HE AQUÍ QUE SE ACERCA A VOSOTROS

LA PURIFICACION DE LAS ALMAS Y DE LOS CUERPOS

*******

24 de septiembre de 2007.

 

 

JESUS:

            Pedid al Espíritu Santo que os ayude. Ese examen de conciencia se hará en cada uno de vosotros. Vosotros tendréis entonces la posibilidad de conoceros tal como sois, con vuestras faltas aún enganchadas a vuestra alma y vuestros progresos por hacer. Algunos tendrán incluso miedo de verse tan sombríos y llorarán, espantados.

            Este miedo les será saludable, porque el Espíritu Santo, a vuestra puerta, espera que Le llaméis para escuchar vuestro arrepentimiento sincero, porque seréis purificados para siempre. Esta es la Santa Confesión hecha a Dios. Muchos Le pedirán auxilio, para que les ayude a liberarse. La Fuerza del Espíritu Santo, en cada uno, depende de vuestros esfuerzos para escucharLe, para obedecerLe. AgradecedLe por todos los beneficios que El os aporta. Es el Amigo Fiel de todas las almas de buena voluntad.

            El es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el Guía de todos los Apóstoles que Le recibieron en su corazón, en compañía de la Santa Madre del Salvador, en Pentecostés.

            La Purificación es la Bendición de Dios, que os envía al Espíritu Santo Purificador, porque vosotros vais a recibir, con el Baño de Purificación, el Segundo Pentecostés de Amor, para marchar con el Señor, limpios de vuestros pecados. Entonces guardaréis en vosotros el primer mandamiento de Dios, aquél que encierra todo: “Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, con toda tu alma y a tu prójimo como a ti mismo”.

            Mirad, cuando seáis llamados a seguirMe, significará que el trabajo de Purificación estará ya cumplido y la Santificación de vuestras almas hará de vosotros, de cada uno de vosotros, un Elegido en camino hacia Dios, quien os pondrá al abrigo, para preparar, con Su Mandamiento Divino, por Su Santa Palabra, esa Tierra Nueva y los Nuevos Cielos prometidos a los Elegidos de Dios.

            Hija Mía, Yo te hablaré poco a poco hasta el momento en que todo sea, para Mis Mensajeros, como un diálogo entre Dios y cada uno de ellos. Hija Mía, orad mientras todavía podáis hacerlo y no dejéis de comulgar. La Eucaristía será vuestra fuerza y nutrirá a aquellos que tienen hambre de Dios y sed de Mi Santa Palabra. Yo soy la Resurrección y la Vida.

Vuestro JESUS de Amor

 

JNSR: Gracias, mi Dulce JESUS.