LLAMADA DE DIOS

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4 de diciembre de 2007.

 

 

JESUS:

            Yo pido a todos los hijos llamados a servir a la Obra “Testimonio de DIOS a Sus Pequeñas almas”, que pongan todo su corazón, toda su fuerza para dar a conocer, con toda prioridad, el Mensaje urgente de JESUCRISTO, recomendando a cada uno la SABIDURIA, de una parte, y la invitación a la audacia, de la otra.

Bajo el imperio de la materia, se tiende hacia lo que es material.

Bajo el imperio del Espíritu, se tiende hacia lo que es espiritual.

           

            Para comprenderMe, míraMe, dice JESÚS. ¿Acaso Me reconoces, tal como Yo Me torné para ti, para todos y para todos los tiempos futuros? Sólo tu alma Me reconocerá, cuando Me vuelvas a ver.

            Yo ya no soy como los íconos Me han pintado. Mi Cuerpo ya no será de carne, ni el vuestro. Yo soy, Espiritualmente,

Tu JESUS de AMOR

con Su Cuerpo de carne Espiritual.

 

            Yo SOY Aquél que es, que era y que será, y YO en ti, y tú en MI.

 

            Cada uno será lo que Yo SOY, amando sin cesar la Vida Eterna, Aquella que estará pronto, en la Tierra como en el Cielo. Porque DIOS estará en todos y en TODO.

            Vosotros debéis decir al Mundo entero que, ya en este mundo, aquél que quiera salvar Su Vida, la perderá. Mas, quien pierda Su Vida a causa MIA y del Evangelio, la salvará (Mc 8, 35-36).

            El Único que puede rasgar en vosotros el velo de la incomprensión, es Cristo, que hoy os dice:

“Por Mi Santa Eucaristía,

Yo vengo a traeros Mi PAZ y Mi ALEGRIA.

¡ObedecedMe!”

Os dice vuestro SEÑOR.

 

            Yo os pido miles de Misas en Todo el Mundo. Que cada sacerdote Me entregue SU AMOR, os dice el Padre, ofreciéndoMe el Santo Sacrificio de Mi Divino HIJO sobre Su CRUZ de AMOR. El Altar de vuestra Iglesia se iluminará.

 

Por el Arrepentimiento Mundial, ¡dad por cada familia una Misa!

Ofreced Misas por el Mundo entero,

porque la Misa del Arrepentimiento Mundial, os trae

el Perdón de DIOS sobre Toda la Humanidad.

 

JESUCRISTO

en Su Santa Eucaristía.