LOS VERDADEROS EXILADOS

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23 de septiembre de 2006.

 

 

JESUS: Esta parte del mundo en guerra llama a un Dios diferente a Mí, pero Yo soy el Dios Único y Verdadero que reina, tanto en la Tierra como en el Cielo. Ellos están bajo el dominio del Mal, que desea Mi aniquilamiento en el pensamiento humano.

            No le tengáis miedo a nada, porque todo cuanto vosotros veis y oís actualmente, no podrá resistir por más tiempo a Mi Santa Verdad, que continúa cubriendo el Universo, que Yo Mismo creé con Mi Amor. Aún en el seno de su unidad, emerge un puñado que comienza a dudar, con una resistencia vacilante sobre el verdadero motivo de tal odio, porque el resto del mundo no desea más que la Paz, la unión y el acuerdo entre todas la Naciones y Países.

            Sed el apoyo de aquellos que luchan por obtener un refugio en el país al que ellos arriban. Son estos los frutos enfermizos de una civilización de muerte. Ellos huyen de su propio país, que ya no puede administrar nada, a causa del estrangulamiento continuo por las guerras fraticidas ininterrumpidas, que no dejan tiempo para la siembra ni la cosecha. Helos aquí, moribundos, con las manos tendidas hacia vosotros, reclamando, por un tiempo, vuestra hospitalidad. El tiempo de reconstituir su tierra, su hábitat y, sobre todo, reencontrar la Paz entre ellos mismos.

            Yo os vuelvo a decir: llegada a este estado, esta crisis mundial no se superará sino con la solidaridad clara de la parte del mundo que vendrá a Mí y Me servirá con Fe en Mi Amor: vuestros pasos en Mis pasos, para liberar a vuestra Tierra, prisionera de estas tinieblas, creadas por el propio Satanás, que no cesa de inducir al error a Mis pobres hijos.

            Todos vosotros debéis comprender que en este mismo momento se impone la elección, y de una forma equitativa. Que sólo Dios puede ser el Verdadero Juez y el Verdadero Guía. Comprended que Dios es Bondad, Perdón y Justicia, y que hoy, este gran desacuerdo mundial es querido por el maestro del Mal, para una desestabilización total en todas las cosas que tocan a Dios en Sus Atributos perfectos.

            Es este maestro del Mal quien os hace titubear: y vosotros perdéis tiempo y terreno. Así pues, se hace tarde, y todo se juega ahora entre el poder destructivo del Mal y la Omnipotencia de Dios.

            Los que luchan más fuertemente contra Mí, en vuestros países, son las Autoridades ciegas que creen que al desembarazarse de esta invasión de exilados, van a poder continuar viviendo libremente y sin dificultades. Ellos, son los expulsados voluntarios que huyen de una civilización de muerte. Y vosotros, que les rechazáis, vosotros os hacéis verdugos golpeados por la sentencia divina que Dios ejerce en estos últimos tiempos.

            Ante la situación actual, Yo os pido que comprendáis que, lo que vosotros aportéis en auxilio de vuestros hermanos en la miseria y la desesperación, será vuestro propio auxilio. Defendedles contra esa Autoridad ciega que os conduce, a todos, hacia la última sentencia de Dios: contra aquellos que se opusieron a la Huída de Mi Pueblo fuera de Egipto, Yo levanté un muro de agua que los ahogó a todos.

            Hoy, para impediros que rechacéis a Mis hijos hacia su civilización de muerte, lo que Yo voy a levantar entre vosotros y ellos será un Desvío, que ya no os permitirá más, aproximaros a Mí. Y vosotros pasaréis a ser los exilados de la Patria de los hijos de Dios. Palabra del Señor. +

 

JESUCRISTO

Dios de Justicia y de Paz .

 

 

 

JNSR: Reproduzco aquí la Oración de mi Padre espiritual, que la pensó para el libro 2 “He aquí que Yo vengo”, y que se encuentra en la 4ª. página de la cubierta:

 

¡Oh! ¡Venid, Señor JESUS!

¡Apresurad el Día de Vuestro Regreso

para que la Paz descienda a nuestros corazones

y se extienda sobre todos los hombres y todas las naciones!

¡Que cada uno de nosotros reconozca que Vos sois el Enviado del Padre,

Aquél que debe venir, para instaurar Su Reino en la Tierra!

¡Reino de Amor y de Paz, Reino del Espíritu Santo y de Alegría Eterna!

¡Oh! ¡Sí! ¡Venid, Señor JESUS!

¡Nosotros Os esperamos!