SOLO DIOS ES VUESTRA SALVACION

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1º de julio de 2006.

DIOS: Al levantar la Cruz, sin saberlo, vosotros orientáis a los espíritus hacia el Paraíso. Las almas ven la dirección a tomar, y el vuelo les será más fácil. Es fácil entonces, creer que, con Su Cruz erigida sobre el Mundo, Dios os anuncie que, si vosotros vivís hoy el tiempo en horizontal, vosotros estáis llamados, todos y cada uno, a vivirlo en vertical, en el Infinito de Dios, solamente allí, donde la Vida es Puro-Amor.

Desde este mundo, permaneced en Adoración: de pie o arrodillados, lo que cuenta es la posición de vuestro corazón delante de Dios. En vosotros, vuestra Fe está construyendo el Templo de esta Adoración, vuestra alma está trabajando.

El tal gran Santo que veneráis, no es el que va a reemplazar a Dios. Hoy como ayer, los Santos no son de ningún modo vanidosos. Ellos están arriba en lo alto. No adoréis más que a Dios. Volved vuestra mirada hacia Cristo y, antes que confiar vuestra Salvación a un Santo, pensad que sólo vuestro Amor y vuestros sufrimientos serán los testigos de vuestra ascensión personal. Los méritos de los Santos son para vosotros un bello ejemplo a seguir. Y Dios, en Su Infinita Bondad, ha dejado sobre la Tierra la huella de sus vidas, para que comience en cada uno el Amor y el respeto por la Vida en Dios.

Porque todos vosotros sois llamados a ser santos y es sólo en vuestro esfuerzo y en vuestra voluntad para buscarMe, a Mí, el Santo de los Santos, que encontraréis Mi Vida, Mi Paz y Mi Luz en Mi Verdad.

Es en Dios en quien están todos los grandes Santos.

Y es en Mi Camino donde vosotros hallaréis a Mis amigos. Vuestra filiación divina pasa por JESUCRISTO que es Hijo. No excluyáis a Aquél que es Padre, Nuestro Padre, como vuestro JESUS de Amor os ha enseñado a invocarLe; vosotros no estáis ciertos más que del Hijo…

Y si vosotros deseáis ser Mis testigos, vosotros Mis nuevos apóstoles, recibid el Santo Espíritu y decíos que todos vosotros, por lo tanto la Iglesia, debe ser transparente y pura como La Santísima Madre Mía y vuestra, MARIA. La Santísima Virgen y todos los Santos están arrodillados, en Adoración, delante de la Santísima Trinidad. † Amén.

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