NADA MÁS QUE EL AMOR

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16 de agosto de 2007.

 

 

JNSR:

            ¿Podremos nosotros, Señor, informar un poco más a aquellos que esperan Vuestra Palabra? Señor, que se haga Vuestra Voluntad. Amén.

 

JESUS:

            NADA debe ser hecho para satisfacer la curiosidad de algunos que te esperan como se espera un periódico. Todo lo que Yo te doy es para fortificar la Fe, y eso no puede ser dado más que por la Santa Gracia de Dios.

            En primer lugar, Yo os pido que sigáis los acontecimientos que se desarrollan alrededor vuestro, en todas partes del Mundo. Unos sufren atrozmente, mientras que otros observan negligentemente. ¿Será eso lo que Yo espero? Cuando esta degradación sea general, ¿sabréis lo que os espera?

            Algunos serán afectados por el diluvio sin que nada haya sido preparado (como para Noé), porque la familia humana está desunida. Vosotros no podréis avanzar hacia la Liberación, a no ser que imploréis Perdón. Sólo con un sincero arrepentimiento y el corazón lleno de agradecimiento a Dios, encontraréis Mi Camino.

            Vosotros camináis como en una selva llena de lianas envenenadas y bestias salvajes. ¡Está lejos de ser la Tierra que Yo os he dado! Todo lo que vosotros veis, no siempre lo atribuís al Mal. Porque el Mal, así como el Bien, también se construye por mano del hombre. Y si el Mal, como el Bien, vive en medio de vosotros, es porque vosotros mismos le habéis preparado, con vuestras manos, una morada.

            Nada sucede por casualidad. Aún el Sufrimiento es un Bien que cura, tanto como un Mal que castiga. Pero el resultado es el mismo: al final, el Sufrimiento se hace salvador, porque él también pasó por Cristo en la Cruz, y Mi Vida es un ejemplo de Amor.

            Mi Palabra tiene doble filo, como una espada, pero si ella está en Mí, no puede ser sino Bendita y Salvadora. Tal como ella podrá hacer Mal contra la injusticia, puede hacer Bien para mantener la Justicia.

            Un fruto bueno y delicioso para la boca puede ser dañino para vuestra salud; y si un fruto que Dios os ofrece es amargo para todo vuestro cuerpo, aceptadlo, porque Aquél que os lo ofrece, no quiere más que vuestro Bien.

            La partida de la Tierra os puede contrariar mucho, porque el hábito es una segunda naturaleza. Mas, si Dios juzga necesario dejar esta Tierra, no penséis en nada más, porque Dios os da lo mejor. Y eso os apartará del mal, pues Dios es la Paz y la Alegría para todo hijo a quien El llama a seguirLe.

            Ese Día es un Día de Amor, porque vosotros vais a encontrar al Amor, al Autor de vuestros días y el Padre de vuestra Vida. En efecto, vosotros seréis llamados, como el pichón junto a su madre, en el más confortable nido que, Aquél que os ama como a Su propio Hijo, os da.

 

JNSR:

            ¡Oh Señor mío y Dios mío!, ¿cuál es ese AMOR con que nos colmáis, aunque nosotros no lo hayamos merecido jamás?

JESUS:

            Hija Mía, es el Amor del Padre, que ha sabido dar a todas vuestras almas Su Gracia y Su Amor, de igual manera que a Su Hijo Único. Porque Dios ha creado el Mundo por Su Palabra, que es Su Hijo, a quien El Le ha entregado TODO, y cuando JESUS dice al Padre: “Padre, Yo quiero que ellos estén todos Conmigo”, el Padre Le responde: “Hijo Mío, que se haga según Tu Santa Palabra”.

            ¿Has comprendido tú Mi Amor, hija Mía? Entonces, díselo a todos Mi hijos, a todos los hermanos de Mi JESUS de Amor.

 

Yo soy vuestro Padre y vuestro Rey,

como soy el Padre de Mi Hijo Único.

Dios de Santa Misericordia.

Amén