ESTA VOZ ME AYUDA, ESTA MAÑANA

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13 de noviembre de 2007.

 

 

JNSR:

            Tal como las parábolas, que son relatos alegóricos, con una moral o un sentido escondido que JESUS revelaba a Sus Apóstoles y Discípulos, los acontecimientos milagrosos de la Santa Biblia tienen a menudo, un segundo significado, próximo o lejano, más allá del hecho milagroso mismo.

            Así acontece en el de las Multiplicaciones de los panes y de su aspecto escondido, que el propio Señor permite sea descubierto a su debido tiempo. Estas dos Multiplicaciones y el regreso de JESUS, en la barca, con Sus Apóstoles, (la Barca de la Iglesia), no eran para ser descubiertos sino hasta ahora.

            La primera Multiplicación y la Institución de la Santa Eucaristía, con el Sacerdocio conferido a los Apóstoles, están en resonancia. La Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, es así establecida la noche del Jueves Santo, según nuestro calendario aunque, en ese momento, para Cristo y Sus Apóstoles, en el Cenáculo de Jerusalén, la jornada del Viernes Santo ya ha comenzado, después de la puesta del sol. Este Santo Oficio de la Misa, será perpetuado hasta nuestros días por los Sacerdotes, habiendo recibido de los Apóstoles y de sus sucesores el Sacramento del Orden:

            “Tomad y comed, este es Mi Cuerpo. Tomad y bebed, esta es Mi Sangre. Haced esto en memoria Mía”.

            Y ese día del Viernes Santo da lugar al Sábado, en la siguiente puesta del sol. Ya el Cuerpo de JESUS ha sido descendido de la Cruz y depositado en el Sepulcro.

            Esta primera Multiplicación nos muestra que, aún después de la dispersión de los Cristianos, causada por la muerte de JESUS, ellos permanecieron unidos y creyentes (es la Iglesia); hasta la segunda Multiplicación de los panes, que nos remite a DOZULE, donde JESUS va a pedir, en conmemoración de Su Muerte y de Su Santa Resurrección y el anuncio de Su inminente Retorno, esta Cruz gigante de 738 metros, la altitud del Gólgota.

            Eso espantará al Clero, a quien ella es especialmente pedida y ahí, se verá llegar la disminución catastrófica del número de verdaderos Cristianos. Una catástrofe aún mayor, para Dios, que todos esos desórdenes que ocurren en la Tierra, en los mares y en los aires.

            Segundo Aviso de Dios a esta Humanidad que lucha contra Dios y Su Cruz. Segundo Aviso, que terminará por un desastre todavía más grande que aquél del tiempo de Noé, pero que será abreviado por la Señal del Hijo del Hombre, que aparecerá en el cielo.

            “Si vosotros no eleváis Mi Cruz, Yo Mismo la elevaré, pero ya no habrá más tiempo”.

            Nuestro Tiempo desaparece con todos los ingratos, ¡ay!, peor que en el tiempo de Noé, nos dirá JESUS en Dozulé, y la Iglesia no Le ha creído y rehúsa todavía ver lo que pasa en el Mundo hoy día: que todo esto es el reflejo de la segunda Gran Desobediencia a Dios, después del Pecado Original. Pues este NO a Dios es infligido, especialmente, al Hijo de Dios, a quien el Padre ha entregado todo. El es el Señor del Mundo de nuestro Tiempo.

            En la segunda Multiplicación, hay aún más Panes de Comunión: 7, en lugar de los 5 de la primera Multiplicación. Pero hay menos fieles: 4.000.

            Los Sacerdotes que quedan (7) son todavía solidarios con la Iglesia. 7, el número completo. Pero menos que antes.

            Mas Dios espera aún por los que faltan: 3.000 para los 7 panes: 1.000 Judíos y 1.000 Árabes, todos hijos de Abraham y otros 1.000 de diversas religiones. JESUS aún espera por los que faltan, hasta el día en que la Paciencia de Dios (igual a Su Santa Misericordia) ordenará a Su Divino Hijo que levante también Su Voz, para gritar: “¡Basta!” y dejar caer Su brazo sobre la Tierra entera, sumergida en el caos que ella misma se infligió, por esta Gran Desobediencia a Nuestro Señor y Dios.

            JESUS pide aún miles de millares de Santas Misas, como Señal del gran Arrepentimiento Mundial, que no se puede hacer en Dozulé, debido al rechazo a la Santa Cruz de Salvación.

            Y allí, veréis la Barca de la Iglesia con los Apóstoles (los Obispos y los Sacerdotes) y JESUS, que les dice: “Vosotros no habéis comprendido que Yo estoy Solo en vuestra Iglesia, con vosotros: ¿y qué importan todos los alimentos del mundo, si Yo estoy aquí, con vosotros?, Yo soy el Pan de Vida”.

            Y si los primeros Apóstoles, en su tiempo, no podían comprender, JESUS dirá aún:

            “Padre, perdónales, ellos no saben lo que hacen. Ellos todavía están ciegos y sordos espiritualmente”.

            Hasta aquí, JESUS me ha guiado para terminar este escrito y notar que es fácil decir: “Yo no Te comprendo”, en vez de confesar: “Yo no intento siquiera comprender”, como el Clero “con Mi Cruz de Dozulé”.

JNSR, ayudada por la Voz que no se equivoca.