YO TE HE HECHO LUZ DE LAS NACIONES

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14 de octubre de 2006.

 

 

Evangelio según San Marcos (16, 15-18)

Aparición de JESUS Resucitado

15 Y El les dijo: “Id por el mundo entero, predicad el Evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, se salvará, mas el que no creyere se condenará. 17 A los que creyeren les acompañarán estas Señales: en Mi Nombre echarán los demonios, hablarán lenguas nuevas, 18 tomarán en las manos las serpientes, y si bebieren ponzoña, no les dañará; pondrán las manos sobre los enfermos y éstos serán curados”.

 

JESUS: Mis Palabras son Palabras vivas y eternas. Los que retroceden ante lo que Yo afirmo no avanzarán en la Fe y no harán avanzar a los que Me esperan.

            Yo os lo he dicho. Todo pertenece a Mi Padre, Creador de todo lo que os rodea, lo visible así como lo invisible. Dios creó el hombre a Su Imagen. El tiempo que pasa os ha hecho olvidar que toda Su Creación debe entrar en El, el Creador. El Tiempo del Fin se anuncia como un visitante impaciente por llegar. Creer en Dios, es admitir entonces que Su Omnipotencia confió a Su Hijo Único JESUCRISTO toda Su Creación.

            Está escrito, en los Hechos de los Apóstoles (Pablo y Bernabé se dirigen a los Paganos) 13, 45-49:

            45 Viendo los judíos a esta muchedumbre, se llenaron de envidia e insultaban y contradecían a Pablo. 46 Mas Pablo y Bernabé respondían valientemente diciendo: “A vosotros os habíamos de hablar primero la Palabra de Dios. Mas, puesto que la rechazáis y os juzgáis indignos de la Vida Eterna, nos volveremos a los gentiles. 47 Porque así nos lo ordenó el Señor: Te he hecho Luz de las Naciones, para llevarles la Salvación hasta los confines de la Tierra”.

            48 Oyendo esto los gentiles, se alegraban y glorificaban la Palabra del Señor, creyendo cuantos estaban ordenados a la Vida Eterna. 49 La Palabra del Señor se difundía por toda la región.

 

JESUS: Yo os lo repito: no tengáis miedo, Yo estoy aquí. Al venir a esta Tierra, Yo Me hice el Hijo del Hombre, para daros a conocer a Aquél que Me ha enviado, Nuestro Padre de los Cielos.

            Vosotros no habéis querido reconocerLe en Mí, que soy Su Hijo Único. Sólo los que estaban al borde del lago, Mis Apóstoles bienamados que Me siguieron, Me han reconocido: ¡quien Me ve, ve a Mi Padre!

            Ellos abandonaron sus redes, para entregarse a otra pesca: Yo hice de ellos pescadores de hombres, simplemente con Mi Santa Palabra en sus corazones.

            Yo he venido para conducir a Mi lado a todas la Ovejas de Mi Padre, en un Único Rebaño, que un día reunirá a todas las Ovejas en el Reino de Dios.

            Ellas saldrán, para seguir la gran Peregrinación en la Tierra, que les garantizará, a su regreso, un lugar al lado de Dios si, en su plena libertad, ellas obedecieren la Santa Voluntad del Altísimo. Amor, Perdón y Caridad. Entonces, algunas pasarán directamente por la Puerta que se abre hacia el Reino del Padre de toda Bondad.

            Un día Yo podré decir a Mi Padre: “Padre, de aquellas que Tú Me has confiado, ninguna se ha perdido, porque Yo Mismo Me he metido hasta en las zarzas para retirar la atolondrada, que no sabía para donde ir. Y Yo he reconducido hacia Ti a las que habían tomado un mal camino”.

            Hoy, Yo os espero para que hagáis Conmigo, el mismo trabajo que hicieron Mis Apóstoles bienamados.

 

Es necesario reunir todo el Rebaño del Padre.

 

            El tiempo actual no deja más lugar a la espera pasiva de quienes dejan para mañana el trabajo de cada día. Los días, como una cinta vaporosa, se enrollan demasiado rápido sobre la bobina del Tiempo, que se apresura a finalizar. Haced y Yo haré. Ninguno de Mis hijos, que quiera servir a Dios, debe considerar el tiempo que viene como un amigo paciente que os espera. Porque Yo os lo digo, en Verdad, vosotros disponéis de poco tiempo para arreglar vuestra vida bajo la presión de esa fuerza exterior que viene y que vuestra propia voluntad debe superar, uniéndose con todo vuestro corazón, a la Santa Voluntad de Dios, que salvará a todos Sus hijos que Le obedecen con Fe y Amor.

 

Ninguno de Mis hijos fieles

debe considerar que la Pesca ha terminado.

 

            Cada día, debéis lanzar la red, para guiar a los rezagados. ¡Yo os ayudaré! En esta pesca, no debe haber ningún artificio. Ningún anzuelo o interés personal debe atraer al pez desconfiado. En esta pesca debe tener un carácter franco y sincero, para reconducir a Dios a todos esos seres extraviados, mal alimentados, lejos de Mí, con un alimento insípido e inconsistente.

Esta Pesca será nuevamente, un Milagro de Dios.

 

            Porque todo regresa a Aquél que, por Su Palabra, ha creado el Cielo y la Tierra. Todo el Universo pertenece a Dios, el Eterno. Sólo la Verdad de Dios volverá a pescar a todos los hombres, pero Yo os invito a ayudarMe. Sólo Mi Palabra debe atraer a vuestras redes a todos esos seres extraviados, que Yo Mismo coloco cerca de cada hijo que Me ama y que Yo llamo a servirMe.

           

            San Marcos 16,

            16 El que creyere y fuere bautizado, se salvará, mas el que no creyere se condenará.

            Hechos 13,

            47 …Te he hecho Luz de las Naciones para ser su Salud hasta los confines de la     Tierra”.

            No guardéis para vosotros más que la alegría de contar los peces de vuestras redes, porque la conversión de las almas, es la Victoria de Dios sobre el Enemigo.

 

Vuestro Señor JESUCRISTO

 que os ama. Amén