EL ÚLTIMO MURO

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Lunes, 15 de enero de 2007.

 

 

JESUS:

            “¡Vosotros no tendréis ni siquiera una piedra para reposar la cabeza!”. Si habéis entendido esta frase, dicha por el Hijo del Hombre, vosotros la repetiréis también, porque ya no tendréis más tiempo de dar cabida a lo que vine del exterior. Yo os ocuparé, noche y día, informándoos y guiándoos. Tendréis doble fatiga porque, en estos terribles tiempos de alegría y de sufrimiento, deberéis siempre luchar contra Aquél que viene a frustrar el Plan de Dios. La lucha será terrible, pero al final, Dios vencerá.

            La fortaleza toma lugar. Las fundaciones ya existen y los muros se elevan. La ciudad no será más que una sumisa centinela, porque Yo le haré comprender donde está su verdadero interés.

            Este último muro será el de la Victoria final de Dios contra Sus enemigos. Ellos caerán. Yo levantaré a algunos de ellos, pero los que quedaren por tierra perecerán, cuerpo y alma. Los que han hecho un pacto con el Enemigo, serán la leña que se consumirá en la hoguera del Maldito.

            No tengáis miedo: Dios viene a daros vuestra Corona de Gloria en lugar de la de Espinas que vosotros habéis llevado Conmigo hasta el fin de los Tiempos. He aquí que los invitados al Banquete Real de Cristo en Gloria comenzarán a venir. Esa larga fila que avanza, los unos sostenidos por los otros, son los más débiles, los discapacitados, los cojos, aquellos a quienes la sociedad rechazó y que han correspondido a Mi Llamado: enfermos, ancianos, mal vestidos.

            De este miserable desecho, Yo he hecho los invitados del Príncipe de la Paz.

            Ellos estaban a Mi lado, en su Fe y su Oración, invitando a la acción, ayudando a los que dudaban, a comprender que, sin Dios, nada se podría hacer. Ellos han multiplicado sus esfuerzos porque, cuando dos o tres se reúnen para hablar en Mi Nombre, Yo estoy allí, en medio de ellos y Yo Mismo actúo, en su nombre.

            Para uniros al Ejército de Dios, basta llamarMe por Mi Nombre: ¡Ven, JESUCRISTO! Yo os entregaré Mis armas: Mi Santa Cruz y Mi Bandera con los Santos Nombres de los Sagrados Corazones Unidos de JESUS y MARIA, vuestra Madre y Su Santo Rosario.

            Yo diré a cada uno de vosotros: hoy, con vosotros, Yo vengo a hacer maravillas.

¡Ven y sígueMe!

JESUS y MARIA, los Dos Sagrados Corazones Unidos .