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18 de enero de 2008.
JNSR:
Cuando
el Señor me previno sobre algo que se preparaba “en los alrededores de
diciembre”, se trataba de esto (Dios me había dicho que ello concernía al Papa)
y he aquí lo que está en vías de suceder:
Un
hombre, un periodista italiano, Giuliano Ferrara, en diciembre último inició
una huelga de hambre (a sólo agua). Era el hombre del
momento que iría a hacer hablar y oír
hablar al Santo Padre así como a Italia.
En el
momento en que Dios me dijo que advirtiera a todos mis hermanos para que
pidiesen la inteligencia Divina, que JESUCRISTO está presto a donarnos (Pedid y
recibiréis), este hombre, que vivió y participó también en la revolución de
1968 (abortada en su inicio), este hombre se transformó: Dios acaba de colmarlo dándole, en el
momento oportuno,
El va a
luchar contra esas leyes de muerte, establecidas por los hombres: la pena de
muerte en las prisiones y la pena de muerte para los bebés, condenados aún
antes de su nacimiento para el mundo, esto es, el aborto, ya votado y
legalizado en la mayor parte de los países. Este hombre pasó, de una revolución
abortada a una verdadera Revolución cultural del Amor. El pasó, con Dios, de
Dios Se
sirve de este hombre para decir a la
gran Universidad de Roma, delante de casi 5.000 profesores, que Dios quiere
Entonces
surge una petición de 67 voces negativas que se oponen a la venida del Papa a
Preparémonos
para oír
JNSR:
Queridísimos
amigos,
Yo os
comunico esto, porque Dios ya nos había informado el 16 de enero de 2008. Hoy,
20 de enero, “BFM TV” anuncia:
“que
altos oficiales rusos nos envían una especie de advertencia nuclear y,
simultáneamente, piden a todos sus aliados que se armen también, con armamento
nuclear. Rusia está movilizada y ella dice: “Una guerra nuclear no es
improbable”. Los Rusos van a vigilar todos los mares.
Pienso
que el 16 de enero, Dios nos dijo todo y, sobre todo, que no tomemos esto a la
ligera. Yo hubiera querido que esto hubiese sido dicho por Internet, antes que
por la televisión.
Yo dejo
pasar esta información que vi y escuché el 20 de enero de
Y
nosotros proclamamos fuertemente:
Sólo Dios es nuestro Escudo, nuestra Armadura y nuestra
Fuerza.
¿De qué tendré miedo?