ES MI SANTA NATIVIDAD

24 de diciembre de 2007.

 

 

JESUS:

            Hija Mía, un aniversario es como una vida que se renueva, aportando con ella los recuerdos del pasado y la alegría de una nueva reflexión para el porvenir, que se vislumbra a través de esa puerta que se abre. Yo te hablo de Mi Santa Natividad en esta Tierra de Dios y de los hombres.

            Yo estoy junto a Mi Santa Madre, que alaba todos los días aquel Día bendito. Ese recuerdo permanece y permanecerá eternamente en Ella: MARIA Santísima dona al mundo pecador a Su Santísimo Hijo, Su AMOR de siempre, porque El es también Su Dios.

            Su Fiat conforme al del Padre de toda Bondad, es el Don con el que Dios Se desgarra y la Madre abre Su Corazón Puro e Inmaculado, para dejar que sea traspasado por la Espada, que lo atravesará hasta la Cruz que llevará Su Divino Hijo, Carne Virginal de Su propia Carne, Cruz de Amor y de Perdón donde Dios Se inmola con el Fiat de Su Padre y de Su Madre para la Salvación del Mundo.

            Este Día de Mi Santísimo Nacimiento, en el que el Cielo visita la Tierra, es un día de Sufrimiento y de Gozo, de Esperanza en el dolor de esta Humanidad, que todavía no sabe apreciar el Fruto de su Liberación y que no sabe recogerlo y aún menos, comerlo en la Santa Eucaristía:

“Tomad y comed, este es Mi Cuerpo.

Tomad y bebed, esta es Mi Sangre”.

 

            Mi Vida, desde la Cuna hasta la Cruz, es como una pasarela que Mi Padre os ofrece, una y otra vez, para haceros atravesar este Tiempo del Fin, que debe terminar, para permitir entrar al Tiempo de Dios, que sólo espera vuestra comprensión y vuestra decisión, para ofreceros una Tierra Nueva rodeada por los Cielos Nuevos. Pero vosotros no sabéis ver con la mirada de vuestra alma que es, en Verdad, la Mirada de Dios.

            Yo habito en vuestro cuerpo espiritual y, como un capitán que vigila sobre su nave, Yo vigilo sobre vuestra alma. Aunque digáis que no Me conocéis, que no Me amáis y aunque Dios os deja en total libertad, vuestra alma Yo la he ganado a Satanás en Mi Santa Cruz. Y aún suya, él no la puede destruir: su alma Me pertenece. Yo he pagado hasta lo último, con el Precio de Mi Sangre, y Mi Sangre es la Vida de todas las almas de Dios. Y Dios, Único y Verdadero, es el Único Creador de toda la Humanidad, del Universo visible e invisible, El es el Único Amo. Satanás puede constituirse un ejército de cuerpos vacíos, pero jamás se podrá apropiar de una sola de Mis almas.

            Ese Día, en el que Yo salvé a todas las almas de la Tierra, pasadas, presentes y futuras, Mi Santa Cruz se convirtió en Testigo de vuestra Salvación: ella chorreaba la Sangre de Dios. Solo, Dios, podía rescatar todas Sus almas. La Sangre de vuestro Señor JESUCRISTO es el Precio de todo el Universo. Una gota de Mi Preciosa Sangre habría sido suficiente para salvar todas las almas, pero, por el Amor de Mi Padre y de Mis hermanos, Yo he dejado correr Mi Sangre Divina y Preciosa hasta la tierra. Mi Amor es tan fuerte, que Mi Corazón ha estallado como una granada madura, dando Mi Perdón a todas Mis almas y rindiendo Gloria a Mi Padre Santísimo.

 

JNSR:

            Oh, mi JESUS de Amor, yo no puedo rechazar el sufrimiento que viene a mí, porque es en ese momento cuando yo me acerco más a Vos. Cuando mi dolor es más fuerte, yo Os veo. Veo las ovejas que todavía se extravían y Vuestra inmensa pena ante la visión de Vuestra Gran Cruz Gloriosa, por la que Vos habríais atraído a todas hacia Vos: ¡no se Os ha obedecido!

            Oh, mi Dios Soberano, Dueño de todas las almas y de todas las cosas, la libertad que habéis dado al hombre Os ha traicionado una vez más. ConsolaOs, Vuestro Pequeño Resto Os será siempre fiel y Os pide Perdón por aquellos que aún huyen de Vos.

 

JESUS de Nazaret triunfó de la Muerte.

Su Reino es Eterno.

El viene a vencer el Mundo y el Tiempo.

Piedad, Dios mío, por aquellos que Te blasfeman,

perdónales, ellos no saben lo que hacen.

Piedad, Dios mío, por el Escándalo del Mundo,

líbrales del espíritu de Satanás.

Piedad, Dios mío, por aquellos que huyen de Ti,

dales el gusto de la Santa Eucaristía.

Piedad, Dios mío, por aquellos que vayan a arrepentirse

 al pie de la Cruz Gloriosa,

que allí encuentren la Paz y la Alegría en Dios Nuestro Salvador.

Piedad, Dios mío, para que venga Tu Reino,

pero sálvales, están a tiempo todavía.

Porque el tiempo está próximo y he aquí que Yo vengo.

Amén, ¡ven, Señor JESUS!

 

JESUS:

            Yo deseo descubrir en cada uno el santo recuerdo, que está aún escondido en ellos, del nacimiento de sus almas, nacimiento virginal en los Cielos, en las Aguas primordiales, donde cada uno ha recibido Mi Santa Bendición, antes de efectuar la peregrinación de la Tierra; para recibir después, al retorno a la Casa del Padre, el Signo de la Cruz sobre su frente y, como el Hijo Pródigo, el dulce beso del Padre.

            Sí, hija Mía, Yo vengo pronto a revelar esta memoria que duerme en cada uno y puedo venir tanto de noche como de día. Y todos estarán presentes a Mi Llamado, y se formarán los grupos, sabiendo adónde van y de dónde vienen. No habrá miedo porque las almas Me esperan, ellas serán preparadas en un instante.

            En vuestra libertad espiritual, y en total conocimiento, vosotros mismos os juzgaréis delante de Dios, estando Dios en vosotros.

            Hija Mía, seguid ofreciendo a vuestro Padre de los Cielos, millares de Santas Misas en el mundo entero por el Arrepentimiento Mundial, en reparación de la gran desobediencia de este Mundo, que no ha sabido obedecer al pedido de Dios, que quería perdonar a toda la Humanidad y dar la Paz a todas las Naciones, que serían elevadas hasta Su Santa Cruz Gloriosa.

 

JNSR:

            Cruz del Arrepentimiento Mundial y del Perdón de Dios, para implorar a Dios Su Perdón y Su Paz y someterse a Su Santísima Voluntad, porque nosotros somos, todos, pecadores. Perdonadnos, Señor, nosotros hemos pecado, todos, contra Vos.

 

Concedednos Vuestro Perdón y seremos salvos.

JESUCRISTO, Salvador del Mundo.