DIOS OS HABLA POR JNSR

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25 de agosto de 2006.

 

 

Es necesario que el mundo llegue a comprender a Dios, a fin de que nosotros seamos todos UNO, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Para que Dios nos acoja en El. Para no hacer más que UNO con El.

            El Llamado de Dios para la Unidad de los hermanos en Dios es general.

            Y por eso, es un tiempo de Gracia, acoger a quienes Dios nos envíe para nuestra propia conversión. La Caridad se torna apremiante. Ella requiere de una apertura de corazón y de la grandeza para acoger la masa de los hijos que salen de su infierno, para encontrar a Dios en cada uno de nosotros.

            Dios hace de nosotros los protectores a la altura de Su demanda de Amor. Sólo Dios conoce la profundidad del Amor en los corazones. Es tiempo de que cada uno se conozca, porque nuestra liberación personal depende de ello. Nosotros no podemos engañarnos acerca de nuestra capacidad de amar, porque pronto vamos a ser juzgados por nuestro Amor. Y cada uno de nosotros será quien llevará, ante Dios, nuestras acciones, que El ya conoce, y nuestras faltas, que El Mismo sancionará o perdonará.

            En lo íntimo de nosotros mismos, ya conocemos la sanción: ser privados de la visión de Nuestro Señor será terrible, porque nuestra ingratitud no pasará inadvertida. “Lo que habéis hecho al más pequeño de entre vosotros, bueno o malo, es a Mí a quien lo habéis hecho”.

            Dios será el Juez del fin de este Tiempo, que no tendrá dos caminos, sino uno, el camino de la Libertad y de la Alegría en el Amor de Dios. El momento que vosotros vivís ahora es único, es la conversión del Mundo bajo la acción del Espíritu Santo, que viene en auxilio de los hijos de Dios, a quienes el Padre quiere salvar hasta el último minuto.

            Por el sufrimiento, todos los hijos perdidos, exiliados, están ya en Su Sagrado Corazón. Y vosotros seréis salvados por el Amor que llevéis a Dios, al salvar a estos hijos de la miseria y de una muerte segura.

           

JESUS: Yo Me reservo el Juicio y vosotros debéis preservaros de Mi Justicia, que será la cuchilla entre el Cielo y la Tierra. Haced y Yo haré.

            Todos vosotros tendréis Mi Mano para asirla hasta el último momento, pero todos seréis probados como el oro en el crisol. Manteneos listos, Dios llega en la más grande tormenta jamás vista en este mundo. Amén.

 

Dios de Amor, de Justicia y de Paz. Amén.