SEÑOR, ¿UN DIA LA TIERRA SERA COMO EL CIELO?

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30 de mayo de 2007.

 

 

JESUS:  No guardéis rencor por nadie. Todas las animosidades que os atan en la Tierra, tardan en deshacerse en el Cielo. Si el Perdón surgiese repentinamente en la Tierra, la Liberación sería el Camino que Yo tomaría para venir a la Tierra. La falta de Perdón es ese obstáculo, incomprendido por el hombre, que hace que vuestro Señor no pueda actuar más allá de ese muro que Nos separa.

            El hombre se encierra en lo que él cree sea “su dignidad” y rehúsa dar su Perdón. De este modo, son dos los que se separan de Dios, dos a vivir sin Mi Luz. Y más aún, ese desacuerdo rompe el eslabón que transmite Mi Conocimiento a numerosos hijos, que están ligados a esta misma cadena.

            Las familias sufren igualmente lo que los hijos han preparado, incluso después de largo tiempo. Porque, las familias que han procedido sin dar su Perdón, han dejado esta herencia a su descendencia. Estas ataduras, que retienen al Perdón prisionero, son tan tenaces, que Yo os pido, cualquiera que sea vuestra generación, dar vosotros mismos el Perdón a la persona condenada, así como a aquella que la condenó. Porque la Liberación trae consigo la transmisión por una muy larga cadena.

            Si vuestro amadísimo Papa Juan Pablo II ha perdonado, lo ha hecho de manera completa, por los dos bandos. Y ese Perdón va hasta lo profundo de la raíz, anulando todo desencuentro y todo odio.

 

¡Bendito sea aquél que perdona en el Nombre del Señor!

Amén.

 

            Orad a vuestro Papa Juan Pablo II. Yo pido a cada uno, orar por aquél que representa a la Iglesia de Pedro, vuestro Papa Benedicto XVI. Su ministerio es una obra dirigida por su Señor, que une esa Asamblea vigilante y amada de hombres y mujeres que beben en la Verdadera Religión, que es Amor, la misma aspiración, vivir de Dios, siguiendo Sus Santas Leyes.

            El hombre que encuentra la solución de los problemas de la Humanidad que rechaza a Dios, jamás será un ser solamente de carne. El estará unido al Espíritu Santo.

 

JESUS de Nazaret

Amén

 

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