YO VENGO A INSTRUIROS SOBRE EL AMOR DE DIOS

EL COMBATE DE JESUCRISTO

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9 de enero de 2008.

 

 

JESUS:

            La Cruz de Cristo JESUS es un Testamento. Para el hombre, es su Ley de Amor. Hoy, en este combate que es eminentemente espiritual, JESUCRISTO viene a deciros: vosotros no habéis comprendido, porque en Mi Santa Cruz, todo está escrito y habría sido necesario que todos los hombres la viesen erguida con sus 738 metros, la altura del Gólgota, donde se realizó Mi Santo Sacrificio, para no olvidar más todo lo que Yo os he dicho. Allí, vosotros Me habríais escuchado.

            Los hombres tienen una memoria corta, que ellos mismos reducen al alcance de su aventura personal. El Misterio que vosotros debéis vivir con Mi Cruz debe ser vivido más allá de vuestra vida actual. Este Misterio, que estalla en la Santísima Eucaristía, es un eterno recomenzar que prosigue, tal como la presencia de Mi Santa Cruz en la Eternidad, ante los ojos de Mi Padre y vuestro Padre. Es esto lo que Dios os da para la Salvación del Mundo.

            Es lo que todo el Universo ha reconocido ante la caprichosa-Tierra, todavía infiel a su Dios Único y Verdadero. El Universo entero está de rodillas, ante la Grandeza incontestable del Padre y del Hijo, Unidos por el Santo Espíritu de Amor, para no hacer más que un TODO, reconocido en todas partes como el Solo Dios Único y Verdadero, Creador del Cielo y de la Tierra, del Universo visible e invisible. Salvo en la Tierra de JESUCRISTO, que es verdaderamente la única que, desde su origen, es el teatro que demuestra a todo el Universo hasta donde va el Amor de Dios por una sola de Sus criaturas, ante Su Omnipotencia para ganarla, en su libertad.

            Este Combate, visto por la inmensidad de todo el Universo de Dios unido a Dios, es único, y es así como se dirá un día en todo el Universo. He aquí por qué Dios, Nuestro Padre, ha elegido este planeta azul para ofrecerlo a Su Hijo JESUCRISTO, porque El lo ha ganado como Jacob, combatiendo a Dios Mismo.

            Porque, por todo el Mal que El ha recibido de los hombres, Sus criaturas, El las ha reconciliado Consigo Mismo en ese singular combate de Dios Consigo Mismo, que es Dios, para permanecer como Dios de Amor y de Perdón eternos ante del Mal, que no se podía vencer más que por el Amor.

El planeta azul, Tierra de JESUCRISTO,

Reconciliador del mundo visible e invisible,

Tierra de Amor y de Perdón,

ganada por JESUCRISTO con Su Amor.

 

            Como cada uno, todos vosotros debéis merecer vuestra parte del Reino Eterno con vuestro Arrepentimiento, el Perdón de Dios y el Amor de los hombres por vuestro Dios de Amor. El Combate de Dios es el de Su Misericordia con Su Santa Justicia.

 

JESUCRISTO, en el Padre y el Espíritu Santo.