EL TERCER TEMPLO. DIOS TE HABLA

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18 de septiembre de 2007.

 

 

JNSR:

            Dios mío, permaneced siempre cerca de mí, para que Vuestra Santa Palabra jamás sea deformada.

 

JESUS:

            El Tercer Templo es la expresión misma del Reposo de Dios, tras haber reunido a todos Sus hijos. Edificado en todos los espíritus habitados por el Espíritu Santo de Dios, él verá el día, el gran Día de Dios sobre la Tierra. El es la Jerusalén celestial, descendida en medio de vosotros.

            Ese Templo es la Patria de todos los hombres llamados por Dios. Él es místico con el Amor de Dios. El elevará sus muros hechos de luz y de sonidos hasta los cielos, para introducir a los hijos de la Tierra en la Nueva Concepción Virginal, esa misma de la que nacen todas las almas de la Creación Divina, para que los hijos de este tiempo se hagan semejantes al Hijo de Dios.

            Este Templo llama a las almas a la Divinidad de JESUCRISTO. El será edificado por el Espíritu Santo de Dios. “Todo ojo lo verá, para que el hombre se haga Dios”. Este Tercer Templo es el Mismo JESUCRISTO.

            Yo acabo de daros una de las últimas claves para creer en Dios. En todo lo que el Hijo de Dios te da, a través de todo el Cielo que se inclina sobre ti, con todos los Hijos de Luz y los Santos de todos los tiempos, entiende que ese Templo es vuestro Cristo Vivo, que viene a guiar a todos los hombres hacia Nuestro Padre de los Cielos, a fin de que el Cielo viva con la Tierra, purificada para siempre.

            Hija Mía, Yo te hablo, acompañado de todos los Santos. Mi hija bienamada, reúne al pie de Mi Santa Cruz a todos Mis hijos para rezar: se hace tarde. Haz publicar tu libro, límpido, claro, tal como Yo te lo he dictado.

            Ese Templo de Luz nacerá de todos vuestros espíritus reunidos en el Santo Espíritu de Dios. Este es el Tercer Templo, es vuestro Señor, que viene a reuniros. No tengáis miedo, Yo Me haré conocer. Vosotros, hacedMe amar. La Santa Voluntad del Padre está Conmigo en este escrito. Vosotros todos sois, con Mi Hijo Bienamado, ese Templo Santo de la Ciudad de Dios.

La Santísima Trinidad de Amor acaba de hablaros. Amén †