CON NUESTRO SEÑOR, LOS HIJOS DE
*******
10 de septiembre de 2006.
Los Hijos de
No se puede pensar como lo hacéis vosotros. La distancia ya no interviene más, todo es próximo, tanto el tiempo como el espacio. Se puede pasar de una cosa a la otra sin mediar espacio.
Sin que tú nos veas, es tu espíritu
el que está en nosotros. Nosotros te hablamos todos juntos, a veces uno solo,
con la misma mirada para ti. Nuestra conversación con los de
El Amor es una medida, es la principal, es
Nosotros os ayudamos, pero vuestra
ingratitud a veces podría decepcionarnos. Si nosotros no estuviésemos
protegidos por
Nosotros estamos igualmente unidos
al infeliz destino de todos esos pequeños exilados. Vosotros no haréis jamás
bastante por ellos. Ellos son la imagen
de la decadencia de todos los presuntuosos de vuestra Tierra. Al ayudarlos,
pedís el Perdón para todos los ingratos que reciban los Dones de Dios, sin
reconocer que todo viene de Dios y que todo don se debe compartir
equitativamente. Será únicamente cuando no quede más nada, cuando seréis iguales al compartir su miseria.
Vosotros habéis sido capaces de elevaros
en vuestro servicio a los pobres, como escabeles.
Vosotros vais a ser obligados a descender hasta su estado actual, para
reencontrar el Camino que conduce a Dios, para volver, todos unidos, a
Las Pequeñas Almas os han hablado
con Cristo JESUS, Dios de Verdad.
Amén †