PRIMER SUEÑO
*******
31 de mayo de 2007.
JNSR: Yo he soñado con dos plazas,
como las que hay en el centro de los poblados. Ellas estaban la una frente a la
otra, una a la derecha, la otra a la izquierda, plantadas con grandes árboles y
con bancos para sentarse. Ellas estaban llenas de juventud, un número
incalculable de niños, todos alegres. Y jóvenes, los mayores de
A
pesar de sus risas, ellos eran razonables y todos venían a mi encuentro, como
si obedeciesen a una orden dada. Yo debía guiarlos, pero ¿a dónde? Yo no sabía,
pero tanto ellos como yo, sabíamos que se trataba de una marcha y ellos me
seguían, confiados y prudentes, hacia donde yo les debía conducir. Yo les
llamaba, y con sólo verme, desde las dos plazas, todos venían a mi encuentro.
Yo ni siquiera me interrogaba sobre cómo emprendería tal caminata, con tantos
niños. Yo misma era bastante joven. No tenía ningún miedo y me sentía tan
contenta como ellos, y muy confiada.
Esto,
lo cuento al día siguiente por la tarde a Francisca, mi amiga, que vino a
visitarme. Le leí el primer Mensaje recibido esta mañana, día 1° de junio. No
es un Mensaje para publicar, de momento, y se relaciona con esa marcha que
nosotros emprenderemos en el momento de
“Vosotros seréis suficientemente numerosos
para formar a los niños salvados por
Dios en esta Tierra”, yo sentía el deber
de sustituir la palabra formar por reunir. Francisca me dice: “No cambies nada”.
Y
visto mi sueño de la vigilia, y estos niños que llegan de dos regiones
diferentes (una a la derecha
y otra a la izquierda), es la imagen de
que ellos no pensaban todos de la misma manera. Y, de que a pesar de todo, en
la marcha, ¿sería necesario formarlos?
Yo
no lo sé, pero no tocaré este verbo formar.
† † †
Nota AF: Hace ya algunos años, una persona de más de 80 años
cuenta a su marido su sueño de la noche: “Yo
he soñado que la casa estaba llena de niños, todos muy jóvenes, y que yo me
encontraba en medio de ellos, sin saber que hacer, sobre todo a mi edad. Yo
jamás tendría la fuerza para orientarlos. ¿No te parece que es un sueño tonto?”
Y su anciano marido le responde:
“Ese no es un sueño tonto, sino premonitorio. Significa que el Reino de
Dios en
† † †