PARA LOS PAISES DE ORIENTE

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12 de marzo de 2007.

 

 

JESUS:

            Una Fuerza nueva vendrá a vosotros, para instruiros, a fin de que comprendáis en que situación os encontráis y lo que debéis hacer.

 

Será en lo cotidiano donde vosotros Me encontraréis.

           

            Vosotros no debéis poner a prueba a una madre, un padre, un hijo, o a un amigo, para saber quien Soy Yo y donde Yo Estoy. Todos vosotros tenéis una gran posibilidad de encontrarMe: es la de amar y de perdonar. Este es el Camino de la Conversión por donde Yo camino frente a vosotros.

            Yo soy el Amor. OfrecedMe vuestras dudas, vuestras malas opiniones acerca de vuestro prójimo. Vosotros no podéis construir nada bueno con el odio, tan solo infortunio para vosotros y para quien ofendéis y, por él, a vuestro Dios. Si pensáis castigar a alguien, retirándole vuestro Amor, tal será vuestro propio castigo: haréis de vuestro propio corazón una zarza de espinos, donde ya nada más, agradable y útil, podrá brotar y desarrollarse. Vosotros ya no tendréis más Paz.

            ¿Cómo iré Yo a hacer la Unidad entre hermanos, a fin de reuniros a todos en Dios? La falta de Amor corta los eslabones de la cadena que os liga unos a otros. Es tiempo de hacer la Paz.

            Mi Paz, Yo os la doy, ¿estáis vosotros dispuestos a escucharMe? Cuando ellos eleven los ojos hacia Mi Cruz, serán invadidos por la misma Alegría que Yo di al Emperador Constantino: Por este signo, tú vencerás. No se puede vencer sino la estupidez que se apodera de ciertos espíritus, obtusos e irreflexivos.

            La Luz de la Cruz ha sostenido entre sus cuatro brazos el Amor Inteligente del Hombre-Dios, que Se ofreció en Sacrificio para abrir los espíritus y los corazones a la Inteligencia Divina y humana del Hijo de Dios, El, que dio Su Vida en Sacrificio, a fin de que cese la tontería humana. Aquella que destruye todo y condena a todos los inocentes a morir para salvar a todos los hombres estúpidos que les hacen morir.

            Por el Amor de Aquél que fue el Hijo del Hombre y Sabiduría de Dios, y que fue la primera Víctima Expiatoria ofrecida sobre una Cruz a todos los estúpidos del mundo, esta Cruz devino, ella misma, en Exorcista Universal, porque ella lleva, en sus cuatro brazos, al Único capaz de exorcizar este Mundo loco y mil veces culpable, por Su Cruz que salva.

            El vuelve, todavía hoy, a salvar este Mundo por una Cruz de Amor, a la décima parte de los 738 metros, que os recuerda la Cruz que fue en esta Tierra, justamente después de Su Madre, ese Amor que Le encierra entre sus brazos, hasta darle Su Vida, Su Verdadera Vida, para darLa a todos Sus hijos, aún aquellos que Le han hecho sufrir más, hasta morir en Su Cruz de Amor, para que muriese la estupidez humana.

            El Inocente debía morir, para salvar a todos los hombres que apoyan a la Bestia del mundo que se llama estupidez.

            El remedio es siempre el mismo: Por este Signo, tú vencerás. Si no creéis en esto, comenzad por levantar esta Cruz a la décima parte, o sea de 73 metros y 80 centímetros en los montes donde crece el cedro: Yo haré volver a florecer el Edén, dándoos Mi Paz, al menos entre aquellos que creen en Mí,

porque Yo Soy un Dios de Palabra y Yo he hablado.

JESUCRISTO