YO NACI DE LO ALTO

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8 de septiembre de 2007.

Natividad de María

 

 

MARIA:

            Yo he nacido de Dios, por El, con El y en El. Flor del Cielo, escogida entre todas las flores. Era preciso que Yo naciese en esta Tierra, para enseñaros los esplendores del Cielo, el propio germen de toda vida, ese germen único por el cual, el Universo entero comenzó a nacer.

            Yo fui escogida por el Padre y destinada a ser la Princesa que iría a ofrecer al mundo a Su Hijo Único, Rey del Universo. Dar al mundo a Dios hecho Hombre, ahí estaba todo el Misterio de Dios, que Se revelaba; la Divinidad se humanizaba.

            Dios, que Se abrió como una flor, Se abre para hacernos conocer la Santísima Trinidad, cuando Se hace visible: “Quien Me ve, ve a Mi Padre”. Yo debía, por Mi FIAT, recibir a Aquél que es la Imagen de Dios, Nuestro Padre. Y, por Mi Hijo, dar a cada hijo del Padre Creador, el propio prototipo del hombre, llamado a ser un día, hijo de Dios, para habitar este Mundo Nuevo. La Humanidad va a divinizarse.

            Al mirar a JESUCRISTO, vosotros seréis semejantes a El. Este porvenir glorioso, al aceptar al Espíritu de Dios por Mi FIAT, Yo ya lo tenía en Mí.

            Yo soy María Santísima, la Divina Inmaculada Concepción, que os pide que aceptéis, con todo vuestro corazón, la gran Purificación total. Vosotros pasaréis a ser entonces los Inmaculados, pudiendo portar a JESUS en vosotros y cantar, con JESUS y MARIA:

            “Por El, con El y en El, a Vos, Dios Padre Omnipotente en la Unidad del Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria, por los siglos de los siglos. Amén”.

            En el Cielo de Dios, así como en vuestra Tierra purificada, todos vosotros seréis pequeños JESÚS y MARÍA de Amor.

 

Vuestra Divina Mamá,

Madre de Dios y de los hombres.