EL DINERO NO LO COMPRA TODO,

YO VENGO A LIBERAROS

*******

 

11 de julio de 2007.

 

 

JNSR:

            Hoy, temprano, escuché a JESUS decirme:

 

JESUS:

            Hoy, es como una tempestad que se prepara en el mundo, una perturbación de todo género; desde la más pequeña sacudida como la de una cesta para mezclar, hasta la gran sacudida de un edificio socavado que comienza a menearse porque ha perdido sus bases.

            Eso va a suceder en la naturaleza entera, que espera por esta transformación. Todo se desplaza, todo se mueve, para advertirnos. Ya nada más se halla dentro de la regla del tiempo, que acompañaba dócilmente a cada estación, en su debido tiempo y lugar.

            El desarreglo de vuestros hábitos, así como de vuestros principios, parece cuestionar incluso a aquél que parece impasible al esperar la respuesta de su porqué, de tal manera evasiva que, Dios le va a responder por medio de otras sacudidas aún más fuertes. Y luego, Yo le responderé con otra pregunta más, y otra, y una tercera:

1.       ¿Qué has hecho tú de tu propia identidad?

2.       ¿Eres tú un hijo del Mal?, o,

3.       ¿Eres tú un hijo de Dios?

Y, he aquí Mi respuesta: Dios EXISTE. El Hijo del Hombre, Aquél que ha sido llamado JESUS de Nazaret, ha sido visto entre vosotros. Vivió y padeció en tiempo de Poncio Pilatos, fue crucificado, clavado al Madero de la Cruz. Muerto, El fue colocado en el Sepulcro, resucitó al tercer día. El Se encuentra todavía entre vosotros y es el Hijo de Dios y Yo soy Dios, Yo Mismo.

De esto, ¿podéis dudar todavía hoy?

            Y Yo os digo que, entre vosotros, algunos ya saben de donde vienen, pero ellos no saben, ni lo que deben hacer, ni hacia donde van. Hombre, instalado en este mundo que se mueve ya fuera del tiempo habitual, ¿reconoces tú como tu propio hermano, como tu propio hijo, a aquél que, al lado tuyo, pobre, enfermo, abandonado en la miseria y la soledad, te mira implorando tu Amor? El busca tu presencia, tu afecto caluroso, antes que tu dinero, que no puede comprar nada de lo que él tiene más necesidad: tu simple compañía afectuosa, para ayudarle a vivir su vida de miseria y de soledad.

            Hoy, cuando cada uno de vosotros, de un día para otro, puede quedar tan desnudo como el día de vuestro nacimiento en la Tierra, ¿en quién esperáis, en ese momento, para que os acoja, os ayude y os caliente en sus brazos?

 

Muchas, demasiadas luces falsas continúan cegándoos.

 

            ¿Encontraréis Mi Camino en esta oscuridad que vosotros os creasteis? Ahora bien, vuestro Dios es Luz y ¡Yo os he hablado ya tan largamente! Mi Palabra es Viva. ¿Podréis entonces seguirMe en la oscuridad que os rodea?

            JESUCRISTO, vuestro Salvador, va a venir a buscar a aquellos que no dudaron en seguirLe por Su Camino.

            Los mineros se esfuerzan en la mina, por trabajar alumbrados por la lámpara sujeta a sus cascos. ¿Cómo ver de otro modo, en la mina donde está tan oscuro?

            En estos días que se anuncian, sombríos, en medio de tinieblas, Mi pobres almas en peligro ¿cómo iréis a encontrar Mi Camino, si no tenéis encendida vuestra propia lámpara de la Fe y de Mi Santa Verdad?

            Sí, pobres, ¡pobres vírgenes necias del Evangelio! ¡Y despreocupado joven rico! ¡Rogad para que todo esto no llegue en la noche fría del invierno de vuestro corazón!

 

JESUCRISTO, vuestro Salvador.