DIOS LLAMA AL ARREPENTIMIENTO MUNDIAL

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4 de noviembre de 2007.

 

 

JESUS:

            La confusión cesará el día en que el sol se ponga. En ese día, el Sol de Justicia aparecerá sobre el Mundo, para apartar para siempre las Tinieblas que obstruyen la vista y el espíritu de los hombres. Y esta oscuridad sirve de tumba a todos aquellos que todavía no quieren creer en Mi Santa Resurrección.

 

Yo vengo a quitar la piedra de todos los sepulcros.

           

            Yo vengo a despertar a esos hombres, esos Sacerdotes, esos guías espirituales que han seguido a Mis Apóstoles, para compartir Mi Pan de Vida y dar Mi Palabra de Verdad. ¿Dónde están Mis verdaderos Sacerdotes, aquellos que Me seguirán hasta el final? Como en otro tiempo, ¿estarán dispersos a causa del terror que inspiraba Mi Santa Cruz?

            Solo los rebeldes, aquellos que Me hacían burlas con la espada en la mano, esos que ocupaban el lugar de Mis amigos, entre quienes formaban esa sublevación política. En Oración, junto a Mi Cruz, se encontraba Mi Santa Madre con las Santas Mujeres y Mi Juan: Mi verdadera familia.

            Hoy, una vez más, os pregunto: “¿De qué tenéis miedo? ¿De la Justicia de los hombres o de la Justicia de Dios?”

            La Justicia de Dios, en Reparación de la ofensa a Dios, por el Pecado Original, hizo de Su Hijo Único la Víctima Expiatoria. Mi Santa Cruz pasó a ser la Cruz de la Redención mundial y la Puerta del Cielo, para todos los pecadores convertidos.

 

Yo soy la Resurrección y la Vida.

           

            Y en el Cielo, que es el Reino de Dios, no hay muertos. Ellos están Conmigo, porque Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Y Yo regreso a la Tierra para despertar a los muertos: aquellos que Me ignoraran y aún Me huyen. Y esta asamblea, que Yo vengo a reunir, Me será fiel. El Día de Dios será para todo el Mundo.

            Preparaos, y sabed que el retardo de Mi Santa Venida es debido a la Montaña de vuestra desobediencia a Dios. Así, todos unidos, demoled este obstáculo monumental antes que, todos los elementos enfurecidos lleguen al punto de la destrucción de todos los países y sus habitantes, porque, he aquí que los volcanes se despiertan y el Maestro del Mal, hasta el fin de su reino, no dejará de hacer actuar su maldición contra Dios y Sus hijos.

            La gran desobediencia de este siglo de miseria fue la de no creer en la Palabra Santa de Dios, dada en Dozulé a Magdalena, humilde servidora del Señor. 

            “Cuando esta Cruz sea levantada de la Tierra, Yo atraeré todo hacia Mí”. “En Verdad, la Cruz Gloriosa es JESUS Resucitado”

            Ella, por sí sola, tiene el Poder de exorcizar al Mundo entero.

            Y la Iglesia la ha rechazado: vosotros permanecéis en las Tinieblas, porque habéis elegido las Tinieblas. Vosotros sois como esos niños que juegan sobre la arena de la playa. Su castillo de arena resistirá hasta la llegada de la marea. Y, como ellos, vosotros creéis ser más fuertes que todos los elementos.

 

JNSR:

            Ahora bien, eso os ha sido anunciado por JESUS Mismo: Solemnidad de Todos los Santos, Viernes 1º de noviembre de 1974, durante la Misa de las 8, en la iglesia de DOZULÉ.

            “En el instante en que el Sacerdote levanta el ostensorio para bendecir, un halo de luz se forma alrededor del Santísimo Sacramento y la Hostia resplandece con rayos de luz.”

            “Di a las Naciones, que Dios ha hablado por la boca de Su sierva. El le ha revelado que la gran tribulación está próxima, porque ella ha visto la Señal del Hijo del Hombre que parte del Oriente y llega inmediatamente al Occidente. Esta Señal del Hijo del Hombre es la Cruz del Señor. Ha llegado al Mundo el tiempo de arrepentirse.

            Después de estos días de angustia, aparecerá en el cielo el propio Hijo del Hombre, con gran majestad y gran poder, para reunir a los elegidos desde los cuatro extremos de la Tierra. Dichosos los que se arrepientan, porque ellos tendrán la Vida Eterna. En Verdad, Yo os digo, el cielo y la Tierra pasarán, pero Mis Palabras jamás pasarán”.

 

JNSR:

            Nuestro Señor pide que todos los Pueblos comprendan que la Justicia de Dios, con Su Gran Misericordia, está a nuestras puertas.

            Debido al Pecado de desobediencia, Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso terrenal. Desde entonces, nosotros hemos sido, en general, ese Pueblo errante, en busca de la Tierra Prometida, Nueva Tierra y Cielos Nuevos, cargando la Cruz que unos y otros han rechazado. Porque todos nosotros somos solidarios. JESUS pagó por todos, y la desobediencia sigue cubriendo al Mundo.

            A causa de un miedo, a causa de una duda, un solo hombre de la Iglesia ha dicho NO a la Palabra de JESUS en Dozulé, y TODOS le han seguido. Ahora nosotros pagamos por ello. Toda la familia humana es solidaria. Pero JESUS de Nazaret quiere rescatarnos hoy, ante esta montaña de desobediencia, elevada por todos nosotros: por quienes han dicho no y por quienes están callados, porque hacerlo es afirmar el rechazo.

            Esta Cruz no ha sido levantada. ¿Cómo puede decirse que ella no tiene ninguna importancia, ante la situación actual del mundo, que se destruye por todas partes, como Dios nos lo anunció?

            Nosotros somos, todos juntos, los errantes, como Adán y Eva después del Pecado Original. Algunos están a la búsqueda de un techo y de alimento.

            Entonces, en reparación, Cristo pide a cada Sacerdote, a cada miembro de Su Iglesia, así como a cada familia fiel de Su Iglesia, un Acto de Amor: una Santa Misa por el Arrepentimiento mundial.

            “Penitencia, Penitencia, es tiempo de salvar a todos los pecadores que no aman a JESUS” (2ª. Aparición de la Cruz, el 8 de noviembre de 1972, en Dozulé).

            Sobre Su Cruz, JESUS aún nos clama: “¡Tengo sed!”. Urgiéndonos a pedirLe Perdón.

 

JESUS de Nazaret,

el Hijo del Hombre.