LOS DONES DE DIOS

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8 de agosto de 2006.

 

 

JNSR:  Señor, ¿podéis Vos hablarme como antes, cuando me participabais Vuestra Venida, Vuestro Retorno para instaurar Vuestro Gobierno? Señor, ¿en qué consiste ese nuevo Gobierno? ¿Sois Vos el Rey que debe gobernar? ¡Qué alegría, Señor!

 

JESUS: Toma tu lápiz, escucha y escribe. Tu Dios de Compasión te informa en todo tiempo, a fin de teneros preparados para todos los acontecimientos por venir. Así, cuando Yo te pida que escribas, debes saber que Yo soy Aquél que te dicta lo que tú pones sobre el papel.

            El momento difiere con el tiempo que pasa. En este momento, Yo vengo con lo que vosotros debéis saber. Más tarde vendrá la continuación. Yo no os puedo descubrir lo que el Padre sella todavía. No es para daros una sorpresa, sino porque todos los acontecimientos no pueden ser descubiertos a la vez; Nosotros los debemos mantener en secreto.

            A su tiempo, llegará a descubrirse lo que vosotros teníais oculto antes de que Yo te ordenase escribirlo. Lo que tú recibes es un Regalo del Cielo. Dios bendice a Sus hijos, que Le sirven, tomando conciencia de la gravedad del momento. Yo te he conducido hasta lo que debe ser descubierto y comprendido por todos. Llegó el Tiempo en que Yo anuncio Mi Regreso, Yo os lo he dicho. Y este Regreso está bastante próximo para todos los hombres de buena voluntad; sí, próximo.

            Basta esperarMe, no como soldados en reposo, sino como hombres conscientemente despiertos.

 

JNSR: Señor, Vos habéis hablado en Isaías, mucho antes de Vuestro Nacimiento en la Tierra. Y ahora, no nos dais más que el plan general. Yo Os pido, Señor, que nos informéis, por piedad, para los incrédulos; que ellos vean Vuestra Verdad.

 

JESUS: Yo vendré, como os lo he prometido. Yo estableceré Mi Trono. Yo reinaré, como reino en el Cielo. Yo os daré Mis órdenes de Justicia y de Paz. En este mundo, Yo estableceré Mi Santa Justicia; ella será equitativa para cada uno. La obediencia será (detenido, un momento).

 

JNSR: Señor, seguid hablándome, ¡Os lo suplico!

 

            Yo vengo con Mi Sagrado Corazón abierto para el Perdón de cada uno.

           

            Primer Don: obedeced a vuestro corazón, que Yo ocuparé desde Mi Regreso a vuestra Tierra. Esta será Mi primera conquista.

            Mis armas, vosotros las conocéis, por haber entendido Mi Palabra en vuestras iglesias. Pero vosotros las gustaréis en este mundo, armas de Bondad, de Amor y de llamado a la Dulzura: Mi Palabra que consuela, Mis manos que dan, Mi Corazón que os enseña como os ama Dios y como ser semejantes a El.

           

            Segundo Don: Yo vengo a abolir la Muerte, que hace estremecer a todo ser humano cuando acompaña a un ser querido a la sepultura. ¿Tú Me escuchas?

 

JNSR: Yo Os pido Perdón por haber respondido al teléfono que suena. ¡Perdón, Señor!

 

            A partir de ahora, Yo te guiaré en todo lo que Yo pida a los hijos llamados a seguirMe, para comenzar a establecer las bases de ese Mundo Nuevo, que va a nacer de vuestras manos con el Espíritu de Dios, que no va a cesar de dirigiros, de acompañaros en todo lo que Dios os pida hacer, para el bien de toda la comunidad humana de la Tierra.

            ¡Qué bella obra! Acompañada por el canto de Gloria de los Ángeles y de los hombres que sirven a Dios, el Eterno, y a todos sus hermanos en Dios. Amén.

            Hija Mía, Mi Santa Promesa será mantenida. Dios no utiliza palabra de hombre. Mi Promesa es Eterna. Ella se cumplirá y subsistirá de siglo en siglo.

           

            Tercer Don: He aquí que Yo hago una Tierra Nueva semejante a los Cielos Nuevos, donde la comunicación será ininterrumpida, porque Dios gusta dialogar con los hombres, que comprenderán que la Falta no debe producirse más, porque el mal es  muy duro para con aquél que lo escoge. Todo ese Tiempo sin Dios, os ha sido costoso.

           

            Cuarto Don: Dios repondrá los productos de la tierra, allí donde deben estar: a cada uno su cultivo, y el agua, bien más precioso que el oro, será apreciada en su justo valor.

            Los dones de Dios serán benditos por los hombres, desde el más pequeño, hasta el más grande, con la condición de que vuestras alabanzas asciendan hasta Dios que, además de ser el Señor del Universo, es el Padre amoroso de todos Sus hijos, y de todo lo que existe, tanto en la Tierra como en el Cielo.

            El Universo es la Creación bienamada del Padre de toda Bondad. Yo os diré lo que debe ser restablecido, para honrar el Culto de Dios, que no cesará de dirigiros todas Sus Bendiciones con Sus Dones eternos.

 

            “¡Dios mío, cuantas Gracias! Vuestro Amor es inmortal. Dadnos un corazón nuevo, un espíritu nuevo, a fin de alabarOs noche y día, para recuperar el tiempo perdido”.

 

            En el Tiempo de Dios que viene, todo será nuevo y lleno de Amor. Vosotros no os acordaréis más de lo que fue vuestro tiempo de desgracia, a causa del pecado.

 

 Y la muerte, no la habrá más.

Amén.

 

La Santísima Trinidad de Amor os habla.

Amén