HACEROS VERDADERAS FAMILIAS

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4 de agosto de 2007.

Fiesta de San Juan María Vianney, Cura de Ars

 

 

JESUS:

             No habrá dogma, ni más nada. La Iglesia es como una cloaca, un edificio en vías de restauración. Ella es el modelo de todas las instituciones de este Mundo, prontas a caer, porque sus fundaciones vacilan cada vez más. Es el fin de la resistencia para el hombre, que no se ha dado cuenta de su inferioridad ante Dios.

            ¿Qué podréis hacer sin el Señor del Mundo, Aquél que ha creado el Cielo, la Tierra y todo lo que contiene la Vida?

            Los Poderes de la Tierra, establecidos sobre Mi propio Poder, se van a desplomar, uno tras otro, desde el más grande hasta el más pequeño. Yo veré entonces al hombre que resiste a la tentación, aquél que rechaza su superioridad, para desposar el verdadero fundamento, aquél que es VIDA por la única Verdad que debe existir. Salvar todo lo que es verdadero y que no muere: el Amor de Dios y de los niños pequeños; el Amor de las verdaderas familias, las de Dios, que se van a ocupar de todos los que son débiles, olvidados, que no tienen nada más que dar que su Amor y que esperan vivir, en fin, en el Amor de Dios, Único y Verdadero, porque vosotros no tendréis nada más de material.

            ¿Veréis entones con qué Yo he hecho al hombre que es, de toda Mi Creación, Mi obra maestra? ¡Con polvo! Entonces, vosotros no veréis más que polvo a vuestro alrededor. Todo se hace polvo, interior y exterior. Yo he dicho que sólo quedarán en pie Mis valores. Como el esqueleto de un viejo barco, se verán todas las cosas.

            Acumulad y los bichos se encargarán de ello. Lo que veis aún en pie, ya es aquello que era. Vosotros no habéis querido comprender que nada os puede pertenecer, porque la muerte no quiere sino vuestro pobre cuerpo, armazón que tampoco os pertenece.

            Sí, hoy Yo os pido que busquéis vuestros verdaderos valores y que los pongáis en práctica inmediatamente: Amor, Caridad, Perdón, Participación, consolar a los que están solos. Haceos familias, porque Yo vengo a salvar lo que debe ser salvado, a fin de rehacer este Mundo, tal como Yo lo desearía.

            ¿Dejar al hombre como jefe de obra? El no sabe servirse más que de sus manos y de sus propios pensamientos. ¿Qué diferencia tiene con el animal, que sabe que para vivir, necesita comer y matar?

            El despertar del Espíritu Santo en el hombre le llevará a ver y a verse como Dios lo hace y el porqué de su vida en Dios y, por qué motivo él está en esta Tierra.

            Por Amor al hombre, el Señor del Amor permanecerá un tiempo en medio de vosotros, visible, tangible, para conduciros hacia la finalidad de lo que debe ser el hombre: los hijos de Dios, buenos, serviciales, obedientes, llenos de Amor por su Dios y Padre. Obedientes, sin constreñimiento, a ese Dios lleno de Amor y de Bondad que es su Modelo, su Origen, su Principio y su Fin. Haciéndose así, semejantes a ese Dios Único y Verdadero.

 

Todo será cumplido, todo será Amor.

 

            Dejaos conducir hacia donde Dios os espera… No volteéis a mirar. Dios rehace este Mundo: Tierra Nueva, Cielos Nuevos. Morada de Dios con los hombres.

            Bienaventurados aquellos que Me hubieren creído y seguido, porque he ahí la Vida, la Verdadera Vida en Dios con Sus hijos bienamados.

            Me resta enseñarte todos los rodeos del camino. Las cosas tan solo han comenzado. Vivid en la Esperanza, sirviendo a Dios y a los pobres. Yo te informaré poco a poco. No estéis inactivos. Enseñad por todas partes el Amor de Dios y de vuestro prójimo. Sed perseverantes en lo que Dios os pide.

            El Amor es la única Fuerza para luchar contra el Mal.

 

Yo soy el Amor