nombre para que Yo acuda a vosotros, Yo estoy presente. De lejos, Yo puedo cuidar y sanar las almas y los cuerpos. Y cuando os adormecéis para reuniros Conmigo, esta linda capilla, que con vuestra Fe y vuestro Amor habéis construido en vosotros mismos en el curso de vuestra vida, en vosotros, será nuestro lugar de cita y de encuentro.

            Sí, tú Me has escuchado y Me has creído. Tú has creído en todo cuanto Yo te dije y te diré todavía.

            Porque Yo te he mostrado Mi Santo Sudario, visión de algunos segundos y justo antes de escribir la razón por la cual tú querías que se colocase en primer lugar tu texto, sobre las últimas manifestaciones que se referían al Papa en su país.

            De Mi Sudario, tú has visto sólo por un corto instante su forma y las manchas pardas que lo recubrían y tú te has preguntado el porqué de esta visión. Y por tan corto instante y sin escuchar nada de Mí. ¡Mas tú no lo has olvidado!

            Pero mira, si Yo te hablo hoy, nadie podrá decir que tú estabas al corriente, sino en el momento mismo, en que se está aún en vías de hacer las investigaciones y las verificaciones acerca de su verdad. No, ¡tú no podrías saber que se le resaltaba de nuevo! La Resurrección es visible en ese Sudario, cuando Mi Cuerpo recibió, después de Mi Santa Muerte, la Omnipotencia del Espíritu Santo: Mi Santa Resurrección impresionó Mi Sudario.

            ¿Por qué te mostré Mi Sudario por ese corto instante? Para que recuerdes que, cuando tú fueses tan maltratada como Mi Sudario, pasando de un examen a otro, de una mano para otra, de un control a otro, se encontrará definitivamente, que tú eres guiada verdaderamente por Dios, porque, tal como Mi Sudario, tú perteneces a la elección de Dios. Así como vuestro Señor Se ha servido de Su Sudario para confundir a todos los sabios del mundo, revelándoles que Aquél que marcó ese tejido es verdaderamente Cristo JESUS.

            Yo no te diré más. Tú verás y oirás decir pronto que Mi Sudario es ciertamente aquél, el Verdadero, aunque haya sido tan maltratado. Entonces, no temas nada.

 

La Verdad de Dios, es el Amor, es la Fe.

JESUS de Nazaret