ES NAVIDAD

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24 de diciembre de 2006.

 

 

JESUS:

            Hijos de todos los Países, donde quiera que os encontréis, escuchadMe, en esta Noche de Navidad. Portad al Cristo JESUS, la Luz del Oriente, por todas partes donde vayáis.

            La Sagrada Familia os conduce a cada puerta que se va a abrir, porque vosotros sois esperados. Cada hogar lleva en sí una pequeña hoguera de Amor, lista para inflamarse con la proximidad de aquél o aquella que lleva, en su corazón de niño, esa llama ardiente salida de este Divino Corazón, que no cesa de arder de Amor desde que, una noche, en la frialdad del Mundo, para calentar todos los corazones de la Tierra con Su Gran Amor,

el Salvador del Mundo del Cielo descendió.

Para no perturbar a Sus hermanos aún dormidos,

El Se hizo pequeño, muy pequeño, y El sopló en los corazones dormidos

Su Divina Ley: “Yo vengo hasta vosotros para amaros

 y enseñaros a amar,

 porque nada es tan necesario en la vida

 como el Amor compartido”.

El Niño del Pesebre os sonríe y os bendice.