CON NUESTRO SEÑOR, LOS HIJOS DE LA LUZ OS HABLAN

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10 de septiembre de 2006.

 

 

Los Hijos de la Luz: La familia humana del Cielo está unida y se ama. Con compasión y Misericordia, ella ve a la familia humana de la Tierra, por momentos semejante a ella, pero siempre inconstante en sus decisiones y variable. Aquí, existe la Unión en un perfecto acuerdo.

            No se puede pensar como lo hacéis vosotros. La distancia ya no interviene más, todo es próximo, tanto el tiempo como el espacio. Se puede pasar de una cosa a la otra sin mediar espacio.

            Sin que tú nos veas, es tu espíritu el que está en nosotros. Nosotros te hablamos todos juntos, a veces uno solo, con la misma mirada para ti. Nuestra conversación con los de la Tierra es permitida por Dios, Único, Verdadero, el Buen JESUS que está siempre con nosotros, así como con vosotros sin que Le veáis. JESUS es de tal manera Hermoso en Su Bondad, que los Ángeles están siempre extasiados con El. Para nosotros, este Modelo es nuestro devenir, para ir cada vez más alto.

            El Amor es una medida, es la principal, es la Unidad de las medidas del Cielo. Esta medida, llamada Amor, contiene también grados, como Bondad, Compasión. Justo debajo de ella, está la Caridad que contiene, ella misma, el Compartir, el Perdón. Todo está en la Verdad de Dios porque el Amor de Dios es Su Verdad de Existencia.

            La Verdad-Amor contiene la Paz de Dios. Cuando vosotros esperéis al Amor todos unidos, vosotros estaréis en la Verdad de Dios y sólo entonces, habréis logrado, todos juntos, la Paz de Dios en toda la Tierra.

            Nosotros os ayudamos, pero vuestra ingratitud a veces podría decepcionarnos. Si nosotros no estuviésemos protegidos por la Justicia de Dios, no comprenderíamos. Todos unidos, nosotros os decimos que intentéis ver el Mundo con compasión, con el Perdón de Dios, dado siempre a aquél que se arrepiente.

            Nosotros estamos igualmente unidos al infeliz destino de todos esos pequeños exilados. Vosotros no haréis jamás bastante por ellos. Ellos son la imagen de la decadencia de todos los presuntuosos de vuestra Tierra. Al ayudarlos, pedís el Perdón para todos los ingratos que reciban los Dones de Dios, sin reconocer que todo viene de Dios y que todo don se debe compartir equitativamente. Será únicamente cuando no quede más nada, cuando seréis iguales al compartir su miseria.

            Vosotros habéis sido capaces de elevaros en vuestro servicio a los pobres, como escabeles. Vosotros vais a ser obligados a descender hasta su estado actual, para reencontrar el Camino que conduce a Dios, para volver, todos unidos, a la Verdad del Eterno. El Dios Todopoderoso, que hizo salir a los exiliados de Egipto, para conducirles a esa Tierra Prometida, que aún hoy día, todos vosotros codiciáis, sin merecerla.

 

Las Pequeñas Almas os han hablado

con Cristo JESUS, Dios de Verdad.

Amén