TRANSFIGURACION

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29 de junio de 2006.

JESUS: En vuestro nacimiento, desde el inicio de vuestra estadía sobre la Tierra, vuestra alma comienza a buscarMe. Como el extranjero que visita vuestra región y que tendrá, un día u otro, la nostalgia de su país, vosotros Me buscaréis, porque todo ser vive a la búsqueda de su origen.

Vuestra vida terrestre es una peregrinación Cielo-Tierra que vosotros efectuáis como ciudadanos del Cielo y sois guiados por las ondas eternas de Mi Amor Infinito. A veces, no alcanzáis a aclimatar a vuestra alma, este bello pájaro que busca volar y huir de este presente tan pesado. Y vosotros os habláis “a vosotros mismos”, o más bien a vuestra alma para obtener una respuesta. A veces, de estas preguntas, un Amor desconocido comienza a nacer.

En vosotros, el Niño-Dios busca Su Pesebre.

Sentís una presencia cerca de vosotros. No sabéis hacia dónde voltear, pero ya estáis en Mi Camino. Como el Cielo se unió a la Tierra, el día de la Natividad, así el Eterno busca Su Refugio en vosotros. Yo Me hice pequeñito para venir a vosotros, para dejarMe tomar y reposar en vuestro corazón.

En cada alma que Me busca, Yo vengo a vivir la Encarnación, para ayudarla a vivir su Transfiguración y su Resurrección. No temáis, lo que vosotros no veis hecho en este mundo, se hará: Yo soy el cumplimiento de todo.

La Eternidad no es una pausa. Yo soy el Divino Alfarero que continúa el perfeccionamiento de vuestras almas, nacidas de lo Alto. Ellas no pueden, ni detener su búsqueda, ni su progreso, como Yo no puedo detener Mi Fuego de Amor que es el Remedio final. Es en Mi Amor donde el Divino Alfarero termina el trabajo. Tanto en la Tierra, como en el Cielo, Yo modelo Mis almas. Podéis estar convencidos, son vuestras propias almas las que Me lo piden. La espiritualización se termina siempre con Dios.

Evitad los peligros de la Tierra.

Buscad a Dios y Me encontraréis. Yo os espero.

JESUCRISTO

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